Podría escribir de muchas vivencias que he tenido con mujeres deportistas en más de 20 años de periodista, pero he preferido hoy contar y recordar, cual homenaje por este 8 de marzo, de dos hechos que impresionan por esa tremenda dosis de humanidad que habitan en ellos. Con la judoca Estela Rodríguez y la ciclista Yoanka González vaya mi abrazo a todas las mujeres del mundo, o mejor, que puedan leer este post.
La gigante Estela llegó al mundial de 1987 como la principal candidata a medallas. Tras caer discutiendo el pase a semifinales, el profesor Veitía no encontraba explicación a por qué tanto cansancio de la santiaguera. Al regreso, tras un examen de rutina, le informaron que estaba embarazada de 5 meses y así había competido.
Me confesó Estela muchos años después que el niño nunca fue judoca, al parecer porque no le gustaron los primeros ippones que recibió en la barriga. ¡Gloria eterna para ella!, que con su sencillez, carisma y sonrisa fue inspiración para esa generación de judocas al convertirse en 1989 en la primera campeona mundial de esta disciplina en Cuba.
La anécdota de Yoanka se remonta a los Juegos Olímpicos de Beijing 2008. Era la aspirante más seria al título en la carrera por puntos, tras acumular bronce y oro entre 2003 y 2004. Sin embargo, días antes de la partida hacia la capital china, su pareja entonces, Pedro Pablo Pérez, sufrió un aparatoso accidente automovilístico, que lo dejó casi 15 días en coma.
La villaclareña cayó en una crisis emocional fortísima y solo salió a la pista aquella tarde luego de un apoyo vital de la psicóloga de la delegación y las palabras de aliento de todos los que la abrigaron cada noche en que esperaba el parte médico diario. Ganó con estrellas doradas una plata olímpica que siempre supo a oro y que ella dedicó desde el podio al ciclista pinareño.
Son apenas dos ejemplos de esa fuerza moral a toda prueba, de ese amor virtuoso sin más calificativo que entrega, de esa profunda capacidad para vencer el más duro obstáculo. Por eso le debemos tanto, por eso este periodista prefirió a Estela y Yoanka, dos mujeres que simbolizan querer, poder, abrazar. Y las abrazo a todas.
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.