Una escuela para acompañar la vida

Una escuela alejada de dogmatismos, capaz de crecer al compás de la vida, que utilice las bondades de los lugares donde está situada y los conocimientos de los docentes más competentes; flexible, dinámica y creadora; donde los alumnos contribuyan desde sus saberes y aprendizajes a enriquecer el proyecto educativo.

Tal es el propósito del proceso de perfeccionamiento que el Ministerio de Educación viene llevando a cabo y que durante el próximo período lectivo (2017-2018) se extenderá a 154 escuelas de todo el país.

Sobre el tema —comentado desde hace algún tiempo— ahondó la Doctora en Ciencias Pedagógicas Silvia Navarro Quintero, directora del Instituto Central de Ciencias Pedagógicas (ICCP), entidad rectora del proceso, adscrita al Ministerio de Educación (MINED).

“Desde el 2010 venimos creando condiciones —con los estudios diagnósticos y comparados— y durante tres años hemos probado en instituciones y niveles educativos de seis provincias del país el modo y la manera en que queremos y debemos organizar la escuela, que responda a la introducción de los nuevos planes, programas, orientaciones metodológicas y libros de texto.

“El perfeccionamiento por sí mismo vale la pena, sobre todo en materia de actualización de la bibliografía, de los contenidos, de contextualizar lo que el niño, adolescente y joven debe aprender en correspondencia con las transformaciones, exigencias sociales, y con el modelo de sociedad que hoy se requiere a partir de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y los Objetivos de la Primera Conferencia”.

¿De qué grados estamos hablando?

Vamos a empezar —de forma escalonada— en 1°, 4°, 7° y 10°, es decir en los grados iniciales de cada nivel, para los cuales ya están listos los primeros libros. Ello permitirá dar continuidad y tener tiempo para probar y trabajar.

Al año siguiente enmendaríamos lo propuesto, y al otro haríamos la impresión definitiva de los textos, los cuales con anterioridad deben pasar por la Comisión Nacional de Asignaturas para su aval y edición final, con una mayor calidad y con los colores necesarios.

Además, el perfeccionamiento contemplará la Primera Infancia (antes prescolar), y en tres períodos lectivos habremos incorporado el sistema educativo completo, incluidas también las enseñanzas Técnica y Profesional, Especial y Adultos.

Durante el curso se irán precisando detalles. Los maestros, los directivos, la familia, y los propios alumnos, expresarán los criterios y niveles de satisfacción y considerarán las propuestas realizadas.

También se tendrán en cuenta las opiniones de los colectivos de autores, integrados por maestros, metodólogos, directores, jubilados, investigadores, quienes trabajarán a partir de los diagnósticos, de acuerdo a la realidad de cada consejo popular, municipio y provincia.

¿Qué lugar ocupan las nuevas tecnologías en ese proceso?

Se han realizado transformaciones y modificaciones en planes y programas en función de descargar los contenidos. De conjunto con la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales del MINED (Cinesoft), laboramos para lograr el acompañamiento con algunos soportes digitales.

Vivimos la generación de nativos digitales y —por supuesto— no se sustituirán los libros, pero emplearemos las nuevas tecnologías para que la enseñanza sea más estimulante y atractiva. Nosotros pudiéramos tener los mejores textos, programas y planes, pero también necesitamos docentes y directivos preparados, capaces de hacer realidad la concepción curricular que desde hace tres años estamos experimentando.

¿Cómo han sido estos primeros resultados?

Creando las condiciones, organizando la institución escolar, contando con las organizaciones de la comunidad y las estudiantiles y con la familia, es posible lograr resultados satisfactorios.

La educación es un fenómeno social, una tarea de todos, entonces nos corresponde —desde los currículos y contenidos— justificar, fundamentar, actualizar y organizar; de manera que se sienta que en la escuela se aprende, se disfruta el proceso de enseñanza- aprendizaje.

Para eso estamos preparando un grupo de guías dirigidas a los educadores. Es fundamental que los niños intervengan en la construcción del proyecto educativo, que reciban contenidos interesantes y aprendan de una manera más flexible.

Todo ello con el propósito de alcanzar el modelo de escuela que hoy necesitamos: abierta, participativa, donde las actividades curriculares se combinen, sobre todo en el horario de la tarde, con las sociedades científicas y los círculos de interés.

Estos, a su vez, deberán responder a las características e intereses de la comunidad donde está situada la escuela; de agricultura si está en un contexto rural, o de aeronáutica si está ubicada en el municipio de Boyeros.

¿Pudiera mencionar algunos rasgos de este perfeccionamiento?

Hay aspectos que lo distinguen, como la construcción y conciliación colectiva; el uso de las herramientas informáticas no solo para evaluar la efectividad de lo que estamos proponiendo, sino también como resultado y soporte de los temas y las asignaturas que estamos trabajando.

La integralidad de las disciplinas es otro de los rasgos. Por ejemplo, qué contenidos se trabaja en Matemática, cómo llegan hasta el 9° o el 12 grado y luego se derivan en otras opciones y oportunidades, como es el caso de la Educación de Adultos.

“Esta enseñanza —por sí sola— explica la necesidad del proceso. ¿Quiénes asisten hoy a estos centros?, pues muchísimos jóvenes. Por tanto, las didácticas y las maneras de organizar la institución han cambiado; inclusive tenemos experiencias de escuelas de educación familiar en este nivel de enseñanza”.

¿Cuándo se podrá hablar de un perfeccionamiento terminado?

Eso ocurrirá alrededor del año 2025; en esos momentos ya tendremos incorporadas las enseñanzas Técnica y Profesional, Especial y de Adultos, e introducidas las modificaciones que se fueron probando en la enseñanza básica.