Contento, como machetero laborioso en el cañaveral. Así se sintió este viernes Félix Rodríguez Guzmán, el único Héroe del Trabajo de la República de Cuba que tiene el sindicato azucarero en La Habana.

Dirigentes de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y las organizaciones políticas y de masas en el municipio de La Habana del Este y la provincia llegaron a su modesto apartamento en la localidad de Alamar, para entregarle varios reconocimientos que se agregan a los acumulados por él durante muchos años de bregar, aunque ninguno tan preciado como la medalla que lo distingue con el Título Honorífico desde el año 2002.

Idailyn Sánchez González, la secretaria general del sindicato azucarero en la capital, lo honró con el diploma que confieren a nivel nacional a quienes se distinguen “Por los años de servicio y dedicación a su labor y a la Revolución”. Y cuando parecía que habían terminado las emociones, Yudith, funcionaria del Partido en el municipio, puso en sus manos un certificado por la fidelidad a su militancia.

Pero Félix, cuéntenos…, oí una y otra vez mientras me movía tratando de dejar constancia gráfica del “asalto”. A su lado se turnaban ellas. Sí. Porque los únicos hombres que llegaron hasta el quinto piso fueron compañeros del núcleo zonal. El resto, bueno, parecía un campo de mariposas inquietas que hablaban, preguntaban, tiraban fotos y elogiaban la lucidez y el estado físico y anímico de Félix, el machetero de ¡40 zafras!, que no se conformaba con tirar la caña pa´ la tonga y contribuía en cuanto hiciera falta.

De aquellas hazañas conversó con quienes le invadimos su hogar y de cuánto extraña ver los desfiles por el Primero de Mayo desde la tribuna en la Plaza de la Revolución José Martí, de la cual lleva ausente algunos años, porque ya sus agostos llegarán a 91, aunque a él no parecen pesarle tanto.
