Servicios Comunales: Una película con muchos rollos

Servicios Comunales: Una película con muchos rollos

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Populosas y populares arterias, junto a avenidas principales de San­tiago de Cuba, parecen salvarse de la mugre tras rondas de barrido y reco­gida de desechos sólidos, pero más allá micro y macrobasurales plantan bandera ante intentos de mantener la higiene.

En Sancti Spíritus, a la par de una situación operativa desfavorable de Comunales, campea la indisciplina social. Foto : Yuleiky Obregón Macías

Sucede igual en Sancti Spíritus pues si bien la pulcritud del Centro Histórico advierte su defen­sa de estar entre los más limpios del país, el brillo se opaca en zonas periféricas, citadinas y rurales, donde proliferan los vertederos.

¿Por qué? Faltan vehículos especializados (déficit de combustible, de partes y piezas), escasean los carretilleros lo cual dilata los ciclos de recogida; hay elevada fluctuación de fuerza la­boral carente de medios de protección; poca moti­vación salarial (entre 2 mil 100 y 2 mil 400 pesos el básico, según el desempeño) y mucha desobe­diencia ciudadana.

José Ramón González, al frente de la Di­rección Municipal de Servicios Comunales (SC), en Cienfuegos, explicó que “la recogida de basura es diaria en la ciudad, pero en oca­siones sin calidad, y la indisciplina social tam­bién incide”.

Por su parte, con casi 30 años en el sector, Víc­tor Planas Beltrán, especialista de Higiene y Epi­demiología en el Distrito 4 de la urbe santiaguera, considera esta situación cual última gota derrama­da en la copa pues “ni cuando el período especial, que igual faltaban recursos, la población se com­portaba como ahora”.

Su homóloga en Sancti Spíritus Marilín Sosa Álvarez señala que el problema va más allá porque la población exige y cuestiona, pero tam­poco apoya.

“Se labora en condiciones muy difíciles, con escasez de útiles y medios de protección desde la madrugada hasta tarde, y nos tiran la basura fuera de los depósitos o la sacan tras pasar el carro”.

Algo similar sucede en La Habana, donde la actividad de SC es gestionada por una dirección provincial que dirige Mariano Suárez del Villar quien enfatiza que “la limpieza debe ser un sis­tema en el cual intervengan todos los organismos de la Administración del Estado y las organiza­ciones de masas. Una tarea de educación ciudada­na y de conciencia”.

No obstante, y a juzgar por las adecuadas prácticas que se materializan en el municipio del Cotorro, influye en los resultados la gestión administrativa de quienes lideran los procesos en el sector.

“Esa demarcación capitalina, a pesar del déficit de personal y la precariedad de los equipos técnicos, se transforma en un lugar más limpio y organizado”, comenta Suárez del Villar.

Más distante, Francisco Saborit, vinculado a la recogida de desechos en la barriada santiague­ra de Sueño, lamenta que “hay maltratos e insul­tos. Es una ofensa que al limpiar una esquina y avanzar media cuadra, lancen un nailon con ba­sura. Uno les reclama y de forma descompuesta dicen que volvamos a limpiar, que para eso nos pagan. ¿Es justo?”.

Hacia el oeste, a más de 500 kilómetros del suroriental terruño, Idolidia Panizo Carvajal, en la ciudad del Yayabo, aspira a lo que muchos en toda Cuba, y lo detalla al señalar el basurero a la entrada de su vecindad, “debe existir un marco impositivo con pesadas cuantías en el bolsillo y en la conciencia”.

En algunos barrios cienfuegueros reconocen diferencias en la recogida de basura, compara­da con otros tiempos. Se hace un esfuerzo, pero insuficiente, continúan las inconformidades planteadas en reuniones a nivel de cuadra y circunscripción, sin respuestas convincentes; aunque manifiestan que no todo depende del ac­cionar de SC.

 

Luces ante tantas sombras

En el país se instrumenta el perfeccionamiento del sector con empresas subordinadas al Poder Popular y con unidades presupuestadas con tra­tamiento especial, subraya Yaisel Osvaldo Pieter Terry, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Administración Pública (SNTAP).

“Sin embargo, falta control al crearlas y pre­paración para transitar a lo empresarial, con ex­periencias positivas en La Habana (Regla y Co­torro), en Pinar del Río, Sancti Spíritus y otras provincias, no así en Granma.

“Se necesita —opina— una estructura na­cional a fin de homogeneizar buenas prácticas y un fuerte trabajo sindical que demande a di­rectores de organismos presupuestados y em­presarios mejoras laborales, pues la empresa estatal tiene facultades para fortalecer la efi­ciencia, la calidad y los ingresos colectivos, y así revertir la crítica situación”.

