El enfermero Jorge Gutiérrez Aparicio no carga con las reprimendas por llevar unas cuantas libritas de más, sino debido a los reiterados llamados porque asiste sin uniforme a su centro laboral, el Hospital Provincial Universitario Arnaldo Milián Castro, ubicado en el municipio de Santa Clara, Villa Clara.
Explica en el segundo párrafo de la misiva a Buzón abierto que mide 1,87 m y su peso corporal es de 250 libras, razón por la cual no hay talla para él en la tienda encargada de expender aquellas prendas. Por lo tanto, se encuentra obligado a laborar con pulóver blanco para no ausentarse.
Eso le provoca permanentes críticas y llamadas de atención, aunque sus superiores, incluida la jefa de Enfermería a nivel provincial, tiene conocimiento de por qué asiste sin el atuendo correcto, subraya.
Cuenta que en la jornada realizada el pasado 5 de septiembre la citada directiva le “insistió en un tono no muy adecuado y poco amistoso que de no presentarme con uniforme le aplicarían una sanción a ella” y con carácter transitivo a él.
Tal situación, confiesa, lejos de preocuparle le provoca incomodidad, en tanto no está en sus manos resolverla.
Argumenta que cumple con la jornada y obligaciones de su especialidad, mantiene buenas disciplina laboral y relaciones interpersonales, es exigente, crítico, autocrítico, no comete ilegalidades, se apega al juramento realizado como profesional, no es ausentista y lo único que contraviene es por algo ajeno a su voluntad.
Jorge se cuestiona si constituye delito ser una persona corpulenta y que no le consideren su esfuerzo para trabajar, a fin de evitar que haya un enfermero menos en la atención de los pacientes.
Asimismo, pregunta si alguna norma jurídica contiene sanción para quien acude a su puesto laboral sin uniforme por falta del adecuado a su estatura y peso. ¿Será este el único enfermero de talla extra en el sistema de salud pública?
¿Tan difícil resulta en la provincia aportarle solución a un problema que nunca debió existir?
El problema fundamental radica que cuando nuestros suministradores nacionales acaben de interiorizar que las palnificaciones que hacemos por talla y calzado sean puestas en las provincias como es debido segun lo establece nuestro ministerio, podra llegar a nuestros trabajadores lo que a cada quien le corresponde, hoy adolecemos de esto, somos nosotros quienes tenemos que buscar de forma general lo que se solicita,y cuando se hace hay que traer lo que exista no hay chance de escoger, nuestro sindicato constantemente se preocupa de esta situación y se plantea a todos los niveles, hoy es una tarea pendiente que no se acaba de solucionar el tema talla y calzado de enfermeria y sobre todo la mala calidad, no es menos cierto y considerariamos arbitrario que se aplicara una medida disciplinaria a un trabajador, cuando es nuestra direccion quien tiene que garantizar que los recursos lleguen a nuestros trabajadores y es una demanda de nuestro sindicato bastante envejesida sin total solucion.
Atentamente
Lic. Yamila Acosta Arcia
Mbro Secretariado Provincial
Esfera ALS y economicos del SNTS en Villa clara
Porque no se hace algo tan simple como darle un par de cortes de telas para que mande a hacer su uniforme, es tan dificil eso o requiere un plan o un estudio o una mente fertil que al parecer escasea
Con un Congreso sindical a las puertas y leer casos como éste, nos hace pensar ¿y el sindicato de este trabajador, qué hace?. ¿Si viene bien uniformado y trabaja mal como sabemos que existen en los servicios de salud?.
Jorge yo te compadezco asi sucede con los uniformes de enfermería pero tambien con los escolares y con el calzado lo que me afecta a mi en este momento, uso el número 45 y soy mujer, al parecer soy la culpable de tener tal número de pie y por tanto tengo que pagar por ese pecado, pues quienes compran y elaboran zapatos en este país no les interesa que mujeres con pies grandes anden calzadas y las pocas ocasiones en que venden zapatos grandes los precios son tan altos que una mujer trabajadora no tiene el poder de comprarlos, por ejemplo en una tienda ubicada en la calle Galiano estan vendiendo pero los precios oscilan entre 41 a 43 CUC, a mi modo de ver son inalcansables, al menos para mi con un salario de 400 pesos e imagino que para muchas otras mujeres tambien. Por lo que se demuestra que en nuestro país ser talla extra es un problema serio. Esperemos que los que tienen que resolver este problema de las tallas sean receptivos y colaboren con aquellos que apesar de ser mas altos, gruesos o con mayor talla de pie tambien vivimos en esta isla.
yo pienso segun lo redactado que no es culpa de dicho trabajador si es gordo no es culpa de el Y pienso que fundamertar es prestar un buen servicio como lo a echo el mismo y siempre pensar que en la salud habemos gordo y flaco pero eso no es problema de el no vestir correctamente su uniforme si no de quien lo confeciona,entonce por que bamos a tomar replesaria con un trabajador que brinda una buena salud a nuestro pueblo y no lo ayudamos con el uniforme.