Ella apenas encontró palabras para agradecer tanto cariño, tanto reconocimiento, tantos homenajes por su obra inmensa, por su entrega plena a la promoción de lo mejor del arte cubano. Lesbia Vent Dumois nunca se ha regodeado en la placidez del gabinete: incansable en su bregar cotidiano, eficaz y sensible en su labor de dirección.
Pero Lesbia es mucho más que una promotora, una organizadora… Es una artista plena. Su modestia no puede ocultar la contundencia de su creación, arraigada en la belleza y la fina poesía de la evocación. Fiesta de la memoria, de la nostalgia, de la filigrana… y al mismo tiempo, de decidido dramatismo.
Lesbia Vent Dumois es una mujer muy querida. Lo demuestra su extraordinaria convocatoria. Cientos de personas, entre amigos y admiradores, acudieron a la entrega de su Premio Nacional de Artes Plásticas, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Ella, esa tarde de sábado, era la imagen misma de la felicidad.