Lo que acontece en la Perla del Sur abre bue­nas perspectivas, pues al decir del especialista José Ramón González, pasaron de unidad pre­supuestada a empresa. Los trabajadores cobran más, gracias al nuevo sistema, al asumir otras ac­tividades afines.

En Sancti Spíritus, desde inicios del 2025, Comunales también dejó atrás el sistema pre­supuestado. Además de recoger desechos, ba­rrer calles y trabajar en la higiene de áreas ver­des deben expandirse para generar ingresos y solvencia económica, con un impacto en la re­posición de medios técnicos, la adquisición de útiles y en el salario. Así se previó, pero todavía no logra concretarse eficientemente lo diseña­do en el papel.

“Los santiagueros dan los primeros pasos en el camino empresarial, y Songo-La Maya lidera el experimento, acota Dunia Mojena Mayeta, directora provincial de Servicios Comunales, en otros cinco se avanza hacia la conversión”. Solo Guamá, Tercer Frente y Santiago de Cuba quedan a la espera, mien­tras, tantean el socializar prácticas del sec­tor privado con buenos resultados en otros territorios.

 

Mipyme: no es la moda sino el modo

“Lo primero es ofrecer el servicio sistemático y confiable, después exigir que cumplan con noso­tros”, expresó Yoany Díaz Velázquez, acerca de Li­cons (Limpieza y Construcción), mediana empresa creada hace poco más de un año para recoger dese­chos sólidos en Artemisa, no sin el antecedente de haber dirigido Comunales en el mismo municipio.

Desde la creatividad también resuelven pequeños problemas como hizo Yan al entrar a la mipyme de Yoany, y crear su carrito. Foto: Yudaisis Moreno Benítez

¿Cuál es la diferencia? ¿Será que las mipymes están de moda?

“¡No! Es el modo de organizar a los trabaja­dores. Hay menos indirectos, casi nadie. Todas las manos en función de la higiene, la jardinería, la pintura y algo de carpintería y construcción. Compartimos los ingresos, sin límites para el sa­lario mensual. No esperamos a que nos envíen medios de protección, los buscamos.

“El talón de Aquiles en la indisciplina social no considero que sea solo de la población, sino de las empresas, sobre todo no estatales, trabajado­res por cuenta propia, negocios que generan volú­menes de desechos y aún no contratan el servicio de recogida, pero lo vamos a organizar.

“En esta actividad falta integralidad con ins­pectores, directivos de empresas y líderes del ba­rrio, para que la limpieza sea tarea de muchos.

“Un obrero en la Empresa Comunales cobra unos 3 mil pesos, a veces más, y acá promediamos 15 mil, ajustamos descansar los domingos, sin embargo, de necesitarse laboramos. No hay hora­rios hay compromisos”.

Y lo asegura Juan Carlos Hernández Parra, con 29 años en varias tareas de Comunales. Ahora en Licons asume la brigada de chapeo, ¡y chapea! “Mi mes está por los 20 mil pesos, debe haber más autocontrol”.

Con Licons no todo está resuelto. Se les unen en la limpieza de la ciudad cabecera otra mediana empresa y la entidad estatal; no obs­tante, el éxito de esta forma de gestión se reser­va para los protagonistas del cambio, hombres y mujeres, para quienes lo diferente no es ni siquiera un jefe, sino el modo de ser atendidos y asalariados.

Licons trabaja en Artemisa de manera integral la recogida de desechos, barrido de calles, poda de árboles y pintura de contenes. Foto: Yudaisis Moreno Benítez

Algo similar sucede en el oriental municipio de Bayamo, donde un proyecto de desarrollo local marca la diferencia, pues su creador Yurgen José Vega Rodríguez, confiesa que le daba mucho pe­sar cómo se sumaban espacios con desperdicios, escombros y residuos.

“Nos acercamos al gobierno para estable­cer relaciones contractuales y sanear la ciudad. Comenzamos por zonas muy complicadas en los Consejos Populares más céntricos. Higienizamos seis de estas, con 36 obreros directos a las labo­res, que empiezan de madrugada y concluyen so­bre las 3:00 p.m. con unos 40 metros cúbicos de basura recogidos.

“Son significativos los volúmenes de desechos y los nuevos actores económicos quienes más los generan. Cometen las mayores indisciplinas.

“Al mes los salarios de los contratados supe­ran los 6 mil pesos, más otros ingresos al distri­buir utilidades, y contamos con seis carretas, cua­tro de la Empresa de Servicios Comunales.

