La avileña Yisel Camejo Prado, sicóloga de la Selección Nacional de Gimnasia Rítmica de Venezuela, tiene 31 años de edad y ante la amenaza de la COVID-19 reacciona como una mujer adulta y de fuertes convicciones: “Regresé de mis vacaciones en Cuba y un día después el presidente Nicolás Maduro decretó cuarentena social en siete Estados y casi seguido para todo el país”, recuerda.
“Eso fue algo realmente impresionante, pero me siento tranquila, porque veo las precauciones tomadas acá para cuidarnos a nosotros y al pueblo; y, porque sé que mi familia en la Patria también está segura. Estoy convencida de que en Cuba, el Gobierno, el Sistema de Salud y el pueblo van a manejar esta situación de la mejor manera”.
Cumpliendo las indicaciones dictadas por las autoridades del país, ellas y sus compañeros de labor han cambiado sus rutinas diarias y ahora en un improvisado taller de corte y costura emplea el tiempo en la confección de nasobucos: “Me siento satisfecha y motivada. Estamos viviendo un momento histórico y haciendo lo que es importante y necesario. Así somos los cubanos en cualquier parte y bajo cualquier circunstancia”.
¿El cuarto de Arturo?
Los colaboradores cubanos de la Misión Deportiva en Venezuela, que trabajan en el asesoramiento de los atletas de alto rendimiento, ocupan habitaciones en los bajos de la sede del Instituto Nacional de Deportes (IND) y se acogen disciplinadamente a la cuarentena social, colectiva y voluntaria decretada para todo el país por el presidente constitucional Nicolás Maduro desde las 5:00 a.m. del pasado 17 de marzo.
Convocado por Carlos Bermúdez Izquierdo, jefe de la Misión Deportiva de Cuba en Venezuela, el equipo de prensa llegó a esas instalaciones, donde encuentran refugio seguro y desarrollan iniciativas creadoras varios compatriotas que han convertido en compromiso el apoyo a la batalla contra la pandemia.
“Este es el cuarto de todos y de ustedes también periodistas”, así nos recibió el habanero Ramón Rodríguez Nelson, quien obligado por las circunstancias ha hecho un alto en su habitual trabajo como preparador técnico de la Selección Nacional de Ciclismo Paralímpico.
“Cambié momentáneamente, dice confiado en que ellos y sus pupilos volverán a los terrenos, los pedales de la bicicleta por los de esta máquina de coser para fabricar nasobucos. Los primeros destinados a nuestros compañeros de la Misión Deportiva, pero si aparecen más recursos seguiremos produciendo en apoyo a la protección de los colaboradores cubanos”.
Ramón se refiere al cubículo donde reside el sicólogo de atletas discapacitados en Venezuela Arturo Córdova Batista, de Las Tunas, quien también puso su máquina de coser al servicio de esta tarea que cuenta con la participación del colectivo, integrado por médicos y entrenadores deportivos
del alto rendimiento, iniciativa que se extiende ya a otros Estados y misiones.
“Sabemos el peligro de la pandemia, dice Arturo, y es un deber contribuir a la protección de salud ante este peligroso coronavirus. Por eso di el paso al frente y estamos dispuestos a hacer cuántos sean necesarios”.
¿El resorte?
Según explica Carlos Bermúdez la iniciativa surgió después de que el doctor Reinol Delfín García Moreiro, jefe de la Misión Médica, llamó a hacer gestiones para que todos los colaboradores tuvieran acceso a los tapabocas e informó que esos artículos habían encarecido mucho su valor en el mercado.
“Entonces, argumenta, ese mismo día (lunes) en la tarde convocamos a la dirección de nuestra misión y a los coordinadores en los Estados de Miranda y Distrito Capital y les orientamos realizar un levantamiento entre los colaboradores sobre la existencia de algunas máquinas de coser y la
disposición de sus propietarios de ofrecerlas a este propósito”.
Cuenta que enseguida los médicos, fisioterapeutas, sicólogos y entrenadores de equipos nacionales de alto rendimiento, que trabajan con el IND, dieron el paso al frente y convirtieron uno de sus cuartos en apretado taller, donde confeccionan ese artículo salvador. El día de la visita ya habían
completado los que ellos necesitan y continúan fabricándolos para los demás colegas, los que ya suman 360 en todos los Estados del país.
Agrega que “los del Estado de Trujillo también se incorporaron con el apoyo de una amiga solidaria y en otras demarcaciones preparan las condiciones, para contribuir a contrarrestar la propagación del coronavirus entre nuestros colaboradores y la población en general.
Epílogo
“Estamos cumpliendo las orientaciones del presidente Nicolás Maduro sobre la cuarentena social y colectiva, enfatiza, pero al mismo tiempo realizamos en nuestras sedes tareas de control y de atención a las medidas sanitarias”, remarca Carlos Bermúdez.
Ramón Rodríguez Nelson, hace alrededor de 17 años que colabora en Venezuela de manera casi ininterrumpida. “Llegué, relata, en el año 2003, he participado en tres Juegos Olímpicos y Paralímpicos, he tenido la posibilidad de vivir con varias generaciones de atletas y admiro la manera
en que mis compatriotas han cumplido sus responsabilidades en diferentes etapas y situaciones complejas, siempre de una manera muy positiva, con mucha disciplina como nos ha enseñado la Revolución”.
Todos pidieron transmitir al Gobierno, al Partido, a familiares, amigos y compatriotas un mensaje de confianza y de optimismo frente a los desafíos que enfrenta el mundo, y llamaron a cumplir disciplinadamente todas las medidas orientadas por las autoridades.