Cargando...Estados Unidos registró el lunes más de un millón de casos de coronavirus, una cifra diaria que no se había reportado en ningún lugar del mundo durante esta pandemia.
De acuerdo con un balance de la Universidad Johns Hopkins, la nación norteña registró concretamente un millón ochenta mil 211 nuevos casos el 3 de enero, mientras que ocurrieron mil 688 muertes en 24 horas.
En los últimos siete días, el país ha registrado tres millones cuatrocientos mil contagios, una media de 486 mil por jornada, comparado con el récord anterior de 258 mil casos diarios, alcanzado en la semana del 5 al 11 de enero de 2021.
El alza en las cifras se corresponde con el impacto que está teniendo la variante ómicron, que golpea con fuerza al país, donde el aumento de casos era casi vertical, en palabras de Anthony Fauci, principal consejero del gobierno en la lucha contra la pandemia.
Para Fauci, la aceleración de los casos no tiene precedentes, ha ido mucho más allá de cualquier otra cosa que se haya visto antes en la pandemia, y se declaró preocupado de que la variante ómicron abrume al sistema de atención médica de Estados Unidos y cause una gran alteración en otros servicios esenciales.
Ómicron representó alrededor del 59 por ciento de los positivos registrados en la nación norteña en la semana que terminó el 25 de diciembre, pero el principal epidemiólogo del país dio cierta esperanza, al remitirse al caso de Sudáfrica.
Allí se detectó por primera vez la nueva variante del SARS-CoV-2, a finales de noviembre, seguido de un incremento notable de los casos, aunque decayeron al mismo ritmo en cuestión de semanas.
De hecho, las tasas de mortalidad y hospitalizaciones en Estados Unidos han sido mucho más bajas en esta ola que en las anteriores.
El país registró nueve mil 382 muertes de COVID-19 en los últimos siete días, un 10 por ciento menos que la semana anterior.
El actual brote representa una pesada carga para sectores vitales de la economía estadounidense, como los hospitales y la industria aérea, que tienen un gran número de empleados infectados.
La explosión de casos ha llevado a muchas empresas a empezar el año con una vuelta al teletrabajo, una fórmula que poco a poco habían ido abandonando durante 2021 o que esperaban desterrar en el 2022.
Entre tanto, algunos sistemas escolares de Estados Unidos ampliaron sus vacaciones este lunes o volvieron a impartir clases por internet debido a la explosión de casos de COVID-19, mientras que otros continuaron con las clases presenciales.
Los distritos escolares de ciudades como Milwaukee, Nueva York, Detroit y otras se encuentran en una especie de fuego cruzado entre las súplicas de los profesores, temerosos del contagio, y de los padres, que quieren que sus hijos asistan a clases.
La ciudad de Nueva York, sede del mayor sistema escolar público de Estados Unidos, reabrió las aulas a cerca de un millón de estudiantes con una reserva de kits de pruebas diagnósticas de COVID-19 para llevar a casa, y planea duplicar el número de análisis aleatorios realizados en las escuelas.
Aunque el sindicato de profesores solicitó que se pospusieran las clases presenciales durante una semana, los funcionarios municipales recordaron que los requisitos de mascarilla, las pruebas diagnósticas y otras medidas preventivas hacen que los niños estén seguros en la escuela.
La ciudad también tiene un mandato de vacunación para los empleados municipales.
Los nuevos casos de COVID-19 en Nueva York se dispararon de un promedio diario de alrededor de 17 mil en la semana previa a las vacaciones a casi 37 mil la semana pasada. (Noticiero Nacional de Radio)
(Tomado de radiorebelde.cu)