“Gestionamos uniformes y utensilios para barrer calles. Bayamo volverá a ser una de las ciudades más limpias del país”, enfatizó, mientras Reydier Bernal Gómez, presidente de la Asam­blea Municipal del Poder Popular, califica de muy buena la iniciativa “poco a poco la ciudad vuel­ve a brillar y nuestra voluntad es que el proyecto permanezca y sumar otros”.

 

Servicios necrológicos: ¿proyecciones enterradas?

Resulta muy duro decirlo, pero es criterio com­partido por los cubanos: el último adiós tiene en la Cuba del 2025 más espinas que flores, un servi­cio en decadencia con funerarias medio oscuras, sillones rotos, sin agua potable y ni siquiera arre­glos florales y carros fúnebres para el tradicional acompañamiento hasta la última morada.

El último adiós tiene en Cuba del 2025 más espinas que flores. Foto: Tomada de la televisión avileña

Como sucede con la recogida de desechos sóli­dos, este es un tema agravado con los años y que ahora parece llegar al clímax en algunas provin­cias. Que sea más o menos traumatizante depende de las condiciones disponibles en funerarias y ce­menterios, pues faltan desde carros fúnebres y per­sonal hasta capacidades en los cementerios, como ocurre en la ciudad santiaguera, pues con frecuen­cia escasea la posibilidad de enterrar en Santa Ifi­genia y tienen que ir a camposantos de las afueras.

Pieter Terry, secretario general del SNTAP, reconoce el envejecimiento de la fuerza laboral, sobre todo en los cementerios, las malas condicio­nes de trabajo y los bajos salarios…, etc.

“Los sepultureros ganan unos 2 mil 700 pesos por mes. Impide incrementar la cuantía el no apli­cárseles otras modalidades de pago.

“El pésimo estado de los carros fúnebres, carentes de neumáticos, baterías, motores y otras piezas, im­posibilita la calidad y rapidez del trabajo, lo que a su vez provoca insatisfacciones al demorar la recogida de los fallecidos en hospitales y casas, pues, aunque hace unos dos años hubo una compra de vehículos para to­das las provincias, fue insuficiente”.

Los servicios necrológicos en la capital cubana no escapan a las carencias materiales y problemas subje­tivos del país, lógicamente multiplicado por su densi­dad poblacional.

Suárez del Villar destaca que están subordinados a la Dirección Provincial de SC a través de una uni­dad presupuestada cuyos trabajadores se empeñan en revertir la situación, seguida y atendida muy de cerca por las máximas autoridades del Partido y el Gobierno.

Por la integralidad en su resultado retomó el ejem­plo del Cotorro, donde se ha rescatado el servicio de cafetería en las funerarias, el cual tiene que ser de manera gradual y no son los únicos objetivos hacia los cuales dirigir las acciones.

En Santiago, por ejemplo, comenta Bertha Revé Cerulia, administradora de la funeraria, que “al no pertenecer a un circuito eléctrico prioriza­do, y ser de tres niveles la instalación, cuando falta la electricidad no funciona el ascensor, esto impac­ta a dolientes y trabajadores, ya que los ayudantes, cuya plantilla es de 12, y solo tenemos ocho, apo­yados por los familiares hacen un esfuerzo extra con el sarcófago escalera arriba o abajo.

Sumado a ello, está el traslado del sarcófa­go en vehículos no destinados para tal fin, con la añadidura de que algunos dejan mucho que desear.

“De 16 carros fúnebres solo tres están operan­do, y es creciente el deterioro automotor”, explica Ángel Díaz Prado, subdirector provincial de Ser­vicios Comunales en Santiago, entidad que asume la actividad necrológica del municipio cabecera y de Songo-La Maya, los siete restantes la gestio­nan localmente.

En Artemisa, funcionan solo siete, de 15 vehículos fúnebres, y las capacidades para ente­rramientos están en desventajas con los crecien­tes fallecimientos que se acumulan restos óseos por más de veinte años porque los familiares no los desenterraron en el tiempo establecido. Son algunos ejemplos que expone Marisol La Nuez López directora del SC.

“Tampoco contamos con un crematorio. He­mos tenido los planos, pero hasta ahí. Solicitamos el servicio a La Habana, con escasas posibilida­des, por causas objetivas, como la viabilidad para simultanear el servicio de ambas provincias, la falta de electricidad, de gas…”.

¿Y las flores? Tarea pendiente. “Solo un municipio de la provincia artemiseña Bahía Honda, cuenta con esa opción propia de Comu­nales, en el resto, si el familiar las trae hacemos la corona o el cojín”, precisa La Nuez López; en tanto Ángel Díaz Prado, reconoce que aquellas garantizadas por la necrología santiaguera no son de calidad. “Estan en manos de privados los arreglos florales más dignos para el último adiós”.

