Petrocaribe, uno de los proyectos gestados por ese gran integracionista que fue Hugo Chávez, acaba de ser considerado por la Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) como una de las bases de la seguridad alimentaria de los países de Centroamérica y el Caribe.
Para corroborar su criterio, el organismo internacional ha auspiciado la publicación del libro Petrocaribe: 10 años de lucha contra el hambre y la pobreza, donde se recoge una década de experiencias de un proyecto que ha conseguido demostrar la viabilidad económica de una institución donde priman los principios de comercio justo, complementación, solidaridad, justicia social, todo puesto en función de combatir las asimetrías que genera y fomenta el capitalismo.
Petrocaribe fue creado el 29 de junio del 2005 en Puerto La Cruz, Venezuela, en el Primer Encuentro Energético de Jefes de Estado y de Gobierno del Caribe. Sus tres ejes centrales son garantizar la seguridad energética, el desarrollo socioeconómico de los pueblos y la integración de los países.
Inicialmente 14 países de la región participaron del Acuerdo de Cooperación Energética. Hoy son 19 los países signatarios: Antigua y Barbuda, Bahamas, Belice, Cuba, Dominica, El Salvador, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, Nicaragua, República Dominicana, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y Las Granadinas, Surinam y la República Bolivariana de Venezuela.
Los Estados miembros reciben crudo venezolano en condiciones preferenciales. Según información difundida por TeleSur, la escala de financiamiento se encuentra entre 5 y 50 % de la factura petrolera, tomando como referencia el precio de los hidrocarburos. El período de gracia para el financiamiento se extiende de uno a dos años y establece como período de pago hasta 25 años, reduciendo el interés a 1 % si el precio del petróleo supera los 40 dólares por barril.
“Este acuerdo es un ejemplo único de cooperación para el resto del mundo, ya que ha contribuido de manera significativa a la disminución de las cifras de subalimentación en la mayoría de sus países miembros”, explicó el Representante Regional de la FAO, Raúl Benítez, y ha permitido mejorar la disponibilidad, acceso y utilización de los alimentos de manera estable, aliviando la pobreza extrema y mejorando la calidad de vida de millones de personas.
Petrocaribe permitió la creación de un centenar de programas en los países que lo componen, entre los que podemos hallar ejemplos de iniciativas de alimentación escolar, ayudas directas a población vulnerable, apoyo a pequeños agricultores, construcción de plantas de procesamiento de alimentos, reconstrucción de vías agrícolas y formación de empresas socio-productivas de gran escala.
En la Feria Internacional de La Habana (Fihav) del 2014 se presentó, por ejemplo, la empresa socio-productiva Alba Alimentos en El Salvador, cuya estructura se inicia con los pequeños agricultores y termina con el procesamiento, empaque y comercialización de pequeñas producciones agroindustriales sostenibles.
Otros programas destacados sostenidos por Petrocaribe incluyen el impulso al desarrollo de la producción de arroz en el Valle de Artibonite en Haití, y la Compañía de Apoyo a los Campesinos en San Vicente y las Granadinas, la cual entrega créditos a pequeños productores para que aumenten y diversifiquen su producción.
“La suma de todas estas iniciativas, que atacan las múltiples aristas del problema del hambre y la pobreza, han generado un enorme impacto sobre el desarrollo y la seguridad alimentaria de los países y de la región en su conjunto”, concluyó Benítez.