Amaury Padrón pudo haber sido diseñador, pero en el primer año de la carrera comprendió que ese no era su camino, y decidió dejar los estudios. Fue un paso difícil, pues la familia aspiraba a que el joven se convirtiera en universitario.
Transcurría la década del 90 del pasado siglo y cuenta que no se quedó detenido en la casa. “En 1998, empecé a trabajar como fregador en los talleres del antiguo CEATM (hoy empresa de Recuperación de Materias Prima), en el Cotorro”, cuenta y añade que ahí encontró su verdadero camino pues se apasionó por la mecánica.
“Comencé a hacer algunos trabajitos, asesorado por mecánicos de experiencia. En mi caso, fue fundamental Ernesto Simón Pérez, excelente profesional. Yo lo mismo reparaba un motor que una caja de velocidad. Y así transité por las diferentes categorías”.
Ya estaba convencido de que esa era su verdadera vocación, e ingresó en el Instituto Superior Politécnico José Antonio Echeverria (CUJAE) para estudiar ingeniería mecánica a través del curso para Trabajadores. Felizmente, no solo concluyó su licenciatura, sino que encontró el amor de su vida: Erelis Fabelo, con quien constituyó una hermosa familia.
Si bien no es dado a recordar fechas, sí se acuerda muy bien que se graduó en el 2008, pues al año siguiente nació su hijo Alejandro. Tiempo después nacería Adamaris; los dos retoños son los tesoros de existencia.
En la actualidad, Amaury se desempeña como jefe del taller de Transporte de la Empresa Comercializadora, Importadora-Exportadora de la Industria Ligera (Encomil), en La Habana.
La superación, afirma, tiene que ser constante. “Hay que mantener los conocimientos actualizados porque las tecnologías cambian todos los días”, asegura.
Para él, como para todo el colectivo, es una gran responsabilidad mantener el coeficiente de disponibilidad técnica de los equipos, no obstante, las limitaciones existentes con las piezas de repuesto.
Por eso valora de vital el aporte que dan los innovadores y racionalizadores. “En mi unidad todos son innovadores: un tornero, un electricista, un mecánico, un ingeniero, todos aportan. Eso se convierte en algo cotidiano y no siempre se reconoce”.
Participante activo de los fórums de ciencia y técnica que se realizan en su entidad y dispuesto a brindar sus saberes, le pregunto si cuenta con algún reconocimiento como innovador y expresa que no. “Encontré mi camino y hago lo que me gusta, eso es lo importante”.
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Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.