 

Tras bambalinas

En la fábrica de sarcófagos santiaguera abundan las carencias, se impone el “hacer con lo que tene­mos”, comenta Rolides García González.

En la fábrica de sarcófagos de Santiago de Cuba hay situaciones que atentan contra la seguridad y salud en el trabajo, una de ellas las condiciones de la sierra. Foto: Betty Beatón Ruiz

“Ya no hay cartón piedra, el ataúd se fabrica totalmente de madera, que llega verde, con hu­medad y no hay clavo capaz de agarrar bien, sin mencionar que una pieza puede pesar más de 200 libras y las cargan sin fajas.

“La iluminación es precaria, cuando trabaja­mos de noche o de madrugada casi ni vemos, los equipos están en pésimas condiciones, y la sierra se convierte en un peligro potencial para la vida”.

Annis Larduet Ferrales, secretaria general del SNTAP en esta provincia expone que el fun­cionamiento y la atención son muy débiles, y se esfuerza en revertirlos, junto a las condiciones de trabajo, con énfasis en los sepultureros, pues, por ejemplo, en Palma Soriano no exhuman porque los operarios no tienen los medios adecuados”.

 

Sin punto final…

Solo un acercamiento al tema en seis provincias vuelve a dejar al descubierto complejas y lamenta­bles situaciones enraizadas en la cotidianidad y que signan la vida y el destino final de la persona.

Poco se habla de clasificar desechos, recu­perar materias primas y de las tantas manos que, carentes de protección, se exponen a los microvertederos, exhumaciones, inhumacio­nes, áreas verdes.

Hay ejemplos esperanzadores pero escasos y que por si solos no transformarán la calidad del servicio en tantas actividades a las que siempre el gobierno ha destinado cifras millonarias.

Pero son solo eso, proyectos aislados en un asunto bien identificado con tantas aristas como soluciones que se necesitan.

Acerca del autor

Desde 2005 el periodismo me abre las puertas en Radio Artemisa, con la posibilidad de reorientar mi carrera al cursar estudios en el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Soy licenciada en Educación, en la especialidad de Defectología, y ya había cumplido varias tareas, incluso en la Unión de Jóvenes Comunistas.
Los resultados en el medio radial me condujeron a que, en 2011, al crearse la provincia de Artemisa, ocupara la responsabilidad de Corresponsal Jefa de la Agencia de Información Nacional, nombrada poco después Agencia Cubana de Noticias.
En ese mismo tiempo, alternaba como parte del ejecutivo de la Unión de Periodistas de Cuba, en el territorio, y posteriormente me desempeñé como su Presidenta; hasta que, en agosto de 2014 la dirección del Partido me designó directora del su Órgano Oficial, el periódico El Artemiseño, labor que continúo desempeñando.
Las funciones de dirección siguen aportando a la pasión por el periodismo, de ahí que mantenga publicaciones del acontecer de mi provincia en mi órgano de prensa Artemiseño, y en medios nacionales de comunicación, con mayor estabilidad, y representando tanto de compromiso como de orgullo, en el periódico Trabajadores.

Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.

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2 comentarios en Servicios Comunales: Una película con muchos rollos

  1. Bayamo fue una de las ciudades mas limpias de cuba. Hoy el escenario es otro muy diferente al anterior y por el cual los bayameses hacian gala de la ciudad. De otros servicios que prestan, sin palabras. Sus directivos justifican su eneficiencia y falta gestion escudados tras el bloqueo. Ya nuestros barrenderos, los compañeros de laboran en las necropolis etc..con deseos de trabajar no tiene con que, o como hacerlo. Carecen lo indispensable. Ah lo mas importante por lo menos en Bayamo: Trabajadores de servicio comunales sin percibir salario se matuvieron laborando y como respuesta tenian un …. si te quejas te cerranmos el contraro, esto por no decir otra cosa. Eran amenazados, ojo, reitero esto esta sucediendo en Bayamo, ciudad Monumento Nacional. Aun hay trabajadores que no han cobrado sus salarios en meses…entonces podra regresar Bayamo a la ciudad que era, tendran sus salarios en tiempo y forma estos sacrificados compañeros,etc ect etc….?

  2. Este problema de los servicios comunsles esta generalizado en todo el pais, pero no por justificar su mal trabajo pero la poblacion tenemos parte de la responsabilidad por las indiciplinas que cometemos ha diario tambien digo que estos Santiaguero que fabrican los sarcófagos totalmente de madera los felicito por que aqui en Cienfuegos meses atras enterre un familiar y me sorprendi al ver que estaba fabricado con carton de papel del gruezo sin palabras fue en dias de lluvia.

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