Por: Vivian Bustamante
La firma de 147 trabajadores y dos hojas pidiendo garantías salariales y el rescate de una producción que es la base para la elaboración de compotas hacen muy pesada la carta acabadita de llegar, enviada por obreros de la fábrica de conservas de vegetales La Manzanillera, en Granma.
Refiere que desde inicios del 2014 han afrontado problemas con la evacuación de los residuales, lo cual unido a la falta de materias primas derivó en un considerable número de horas de interrupción para los vinculados directamente a la producción, con la consabida afectación salarial.
Una inversión en veremos para erradicar la citada obstrucción y cosechas regulares de tomate y mango se confabularon para ese resultado, que sigue el mismo curso porque “estamos en plena zafra de la guayaba y la frutabomba y corremos el riesgo de perderlas”, a pesar de que “estas producciones son la base de la fabricación de compotas de una buena parte del país”, explica en el texto.
Por supuesto que a esa preocupación se une la de cómo llevar el sustento a la familia y también cómo cumplir sus deudas con el Banco, pues cuando se decidieron a enviar estas líneas había “138 trabajadores acogidos a créditos y el salario percibido en estos meses no rebasa el 60 % de lo que deben abonar”.
Además, les llama la atención que solo ellos son afectados por los mencionados factores, pues el resto del personal de la unidad económica básica, como oficinistas y directivos, no ha sido perjudicado salarialmente.
¿Tendrá que ver este caso con otros tramitados por esta sección en los que la ineficacia y erradas decisiones administrativas desestimulan el quehacer productivo?