Cargando...La ceremonia de entrega del Premio de la Crítica Literaria 2018, convocado por el Instituto Cubano del Libro desde el Centro Cultural Dulce María Loynaz, tuvo lugar este viernes en la sala Federico García Lorca de esa institución. El galardón les fue otorgado a los títulos literarios o artísticos más importantes publicados por las casas editoriales cubanas durante ese año.
“No hay escritor cubano que no quiera tener uno de estos cuadritos colgando en la pared mejor iluminada de su casa”, pues “en el campo literario cubano, el Premio de la Crítica es una señal que legitima y promueve el trabajo tanto de autores como de editoriales (…), puesto que al lado de los autores existe toda una maquinaria con miles de pequeños resortes y engranajes sin cuyo funcionamiento más o menos concertado no habría libros ni lectores” expresó, a este respecto, José Luis Serrano, literato condecorado durante la gala.
Presidido en esta ocasión por Jesús David Curbelo e integrado además por los destacados intelectuales y creadores cubanos Rogelio Rodríguez Coronel, Basilia Papastamatíu, Rafael Grillo Laura Ruiz, María Antonia Borroto y Yunier Riquenes, el jurado deliberó durante más de dos meses para elegir a los ganadores de entre 82 libros presentados.
Por unanimidad fueron laureadas los volúmenes: No me preguntes cuándo, de Arturo Arango (Ediciones Matanzas); Para amanecer mañana, hay que dormir esta noche. Universos religiosos cubanos de antecedente africano: procesos, situaciones problemáticas, expresiones artísticas, de Lázara Menéndez (Editorial UH) y La Habana nuestra de cada día, de Laidi Fernández de Juan (Ediciones Boloña).
Premiadas por mayoría de votos, y completando las 10 obras galardonadas, se hallan Dice el musgo que brota. Antología de poesía para niños, de Eldys Baratute (Ediciones La Luz); Los perros de Amundsen, de José Luis Serrano (Editorial Letras Cubanas); Todas las patas al aire, de Rafael de Águila (Fondo Editorial Casa de las Américas); El cuaderno de los disparates, de Julio Travieso (Ediciones Unión); El frío de vivir, de Sergio García Zamora (Editorial Capiro); Correspondencia de Fernando Ortiz. Compilación y notas, de Trinidad Pérez Valdés (Fundación Fernando Ortiz); y Epistolario. Julián del Casal, de Leonardo Sarría (Editorial UH).
En nombre delos jueces, Borroto comentó que “las obras premiadas indagan en la construcción del ser, bien sea el emigrado que se rehace en un nuevo entorno cultural, el poeta como ser de excepción, la cotidianidad inclemente que se vivencia con un humor a veces amargo, el diálogo y pervivencia de los ancestros en las prácticas simbólicas del presente o en el texto que, como el batón en las carreras, se deja a los niños… Aventar ideas rancias y volar: que a ello nos convoque siempre este premio”.
Presidieron la ceremonia Iliana López Izquierdo, viceministra de cultura, Miguel Barnet, presidente de la Fundación Fernando Ortiz y presidente de honor de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), Rafael González Muñoz, presidente de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), el doctor Pedro Ureña, ministro consejero de la embajada de República Dominicana, Juan Rodríguez Cabrera, presidente del Instituto Cubano del Libro, y Josué Pérez Rodríguez, director de la institución anfitriona. Asimismo, estuvieron presentes merecedores de premios nacionales en diversas áreas de la creación, así como escritores, editores, otras personalidades de la cultura, familiares y amigos de los ganadores.
Pérez Rodríguez anunció que la institución que dirige ofrecerá, en junio de 2020, un curso de crítica literaria para escritores menores de 35 años, el cual será impartido por importantes profesionales en dicha rama de la escritura en aras de formar a la próxima generación.
Las palabras de clausura corrieron a cargo de Rodríguez Cabrera, quien exhortó a “trabajar todos los días porque el libro cubano siga jugando el papel que le corresponde y nuestros autores, principal riqueza del país, junto a todos los que hacen posible el libro, se sientan reconocidos y nos ayuden a seguir librando la batalla por regalar el mejor libro posible a nuestro pueblo, que es el destinatario final y quien más lo merece”.
