El año 1899 marcó algunos cambios importantes en la vida de los cubanos y trajo también muchas incertidumbres. En diciembre de 1898 se había firmado el Tratado de Paz entre Estados Unidos y España, lo que formalmente puso fin al conflicto bélico iniciado entre ambos paises cuando el primero intervino en la guerra cbano española. Por el llamado Tratado de País, Cuba quedaría ocupada militarmente por la nueva potencia norteña, de acuedo con los térmnos de su primer artículo:
España renuncia todo derecho de soberanía y propiedad sobre Cuba.
En atención a que dicha Isla va a ser ocupada por los Estados Unidos, los Estados Unidos, mientras dure su ocupación, tomarán sobre sí y cumplirán las obligaciones que por el hecho de ocuparla, les impone el Derecho Internacional, para la protección de vidas y haciendas.[1]
A partir del 1ro de enero de 1899 se inició, en términos oficiales, la ocupación estadounidense de la Isla que salía de una cruenta guerra. El ocupante se preocupó por saber, entre otros aspectos, los recursos humanos con que contaba Cuba y sus características, de ahí que ese primer año realizara un Censo que ofreció un retrato de su población en aquel momento.
El primer dato relevante fue el total de población: 1 572 797 habitantes.[2] Esto mostraba una disminución importante, pues el último censo realizado en tiempos del dominio español, en 1887, había arrojado un total de 1 631 687 habitantes. A partir de estas cifras, se han realizado diversos cálculos acerca de la disminución real de población pues no se trata solo de restar, sino que debe tenerse en cuenta el crecimiento natural en aquellos años, de ahí que se manejen diferentes montos, de los cuales parece ser el de 200 000 el más cercano a la realidad. Esto pone en evidencia el costo de la guerra en vidas humanas, no solo por los fallecidos en combate sino, sobre todo, por efectos de las epidemias y las terribles condiciones de vida impuestas por la política de reconcentración que había decretado el mando español.
Las provincias más pobladas en aquel año fueron, en primer lugar, La Habana con 424, 811 habitantes, a la que siguió Santa Clara con 356, 537, después Santiago de Cuba, Matanzas, Pinar del Rio y Puerto Príncipe. Estos datos se refieren a población general pues la densidad de población por provincia, es decir, habitantes por milla cuadrada, tenía en primer lugar a La Habana con 153 mientras el resto estaba más alejado de esa cifra pues seguían, por ese orden, Matanzas con 55, Santa Clara con 37, Pinar del Río con 35, Santiago de Cuba 26 y Puerto Príncipe 8.
En los datos del censo se puede también observar en qué provincias se había producido una mayor merma, lo que se concentraba en las occidentales: Pinar del Río, Matanzas y La Habana. Por otra parte, había una ligera mayoría de población rural que resultaba más marcada en algunas provincias como Pinar del Río y Santiago de Cuba, mientras La Habana y Matanzas eran básicamente urbanas.
Un aspecto de interés resulta el lugar de nacimiento de aquellas personas. La mayoría, por supuesto, había nacido en Cuba; pero había una cantidad considerable de nacidos en el extranjero que habitaban en la Isla, de los cuales, los nativos de España constituían la mayoría: 129,240. A los españoles continuaba el grupo de nacidos en China, inmigración que había comenzado a arribar desde mediados del siglo XIX y que para esa fecha hacía un total de 14,863 personas. A estos seguían los originarios de África, pues aún quedaban muchos antiguos esclavos que habían arribado a costas cubanas en el infame negocio de la trata. Eran 12,953. El cuarto lugar lo ocupaban los nacidos en Estados Unidos pues con el inicio de la ocupación se incentivó ese flujo migratorio, ofreciendo facilidades para fomentar colonias agrícolas en algunos lugares de Cuba, como la zona avileña o la Isla de Pinos. Ese año se censaban 6,444 nativos de ese país.
En las cifras del censo aparecen extranjeros de muy diversos lugares como Puerto Rico, Las Antillas, México, Sudamérica y también se registran naturales de países europeos como Francia, Inglaterra o Alemania, entre otros, pero en esos casos hay que tomar en cuenta que había personas oriundas de islas caribeñas que eran colonias de potencias del viejo continente y, por tanto, aparecían con la nacionalidad de sus metrópolis. Lo cierto es que en 1899 residían en Cuba un total de 172,535 personas nacidas en otras partes del mundo, la mayoría de las cuales estaban comprendidas en la edad laboral, es decir, entre 14 y 65 años. Esta circunstancia complejizaba la situación social de Cuba.
