Cuba alcanzó este miércoles la cifra de cuatro millones de visitantes extranjeros, a pesar de las continuas restricciones impuestas por el gobierno de Donald Trump, que afectan directamente ese renglón de la economía nacional, según anunció en la red social Twitter, Manuel Marrero Cruz, ministro cubano de Turismo.
El recrudecimiento de la hostilidad del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos, se ha visto reflejado en la eliminación de instalaciones hoteleras cubanas de sistemas de búsqueda online, la prohibición de la entrada de cruceros a las bahías antillanas, así como la reducción de vuelos procedentes de territorio estadounidense hacia Cuba.
Sin embargo, el pasado mes de noviembre, Marrero Cruz declaró que a pesar de estas dificultades el turismo no se detiene, porque “nuestro gobierno ha mantenido la prioridad en los procesos inversionistas, seguimos reparando hoteles y construyendo otros, en aras de terminar este año unas cuatro mil habitaciones y para el 2020 estarán en ejecución otras cuatro mil 200,” señaló.
A pesar de que Canadá continúa como el mayor emisor de visitantes hacia el archipiélago cubano, el auge del llamado turismo cultural y de ciudad, con la capital y otras villas coloniales como epicentros de acción y el mantenimiento del confort y la excelencia del turismo de sol y playa, resultan atractivos que se abren paso en el interés de cientos de personas.
Aun cuando debido a la extraterritorialidad de la política de la Casa Blanca, cientos de personas de ese país no pueden conocer Cuba, resulta oportuno señalar que existen naciones donde el interés por la mayor de las Antillas continúa en ascenso.
Es el caso de la Federación Rusa, país que en la primera mitad del pasado año aportó 82 mil 655, sin embargo hasta agosto del 2019, la cifra asciende a 92 mil 467, o Portugal, con un aumento del 110 % de arribados, y Argentina cuya cifra de visitantes asciende de ocho mil 320 a ocho mil 939, refiere la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI).
En ese sentido, la designación de un consejero para el turismo a principios del 2020 en la embajada de La Habana en Beijing y la declaración del 2021, como año del intercambio turístico entre China y Cuba, forman parte de las iniciativas más importantes, propuestas para estimular la visita de los chinos a la Isla.
La política injerencista de la administración de Washington constituye el principal obstáculo que impide que esa cifra de cuatro millones visitantes internacionales sea mayor, y sus daños en el sector del ocio ascienden a unos 38 mil 722 millones de dólares, siendo el turismo estadounidense el más afectado por las restricciones de su propio gobierno.
(Tomado de ACN)