Abogados laboralistas y del movimiento sindical de 11 países iberoamericanos reunidos en La Habana aprobaron una declaración en la que reiteran su sincera solidaridad con el pueblo cubano, “que con valentía y heroísmo soporta y resiste un bloqueo genocida, atroz e ilegal, que afecta a todos los cubanos, sin distinción alguna”, y denuncian la inclusión de Cuba en la espuria, unilateral e ilegal lista de países que supuestamente patrocinan el terrorismo.
La declaración afirma que “la historia, con sus flujos, reflujos, vicisitudes y contradicciones, evidencia que en muchos de nuestras naciones, los escenarios laborales están signados por una nueva y feroz ofensiva contra los derechos y conquistas de los trabajadores, impulsada no solo por el uso de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, sino también por la aplicación de políticas ultraliberales.
Destaca asimismo que “no somos, ni seremos meros espectadores frente al despojo que sufren los trabajadores y trabajadoras, y los sectores más vulnerables de la sociedad, en la mayoría de los países. Debemos, en tanto obligación cívica y moral, ser participantes de los cambios que hay que producir, para construir un nuevo orden social, laboral y profundamente solidario, que tenga la justicia social como uno sus postulados esenciales.
Al concluir su XVII Encuentro Internacional, que durante tres días sesionó en el Palacio de las Convenciones de La Habana, los participantes declararon que “otro mundo no solo es posible, sino necesario, muy necesario. Los derechos del trabajo, reafirmaron, son derechos fundamentales, y su reconocimiento, vulneración o negación, reflejan la esencia de todo Estado.
“Mostramos también solidaridad con nuestros hermanos de toda Latinoamérica, cuyos derechos laborales y de seguridad social son pisoteados cada día, como ocurre con los trabajadores y trabajadores inmigrantes dentro de los Estados Unidos, valorados bajo una mirada selectiva y discriminatoria.
Reafirmaron además su solidaridad con el pueblo palestino y condenaron enérgicamente la escalada de violencia sistemática, consecuencia de más de 70 años de genocidio, ocupación y continuas violaciones por el Estado de Israel de los derechos inalienables del pueblo palestino a su libre determinación.