Cienfuegos.— En tiempos donde algunos inflan verbos y palabras para ocultar deficiencias e incapacidad, se impone construir hechos que expresen confianza, credibilidad y resultados. Uno de esos vivos y necesarios ejemplos se palpa en GydeMa (Empresa Productora y Comercializadora de Glucosa, Almidón y Derivados del Maíz), que atesora un buen puñado de reconocimientos y no ceja en su empeño de continuar produciendo…

El trabajo como sentido de pertenencia
Yoelvis Rivero, tecnólogo principal del área de almidón y glucosa, lleva 12 años laborando aquí. Creció en lo profesional y humano y aspira a más.
“Empecé como ingeniero y alcancé el grado de Máster en Ciencias. He aprendido mucho. Las mayores fortalezas que tenemos son el conocimiento y el sentido de pertenencia. Por eso sorteamos el deterioro de la infraestructura y el proceso tecnológico. Gracias a la entrega del colectivo no paramos.
“Hoy el sistema de pago hace que los trabajadores se esfuercen más, ven el resultado. Antes no era así. Debemos mejorar la industria. Nuestras familias dependen de ella”, aseveró.
Sahyly Pérez se mueve como si estuviera en su casa. Lleva casi 30 años en el centro y desea jubilarse acá.
“Soy operadora de la planta de mezcla seca —expresó mientras se ajustaba un pañuelo en la cabeza—. Aquí el trabajo de las mujeres es decisivo. Nos esforzamos para cumplir el plan. Soy muy dinámica. Logro repartirme entre la casa y mi labor, pues me gusta llevar las riendas. Ambas cosas las hago sin problemas”, apuntó, a la vez que regresaba veloz a su faena.
Sindicato y Anir juntos
Juan Carlos Betancourt es el secretario general del buró sindical, conoce de la necesidad de escuchar y sugerir. El diálogo sincero es bienvenido.
“Los problemas principales que plantean los trabajadores hoy son la obsolescencia tecnológica y la falta de materia prima para una producción que va dirigida al pueblo.
“Junto con la dirección del centro hemos implementado alternativas que ayuden a aliviar esta situación. Por ejemplo, el pasado año nuestro colectivo se unió y buscó un cargamento de maíz en Artemisa. Eso solo se logra cuando se jala parejo. La idea era no parar”.
El dirigente dijo que con los jóvenes existe una atención especial.
“Los apadrinamos, queremos que se acerquen más a la empresa. Tratamos de que comprendan la importancia de laborar acá. Cada día se incorporan más. El pago por resultados ayuda a su beneficio económico”, subrayó.
Muy cerca y sin perder detalles del diálogo está Liuba Kuan, analista de producción y responsable allí de la actividad de la Anir (Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores).
“Contamos con un comité de innovadores y racionalizadores. Aportan soluciones a situaciones que incluso se presentan a diario. Es una ayuda tremenda, pues la maquinaria tiene más de 40 años de explotación.
“Existen vínculos con la universidad de la provincia. Nos apoyan a través de cursos y la tutoría de estudiantes. Lograr que no se detenga la labor es un reto y los aniristas lo saben”, recalcó.
La dirección como guía
“Nuestra misión es producir almidón de maíz —afirmó Joel Portell, director general—, el 65 % va destinado al balance nacional. Nuestros trabajadores tienen gran sensibilidad. Saben que el fruto de su esfuerzo va incluso a un grupo de dietas especiales (celiacos y otras enfermedades).
“Somos la única empresa de este tipo en el país, algo que nos satisface y compromete —atestiguó feliz—. También entregamos el almidón que permite fabricar las compotas y los jugos que se les entregan a los niños. Celosos en ese proceso, al igual que el que nos involucra con las empresas láctea, de confitería y cárnica”.
GydeMa continúa navegando. Llegar a puerto seguro es una aventura que asume con seriedad. Muchas podrían ser las frases que la reconocieran. Mejor nos quedamos con esta: única y diferente.
Espectacular reportaje, Felicidades al colectivo vanguardia nacional cienfueguero, gracias a los compañeros del Periódico trabajadores y los programas de radio difusión encargados que los cubanos tengamos una verás informació