Un aspecto que ilustra la situación de la Isla al salir del dominio español es el nivel de instrucción. Dentro de la población con diez años o más (1 215,810), no sabían leer ni escribir 690,565, mientras que 443,670 sabían leer y escribir, pero había la cantidad de 32,772 que solo leían pues no escribían. Es decir, el 56,8% de la población era analfabeta, grupo en el cual también pueden observarse diferencias a su interior: los clasificados “de color” (que incluía a los de raza amarilla) constituían el 72,1% de los analfabetos, a pesar de representar solo algo más del 30% de la población. Las mujeres también acusaban un índice de analfabetismo superior al de los hombres pues tenía esa condición el 58,3% de las féminas, mientras que para los hombres la cifra era de 55,4%.[3]
En relación con los niveles de instrucción, se puede observar otro aspecto de interés: había 19,158 personas que tenían instrucción superior, de las cuales 15 328 eran varones, mientras solo 3,830 eran hembras. Pero hay otro aspecto importante en este rubro: blancos nativos con instrucción superior eran 14,065, blancos extranjeros 4,578 y solo 515 “de color”. Este rubro se veía empeorado con los datos acerca de la asistencia escolar o, con mayor precisión, la no asistencia a las escuelas. Había 316,428 niños menores de diez años que no asistían a la escuela, mientras 40,559 sí asistían, lo que evidencia una situación muy difícil en este aspecto y en la perspectiva de futuro.
Las profesiones de la población resultaba un índice muy útil para los ocupantes, a la vez que es ilustrativo de las ocupaciones en aquel año. La mayoría de los que tenían ocupación clasificaban en el grupo de agricultores, pescadores y mineros (299,197), de los cuales más de 292 mil eran varones, y el otro grupo mayoritario era el agrupado en “servicio doméstico y personal” que comprendía a 141,936 personas, en el cual había una importante presencia femenina pues 46,167 eran hembras. En manufacturas e industria mecánica se empleaban 93,034 y menos aún en comercio y transporte: 79,427. Sin embargo, la cifra mayor no correspondía a ninguna de estas actividades, sino a la cantidad de personas “sin ocupación lucrativa” que eran 950, 467, de los cuales 259, 231 eran varones, es decir, los que tenían la responsabilidad del mantenimiento de la familia, de acuerdo con los cánones de la época.
Un asunto que muestra los graves problemas de la sociedad cubana que salía de la guerra es el trabajo infantil, pues había 1,193 niños menores de 10 años trabajando en el grupo de agricultores, pescadores y mineros, además de los que trabajaban en otros rubros, entre los que se destaca el de servicios personales con 720. A su vez, entre los comprendidos entre 10 y 14 años había 11,256 trabajando en servicios personales, 4,578 en manufacturas e industria mecánica, además de los miles que trabajaban como agricultores, pescadores y mineros y en comercio y transporte. Era una dolorosa situación.
Un elemento esclarecedor de la situación de la sociedad cubana en 1899 es el desglose de las profesiones por sexo y raza. Por ejemplo, entre los abogados, 1,406 eran hombres y ninguna mujer, además 1,281 eran blancos nativos y 172 blancos extranjeros, cuando solo 3 eran de color; sin embargo, entre los jornaleros, había 350,517 varones y 8,860 hembras, de cuyo total de color eran 114,206 varones y 7,394 hembras. En los denominados “criados” había 18,657 varones y 22,807 hembras, entre los cuales, una vez más, los de color tenían una importante presencia con 11,289 varones y 17,390 hembras. En contraste, había 1,223 médicos y cirujanos hombres y ninguna mujer, de los cuales solo 10 eran de color, mientras de los 617 ingenieros civiles y agrimensores varones (ninguna mujer en esa profesión), eran de color 42. En las cifras de maestros encontramos un total de 1,206 hombres y 1,502 hembras, con la presencia de 31 varones de color y 71 hembras de igual clasificación. Sin duda, las desigualdades, la falta de oportunidades para una parte importante de la población se hacía muy evidente.
En el censo se recogen otras informaciones como las condiciones de las viviendas, las fuentes de abastecimiento de agua, los sistemas de letrinas y datos de la situación de las tierras y su explotación. En estos aspectos hay datos ilustrativos, como el abastecimiento de agua pues, de las 262,724 casas, solo 41,748 la recibían por acueducto.
Los datos del censo, que se desglosan por municipios y provincias, ofrecen un panorama bastante detallado de la población de Cuba en 1899, con sus grandes problemas sociales, lo que resulta una fuente muy valiosa para el estudio de aquella sociedad; pero no fue ese el propósito de quienes lo programaron. Para el gobierno de ocupación resultaba muy importante tener la información más precisa posible acerca de Cuba, en lo que los detalles de la población tenían una gran importancia. Esas informaciones, como la prospección del subsuelo y otras indagaciones, posibilitaban diseñar políticas.
La composición de la población de Cuba al terminar el dominio español resulta un elemento importante para entender muchos de los problemas que tenía la sociedad de entonces, así como los retos que debía enfrentar y también la política que fue diseñando el mando militar estadounidense en Cuba en aquellos inciertos años.
[1] Hortensia Pichardo: Documentos para la Historia de Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1868, T I, 541
[2] Todos los datos del censo están tomados de Departamento de la Guerra. Oficina del Director del Censo en Cuba: Informe sobre el Censo de Cuba. 1899. Washington, USA, 1899. El censo se realizó el 16 de octubre de 1899.
[3] Los datos en por cientos están tomados de Centro de Estudios Demográficos: La población en Cuba. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1976.
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Profesora titular
Como puedo saber si un ciudadano fue censado como español.
Gracias, saludos Edilia