Por René Tamayo León
¿Cómo incrementar la producción de alimentos?, fue la pregunta del viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca en la reunión de trabajo del ejecutivo nacional con los directivos del sector agropecuario no cañero. «Lo primero que hay que hacer —dijo respondiéndola— es atender al productor primario».
El vicepremier manifestó, empero, que «hay una desvinculación entre las bases productivas y las estructuras empresariales y estales de la agricultura cubana». Si no es así, «¿por qué hay más de 2 000 cooperativas con problemas económicos y financieros? Y eso viene desde antes de la Tarea Ordenamiento», dijo.
Hacia un debate realista derivó la reunión del Jefe del Gobierno de la República, Manuel Marrero Cruz, con los directivos del Ministerio de la Agricultura (Minag) y de su sistema empresarial, dedicada a analizar las proyecciones de trabajo del sector en 2021.
«El pueblo no come planes», sentenció el Premier en una intervención serena pero crítica que compartió, mediante videoconferencia, con unos 200 funcionarios del ramo, tanto del nivel nacional como el territorial.
La producción de alimentos es el tema más sensible que afrontamos hoy. Constituye un problema de seguridad nacional — señaló— y ante la demanda tan insatisfecha que tenemos y las limitaciones materiales y financieras hay que trabajar más.
Tenemos que aplicar la ciencia, la innovación y establecernos objetivos, metas e indicadores para medir en todo momento los resultados, porque resultados es lo que necesita la población, expuso el Jefe del Gobierno de la República.
Y tenemos que lograr esos resultados con los recursos propios, sin pensar en las importaciones de insumos —cuando lleguen, bien, pero deben verse como un extra—. Tenemos que buscar soluciones alternativas, enfatizó.
Marrero evaluó las diferentes indicaciones emitidas por la dirección del país para la producción de alimentos y que deben lograrse a corto o mediano plazo.
Sobre la estrategia del autoabastecimiento municipal y la entrega mensual de 30 libras per cápita de viandas, hortalizas, frutas y granos, alertó no dejarnos engañar por las estadísticas. Algunos territorios se acercan a esa meta, pero otros muchos no, y hay lugares donde no se vende nada por largos tiempos, denunció.
Marrero Cruz fue crítico igualmente ante el total incumplimiento de los planes de entrega de carne de ganador menor y de cerdo, así como con el hecho de que Cuba tenga que importar prácticamente todo el pollo que consume.
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz dedicó casi hasta su último minuto de vida a investigar sobre las plantas proteicas, incluidas las de alimento animal. Es un resultado científico que está ahí, sin embargo, no se ha generalizado lo suficiente, reclamó el Primer Ministro.
Con respecto al programa de la agricultura urbana, suburbana y familiar, una iniciativa del General de Ejército Raúl Castro Ruz, subrayó «que ha sido una actividad bien atendida, pero tenemos insatisfacciones. Hay mucho que hacer aún en esto».
Marrero reseñó así la gran cantidad de patios y parcelas que todavía no producen. «Tenemos que ir a tocar las puertas a esas familias e incentivarlas a que cultiven esos espacios para consumo propio y el de la comunidad», indicó.
Sobre la entrega de tierras en usufructo, que han superado las dos millones de hectáreas y beneficiado a más de 200 000 personas, reprochó tanto la burocracia que en algunos momentos han marcado este proceso como la falta de control para que se trabajen según los propósitos con que se concedió.
Recordó que el 73 por ciento de las tierras cultivables del país la laboran formas de gestión no estatal, pero los resultados que se han obtenido no son los esperados. Marrero Cruz orientó trabajar más con los campesinos; «tenemos que atender mejor a los productores, escucharlos, compartir con ellos».
Indicó prestar más cuidado a las comunidades. Tenemos que esmerarnos más con los hijos de los campesinos, si no quién va a trabajar la tierra». Los jóvenes del campo son de estos tiempos. Las comunidades rurales necesitan tener y brindar una vida moderna, añadió.
El Jefe del Gobierno de la República analizó además la situación de los impagos a los productores, una situación recurrente a la que hay que ponerle fin. Ellos son los que trabajan la tierra, los que producen, ¿cómo no se les va a pagar?
Al concluir la reunión con el sistema del Minag, explicó a los participantes que sus críticas no tenían como objetivo desanimarlos. «Nosotros sabemos que ustedes trabajan mucho, de domingo a domingo, pero los resultados no son suficientes».
Los hombres y mujeres de la agricultura cubana sabrán enfrentar estas insuficiencias y adoptar las medidas para resolverlas, les dijo.
Sabemos que ustedes no le fallarán al pueblo, que trabajan y trabajarán para garantizar la alimentación y la prosperidad que demanda nuestro pueblo, señaló finalmente Marrero Cruz.
Moderado por el Ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez Rollero, en el encuentro participaron también el Vicepresidente de la República, Salvador Valdés Mesa, y el viceprimer ministro Ricardo Cabrisas Ruíz.
(Tomado de Presidencia Cuba)
Podría establecerse libertad de precios para los productos agropecuarios y libertad para comercializar estos productos. Cada agricultor fijará estos precios de acuerdo a sus costos reales. Por otra parte el Estado pone término a subsidios, ayudas y tarifas preferenciales ahorrando dinero para dedicarlo a otras necesidades. Es muy probable que estas sanas medidas estimulen rápidamente la actividad que podrá absorber mucha mano de obra que actualmente no trabaja debido a los bajos salarios.
