La pasión del ingeniero Carlos

La pasión del ingeniero Carlos

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (4 puntos, 1 votos)
Cargando...

Hacer azúcar es la otra pasión del ingeniero Carlos Serrano Górgora, “a esta actividad le he dedicado más de 50 años de mi vida”, lo afirma y viaja fantásticamente a la época vivida en el batey del central Fernando de Dios, en Tacajó, municipio de la provincia de Holguín, y vuelve a recorrer las calles de su amado pueblo.

 

Foto: Jorge Pérez Cruz

 

 

Allí comenzó su entusiasmo por esta industria y a la cercanía física con la fábrica le atribuye su inclinación profesional y se hizo ingeniero, “yo disfrutaba el olor a melaza y a guarapo fresco, los pitazos que anunciaban cambios de turno y cumplimientos productivos…y hasta el hollín que nos ponía ´terrible´ el uniforme escolar  cuando brotaba de las chimeneas, con alturas y otras dimensiones fascinantes para la imaginación infantil”.

 

La jubilación, el retorno…

Carlos con los 65 años cumplidos se jubiló, de eso hace casi dos años, y al rato la nostalgia le oprimía el pecho, y  su ausencia se sentía con fuerza en las áreas del ingenio, pero “a los pocos días me llamaron de la dirección, y casi por instinto respondí afirmativamente.

“Después consulté con mi esposa, con la familia, les comuniqué la decisión y fueron consecuentes. Ellos saben de mi amor por la industria y me apoyaron. Yo les recordé, porque ellos también  lo saben,  que era una tarea difícil, una tarea dura, porque aquí no hay horas de descanso, no hay ni sábados, ni domingos, ni fechas festivas… Eso sí, hay mucho trabajo”.

Y Carlos reinaugura su vida laboral como jefe de turno integral y luego ocupa el cargo de jefe de producción, el que todavía desempeña con agilidad y energías envidiables. De la afirmación dan fe los peldaños de la vetusta escalera que conduce a su oficina, recinto que siempre tiene las puertas abiertas como él la voluntad para intercambiar con los obreros.

 

Foto: Jorge Pérez Cruz

 

Con el azúcar en la sangre…

“Llevo el azúcar en la sangre”, confiesa y aclara que no es diabético. Goza de buena salud física y mental, razones que lo motivan a continuar disfrutando el olor a melaza, a guarapo y hasta…”, lo reitera y una sonrisa de satisfacción surca su rostro.

En su trayectoria laboral hay evidencias para entender por qué ahora “nada” contracorriente, y se contrapone a una tendencia actual que  perjudica la sostenibilidad de la producción azucarera y amenaza el futuro: el éxodo de fuerza técnica calificada que protagonizan jóvenes y hasta veteranos de este sector en Cuba, y el central Antonio Guiteras, del municipio de Puerto Padre, Las tunas, no es la excepción.

Los que abandonan, incluso en plena zafra, se quejan de ingresos que no tienen correspondencia ni con los esfuerzos, ni con la carestía de la vida, y Carlos defiende mejoras salariales, hace propuestas…, pero cree firmemente en la posibilidad real de la recuperación con el concurso colectivo.

 

 

Foto: Jorge Pérez Cruz

 

Dirigir en tiempos de contingencia…

“La dirección del central es joven, pero atesora conocimientos forjados en el hacer diario, en el enfrentamiento de no pocos desafíos con la voluntad de hacer las cosas bien y vencer las dificultades”, así caracteriza a los cuadros que dirigen el proceso productivo.

“Es grande la responsabilidad y la estoy asumiendo con mucho amor, con deseos y dedicación. Mientras tenga salud física y mental voy a estar aquí, es mi compromiso”, lo testifica y define prioridades y principios éticos  con los que los cuadros deben ejercer sus funciones.

Dice que la práctica de más de 50 años vinculados con la producción azucarera le ha enseñado que “son insustituibles en los métodos de dirección el trabajo en equipo y el diálogo con los trabajadores,  oír sus criterios, hablar claro, con transparencias para que nos escuchen y nos sigan en las decisiones. Es vital  aprovechar sus experiencias en el enriquecimiento de las estrategias para salir adelante. Para ser un buen cuadro, además, hay que tener optimismo y trasmitirlo”.

El consejo de dirección imbuido  en la sapiencia del cincuentenario siente una especial admiración por los jóvenes que dan batalla y los acompañan contra viento y marea, y a su preparación le dedica tiempo,  “con ellos nos reunimos mucho, conversamos de todos los temas con énfasis en los secretos de esta industria, sus retos…, porque son nuestro relevo natural.

 

Las tristezas y los sueños…

“En las dos últimas zafras los resultados distan de los tradicionales y siento mucha tristeza”, lo confiesa afligido y hace un silencio profundo que respeto porque comparto sus nostalgias por los días de gloria del coloso tunero.

Se recupera del éxtasis y afirma categórico: “Guiteras tiene que volver al lugar de siempre, volver a ser el mayor productor de azúcar del país. Los ´guiterianos´ son verdaderos guerreros, lo afirmo porque me lo han demostrado en los más de 28 años en los que hemos compartido y defendido  sueños,  anhelos, faenas… y celebrado éxitos”.

Y retoma el rol de las direcciones administrativa y sindical, “tenemos que intercambiar en todo momento con los trabajadores, conocer y sentir como propias sus necesidades y en la medida de lo posible ayudarles a buscar soluciones, porque las carencias son muchas, pero cuando usted los escucha y los acompaña todos dan el paso al frente”.

 

Epílogo…

 “A los 67 años me siento con salud y voy a  darlo todo por la empresa y el sector del azúcar, que es mi vida, que es lo único que yo sé hacer. Amo al ingenio y a su gente, y los voy a seguir acompañando en estos momentos difíciles, porque para mí es un orgullo trabajar para rescatar sus producciones”, sentencia.

“He pasado por dos centrales y eso me ha servido en   mi preparación para la vida y la profesión, tanto en el  ´Fernando de Dios´ como el ´Antonio Guiteras´. Siempre he hecho las mismas funciones dedicadas directamente a la producción de azúcar desde diferentes cargos, y todos los he desarrollado con dedicación y con mucho amor”.

El ingeniero Carlos Serrano Górgora sigue ahí, y lo levanta en las madrugadas la satisfacción de sentirse útil y de saberse parte de una vanguardia que convierte los desafíos en oportunidades y escribe cotidianamente páginas de heroísmo.

Acerca del autor

Licenciado en Periodismo (Universidad de Oriente, 1986), máster en Ciencias de la Comunicación (Facultad de Comunicación Universidad de La Habana, 2010). Inició como colaborador (1999) y desde el 2008 es corresponsal de Las Tunas. Profesor adjunto de la Universidad de Las Tunas con categoría de asistente. Cumplió misión en la República de Haití (2000) y en la República Bolivariana de Venezuela (2018-2021). Es colaborar del Periódico 26 y de la emisora provincial Radio Victoria.

Compartir...

Escribir comentario

© 2018 Trabajadores. Órgano de la Central de Trabajadores de Cuba
Director: Alberto Núñez Betancourt
Subdirectores Editoriales: Alina Martínez Triay y Joel García León
Territorial y General Suárez. Plaza de la Revolución. La Habana, Cuba. CP: 10698
Fax: 053 (7) 555927 E-mail: digital@trabajadores.cu