¿Qué problemas existen con la remuneración a los innovadores? ¿Por qué hay entidades que incumplen lo establecido en la Ley 38? ¿A qué se debe la falta de aseguramiento a los planes temáticos y el insuficiente apoyo a las tareas de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (Anir) por parte de los cuadros sindicales de base?
Esas y otras interrogantes han sido planteadas y analizadas en muchos de los debates ocurridos durante las conferencias municipales de la Asociación, que por estos días se realizan en el país, previo a su Primera Conferencia Nacional que tendrá lugar en el mes de octubre.
El importante aporte que dan estos hombres y mujeres en los diferentes sectores, clave en la sustitución de importaciones y el ahorro de portadores energéticos, ha sido resaltado en los encuentros, según expresó a Trabajadores Alfredo Machado, presidente de la Anir.
“De acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística e Información el efecto económico de las innovaciones y racionalizaciones durante el 2013 fue de 757,3 millones de pesos”, acotó.
Machado dijo que hasta la fecha se han efectuado más del 50 % de estas reuniones —están previstas 102—. Otro aspecto que destacó fue el proceso de renovación o ratificación de mandatos de las organizaciones de base (los comités de innovadores y racionalizadores —CIR—) desarrollado durante los meses de diciembre del 2013 y febrero del presente año.
En reiteradas ocasiones se ha señalado que la Ley 38 necesita ser actualizada para que en verdad sea un estímulo al innovador, ¿en qué estado se encuentra?
En relación con ello, existen serios problemas. En principio deben registrarse las innovaciones, que funcionen comisiones capaces de evaluar los trabajos y determinen su efecto económico o social, que se remunere y reconozca la labor de los innovadores y, de ser posible, sean generalizadas las soluciones, etcétera.
Decenas de Lineamientos de la Política Económica y Social aprobados por el VI Congreso del Partido enfatizan en la necesidad del ahorro, la sustitución de importaciones, la fabricación y recuperación de piezas de repuesto; la eficiencia económica, entre otros aspectos. Resulta paradójico que los innovadores contribuyan concretamente a su instrumentación en la base y no siempre las administraciones presten la debida atención a su labor, incluso, siendo la ciencia, la tecnología y la innovación una categoría del plan o presupuesto de la economía.
No todas las entidades con actividad innovadora cumplen con lo estipulado por dicha norma; te digo más, no todas las que aplican el perfeccionamiento empresarial implementan el subsistema de gestión de la innovación.
Los aniristas insisten en la urgencia de su actualización…
Y tienen razón, resulta simbólica en muchos casos la remuneración que recibe el innovador; sin embargo, para mí el principal problema de la Ley no está en su actualización. Las transformaciones que tienen lugar en nuestro país, como parte del proceso, han demandado un gran esfuerzo en la revisión, actualización y creación de no pocas normas jurídicas, bajo un sistema de prioridades. Te aseguro que se trabaja en esa dirección, y oportunamente, dentro del sistema de ciencia del país, se resolverá.
No obstante, reitero, la principal dificultad está en que se aplica de manera parcial, o sencillamente, algunas administraciones se arrogan el derecho de no hacerlo y, las secciones sindicales y nosotros, no exigimos lo suficiente para revertir esa situación.
La integración de factores lograda en las conferencias municipales y la caracterización de esta situación favorecerán incuestionablemente su transformación.
¿Qué importancia tiene el plan temático a la hora de la planificación?
Es vital tener en cuenta dentro del proceso del presupuesto la planificación de los recursos financieros y materiales requeridos para enfrentar las soluciones a dificultades reflejadas en los planes temáticos, derivadas del banco de problemas de la entidad, y esa responsabilidad es netamente administrativa.
Las irregularidades presentes en ese paso intervienen inexorablemente a la hora de desarrollar las innovaciones. Yo diría que aquí radica un tema medular, que ha ido ganando terreno en la planificación. Esta es la herramienta que nos permite dirigir las innovaciones hacia la solución de los problemas fundamentales.
¿Cómo funciona la Anir en las empresas mixtas? ¿Se protege la propiedad intelectual?
Lo más significativo es que los innovadores hacen su parte, aunque no logramos que las organizaciones de base funcionen por igual en las entidades que laboran en estas condiciones. Si bien te puedo asegurar, por ejemplo, que en Bravo S.A. existe un magnífico control y funcionamiento de la Anir, en las entidades mixtas de cemento de Mariel y Cienfuegos, no hemos logrado que se aplique la Ley 38, pese a los esfuerzos hechos de conjunto con el sindicato.
El destino que podrá tomar una solución en estas condiciones es realmente incierto y lo más doloroso es que se reducen costos, se alarga la vida útil de equipos y medios; se gana en eficiencia económica y al final, el afectado siempre es el trabajador y en estos casos particulares, el país. Considero que la nueva Ley de Inversión Extranjera aprobada recientemente por la Asamblea Nacional contribuirá a darle respuesta.
La generalización de los resultados de los innovadores ha estado en el centro del debate durante años. ¿Qué ocurre con ello? ¿De quién es la responsabilidad?
Es administrativa, es una categoría del plan o presupuesto de las entidades; no obstante, intervienen muchos factores, en alguna medida las dificultades que enunciamos al inicio —y no son las únicas— aportan elementos para el análisis de este aspecto, que en nada resulta sencillo por evidente que parezca.
Debía suceder que después de comprobada la efectividad de la solución en su año de aplicación, donde primero se generalice sea en la propia entidad, después a nivel de la rama y territorio, y, finalmente, en el país.
Los organismos deben tener un plan de generalización, pero si estos no lo controlan y chequean sistemáticamente; si no hay una acción más efectiva por parte de los dirigentes de la Anir y los sindicatos, difícilmente se pueda materializar.
Desde su punto de vista, ¿qué papel le corresponde al sindicato en torno al trabajo de la Anir?
El papel del sindicato es clave; los innovadores son en primera instancia afiliados, a quienes la Ley 38 y el resto de las normativas que la complementan, les confiere otros derechos, y el sindicato tiene que velar porque se respeten.
Le corresponde favorecer y exigir por el funcionamiento de los CIR y evaluar periódicamente la labor de estos trabajadores en las asambleas de afiliados, de representantes, en los consejos de dirección y en todos los niveles.
¿Cuáles son las expectativas sobre la Conferencia Nacional?
El XX Congreso de la CTC nos puso la varilla alta: fueron debatidos de manera integral temas medulares en torno al papel de la Asociación en función de la economía en la base. Contamos, como ya expresé, con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido, particularmente el número 139.
Ahí se enfatiza la necesidad de “…estimular la creatividad de los colectivos laborales de base y fortalecer su participación en la solución de los problemas tecnológicos de la producción…” —esencia misma de la Anir— y con la enorme fortaleza de tener organizados a más de 214 mil innovadores que a diario contribuyen a la vitalidad de nuestras fábricas, equipos y medios y a que se puedan sortear las limitaciones financieras y materiales.
El reto mayor está en nosotros; en lograr un mejor funcionamiento de las organizaciones de base y que este se traduzca en mayores aportes a la economía y la sociedad cubanas.
Acerca del autor
Graduada en Licenciatura en Periodismo en la Facultad de Filología, en la Universidad de La Habana en 1984. Edita la separata EconoMía y aborda además temas relacionados con la sociedad. Ha realizado Diplomados y Postgrados en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. En su blog Nieves.cu trata con regularidad asuntos vinculados a la familia y el medio ambiente.