«73 por ciento de las tierras cultivables del país la laboran formas de gestión no estatal, pero los resultados que se han obtenido no son los esperados»…
¿Pudieramos aplicar el mismo razonamiento en proporciones similares o parecidas en el caso del cultivo del tabaco?.
¿Por qué los resultados son diferentes para algunos productos y para otros no?.
A caso será debido al estímulo de ingresos con un signo monetario diferente para unos y para otro tipo de producción. A caso depende según el caso, de su cualidad unitaria, o cambiaria, de que hayamos incluso tras incremento salarial y reformulaciones de precios, descaptalizado la demanda nacional, o el reconicimiento social de suministro al mercado nacional; a caso depende del sistema de comercialización diferente, en fin… ¿del mismo, hombre, campesino cubano, de mismos insumos e implementos para trabajar la tierra?.
Nos toca averiguar qué hace la diferencia, si lo podemos hacer con la ayuda de la ciencia, mejor…
Muy acertado el razonamiento hecho de que el pueblo no se alimenta de planes, ni toneladas… tal vez sí lo haga de productos realizables por libras, onzas y unidades que pueda adquirirlos en alguna de las tarimas o vitrinas de nuestros mercados.
Gracias.
Precisa y oportuna crítica del Primer Ministro a la ineficaz gestión y muy deficientes resultados de las entidades concernidas y la producción agropecuaria en el país, con estadísticas y planes de producción muchas veces irreales e incumplidos, de ahí la gran escasez actual de casi todos los renglones, lo mismo azúcar, café, granos, viandas, cárnicos y un largo etcétera. La triste realidad es que la mayoría de entidades productoras agropecuarias (lamentablemente también las de muchos otros sectores de la economia) se les ha permitido que sean durante decadas ineficientes y por supuesto ahora con los precios más altos de los insumos sus pérdidas son mucho mayores que antes. Antes del ordenamiento sin haber subido esos precios de los insumos ya los precios de venta de los productos agrícolas se habían disparado y multiplicado varias veces sin que ello estuviese justificado por un aumento significativo de los costos de producción. Se requieren grandes cambios organizativos, de cuadros capacitados para dar el salto que necesita el país en este sector estratégico y de gestión en sentido general. No es sólo con las rebajas de tarifas subsidiadas de electricidad o combustibles que se resolverá todo esto. Solo se podrá resolver de manera integral esta problemática el día que se rompa el nudo gordiano provocado por años de erratica planificación, organización, acopio, distribución y control de los ministerios y otras entidades implicadas. Se han fijado planes ficticios en producciones como la del azúcar aún cuando se conocía que las producciones iban en picada año tras año, o la del arroz que ha pasado de más de 300 mil toneladas cosechadas en el 2012 a unas 160 mil toneladas cosechadas el pasado año, sin que nada pueda justificar tan drástica caída, por solo mencionar dos rubros. Como conclusión el actual ordenamiento debe ir más allá de ajustes de precios de insumos o ventas de producciones, debe también incluir ordenar la labor de entidades concernidas y exigir que cumplan a cabalidad su misión estatal de organizar debidamente las fuerzas productivas y aprovechar todo el potencial no explotado en aras de obtener resultados concretos que resuelvan la problemática de la producción de alimentos que requiere nuestro pueblo cada día. Como bien apuntó el Primer Ministro el pueblo no come planes. Tampoco estadisticas de producciones que a veces están en un papel o informe de cumplimiento pero no llegan a las mesas de los hogares.
Precisa y oportuna crítica del Primer Ministro a la ineficaz gestión y muy deficientes resultados de las entidades concernidas y la producción agropecuaria en el país, con estadísticas y planes de producción muchas veces irreales e incumplidos, de ahí la gran escasez actual de casi todos los renglones, lo mismo azúcar, café, granos, viandas, cárnicos y un largo etcétera. La triste realidad es que la mayoría de entidades productoras agropecuarias (lamentablemente también las de muchos otros sectores de la economia) se les ha permitido que sean durante decadas ineficientes y por supuesto ahora con los precios más altos de los insumos sus pérdidas son mucho mayores que antes. Antes del ordenamiento sin haber subido esos precios de los insumos ya los precios de venta de los productos agrícolas se habían disparado y multiplicado varias veces sin que ello estuviese justificado por un aumento significativo de los costos de producción.
Se requieren grandes cambios organizativos, de cuadros capacitados para dar el salto que necesita el país en este sector estratégico y de gestión en sentido general. No es sólo con las rebajas de tarifas subsidiadas de electricidad o combustibles que se resolverá todo esto. Solo se podrá resolver de manera integral esta problemática el día que se rompa el nudo gordiano provocado por años de erratica planificación, organización, acopio, distribución y control de los ministerios y otras entidades implicadas. Se han fijado planes ficticios en producciones como la del azúcar aún cuando se conocía que las producciones iban en picada año tras año, o la del arroz que ha pasado de más de 300 mil toneladas cosechadas en el 2012 a unas 160 mil toneladas cosechadas el pasado año, sin que nada pueda justificar tan drástica caída, por solo mencionar dos rubros. Como conclusión el actual ordenamiento debe ir más allá de ajustes de precios de insumos o ventas de producciones, debe también incluir ordenar la labor de entidades concernidas y exigir que cumplan a cabalidad su misión estatal de organizar debidamente las fuerzas productivas y aprovechar todo el potencial no explotado en aras de obtener resultados concretos que resuelvan la problemática de la producción de alimentos que requiere nuestro pueblo cada día. Como bien apuntó el Primer Ministro el pueblo no come planes. Tampoco estadisticas de producciones que a veces están en un papel o informe de cumplimiento pero no llegan a las mesas de los hogares.