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Dedica unos minutos a ponerse la corbata, luego toma el espejo de la cartera, se alisa el cabello y se pinta los labios. Idania Perea León es una de los dos choferes que integran la tripulación de la Yutong que dentro de pocos minutos tomará rumbo a Santa Cruz del Sur, en la provincia de Camagüey, a más de 600 kilómetros de La Habana.
¿Una mujer manejando una guagua de ese tamaño? Pues sí, y en estos momentos es la única y la primera que lo hace en la unidad empresarial de base (UEB) Augusto César Sandino de la Empresa de Ómnibus Nacionales*, colectivo al que se incorporó hace casi tres meses.
Diáfana, amable, presumida, locuaz, así en síntesis es ella, quien desde niña experimentó la conducción de vehículos en el batey del central Abraham Lincoln, en la provincia de Artemisa, donde nació y aún reside.
“Aprendí con los vecinos, manejé tractores, una ambulancia, luego tiré caña, hasta que empecé en los ómnibus urbanos, donde trabajé durante nueve años. Así que soy chofer profesional hace alrededor de dos décadas, lo cual me hace muy feliz”.
Apresurada por el tiempo, con muy pocos minutos para la entrevista, Idania narró que jamás había pensado en esta posibilidad. “El director general de la empresa me hizo la propuesta al ver que yo reunía las condiciones, entre las cuales debía tener más de cinco años de experiencia como chofer de ómnibus. De esta forma comencé un curso teórico-práctico bastante riguroso con profesores muy capacitados. Al final lo aprobé y aquí estoy, ¡ya me ve, contenta y dispuesta a cumplir con mi trabajo!”.
Está consciente de que conducir un vehículo de ese porte es una tarea difícil, pero considera que las mujeres pueden hacerlo, así como otro medio, ya sea un avión o un barco. “No vamos a dejar de ser femeninas por realizar este trabajo —dijo—, pues una cosa no tiene que ver con la otra. Todo radica en la capacidad y en el interés de cada cual y también, por supuesto, en las reales posibilidades que nos brinda nuestra sociedad”.
Idania subrayó la comprensión y ayuda que recibe de su familia, en particular de su esposo, pues al margen de las tareas hogareñas, esta labor de suma responsabilidad requiere el descanso necesario, más si el viaje se realiza en horas nocturnas y en la madrugada, como es el caso de los dos recorridos que ella hace, es decir, Habana- Santa Cruz y Habana-Nuevitas, dos territorios de Camagüey.
La conversación con Idania no podía quedar solamente en su testimonio, de ahí que resultara imprescindible saber el criterio de la persona que la acompaña en estas travesías hacia el interior del país. Su nombre es Amaury Suárez, pero todos le dicen Pepe.
“Llevo en esta empresa nueve años y ella es la primera que se incorpora a la base. La conozco de mi provincia, Artemisa, somos coterráneos, y sé de su amor por el timón y el manejar. Nunca dudé que pudiera hacerlo, y ha demostrado que sabe, es muy responsable”.
Agregó que al principio los pasajeros se asombraban, y cuando ya la veían en funciones se relajaban. “Nosotros hacemos el cambio al llegar a los kilómetros establecidos, no obstante Idania maneja en la Autopista Nacional y en la Carretera Central. Es una excelente pareja de trabajo, no quiero otra, y si tuviera que decir algo desfavorable es que en ocasiones los pasajeros nos roban un poco de tiempo, porque quieren tomarse fotos con ella, ¡y hasta las suben para Internet! No es fácil”.
*Integra el Grupo Empresarial de Servicios de Transporte Automotor (GEA) del Ministerio de Transporte.
