Cargando...A 85 años del natalicio de Antonia Eiriz y 10 de la fundación de la casa taller que lleva su nombre, los promotores de la institución junto a reconocidos artistas de la plástica cubana se preparan para homenajear la huella de la que fuera catalogada la Goya de las Américas.
Para ello, el próximo 1 de abril se inaugurará una exposición personal de Roberto Fabelo, quien fuera su alumno por los años en que Antonia impartía clases en la Escuela Nacional de Artes.
Ñica, como la recuerdan sus vecinos, alumnos y amigos, marcó su impronta en las artes plásticas cubanas cuando se convirtió en la primera mujer en cultivar el expresionismo en el país.
Su obra, de marcado carácter violento y oscuro, sufrió la censura de personajes que no comprendían la verdadera esencia de la Revolución, de fomentar el arte en todas sus manifestaciones, desde la subjetividad del autor, esté vinculada o no a la política.
Estas contradicciones que pretendían sofocar la creación artística de Eiriz – que de hecho lo hicieron durante 25 años-, provocaron el enclaustramiento de la pintora en su casa, enclaustramiento que aunque no produjo frutos personales, dio pie a un milagro materializado en las muchas personas que se beneficiaron con el aprendizaje de las técnicas de papier maché.
Con medicinas, tierra e imaginación, elaboró sus pinturas para dibujar los objetos de papier maché. Así fue como Antonia se acercó a sus vecinos, personas atadas a la marginalidad, el machismo, el bajo nivel académico y la insalubridad, para convertirlos en amantes de las artes.
Quiso el destino que muriera en tierra extrajera, pero su obra no ha muerto, se multiplicó en la restauración de su casa natal (en el 2004) hoy Sitio Patrimonial, donde personas de todas las edades, niños con disfunciones motoras, auditivas, problemas conductuales, o sin amparo filial; reclusos de las dos prisiones existentes en el municipio donde está enclavada la casa, San Miguel del Padrón, y enfermos del VIH- SIDA, reciben talleres como ella lo hiciera y con las nuevas tendencias artísticas.
Sirva entonces este año para reverenciar su legado y llevarlo a niveles superiores, para que su obra sea reconocida y cada cubano disfrute del placer de contar con una de las grandes musas dela pintura del siglo pasado, Ñica, la Goya de las Américas.
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