Cuenta la leyenda que a principios de año un espíritu maligno salía de los bosques. La bestia llamada Nian, cabeza de león y cuerpo de buey, se comía a los animales y asustaba a los pobladores. Cansados de la pesadilla, decidieron enfrentarla. Descubrieron que temía al color rojo, al fuego y a los ruidos. Idearon entonces comenzar el año con fuegos artificiales, petardos, sonido de tambores… También con adornos de rojo brillante.
Así nació, hace más de 4 milenios, la tradición del Año Nuevo Chino o el Festival de la Primavera, la fiesta más importante de toda China, cuyo inicio se hace coincidir con el primer día del primer mes del calendario lunisolar.
La festividad fue inscrita el pasado año en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que gestiona la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El calendario lunisolar es una forma de medir el tiempo que se basa en el movimiento de la Luna y en la rotación de la tierra alrededor del Sol. Cada año consta de 12 meses, de 29 o 30 días cada uno. Esto lo coloca entre 20 y 50 días por detrás del calendario gregoriano, por lo que cada dos o tres años se agrega el mes trece.

Este 2025 el Año Nuevo Chino comenzará el martes 28 de enero y se extenderá hasta el 4 de febrero del 2026.
La llegada del Año Nuevo Chino se celebra de diversas maneras, lo más común son las reuniones familiares, donde se sirven platos tradicionales que simbolizan la buena suerte, la prosperidad y la salud. Se limpia el hogar para deshacerse de la mala suerte y dar la bienvenida a la buena fortuna.

En la decoración predominan los faroles rojos, papel cortado y otros adornos que simbolizan felicidad. La víspera hay fuegos artificiales y se entrega dinero en sobres, también rojos, a los más jóvenes de la familia. También se efectúan celebraciones religiosas para honrar los antepasados, desfiles con música y danzas, así como otros espectáculos culturales.
El calendario chino se utiliza desde la antigüedad para marcar el ritmo de la vida diaria, los rituales y las fiestas en la nación asiática. Hoy se consulta para planificar la siembra o recolección en las zonas rurales. También para proyectar encuentros familiares, matrimonios y eventos diversos.
El Año Nuevo Chino se asocia a un animal del horóscopo chino, en un ciclo de 12 signos: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo. Este 2025 corresponde a la Serpiente que representa buena fortuna económica, vitalidad, regeneración, sabiduría y crecimiento. Recomienda mucha planificación, introspección y equilibrio.
Los primeros tres días del Año Nuevo Chino son feriados oficiales en el gigante asiático, aunque muchas oficinas, bancos, fábricas, comercios y servicios no esenciales cierran sus puertas durante toda la semana.

A propósito de la fecha, la embajada de la República Popular de China en Cuba y el Gobierno de La Habana organizaron, el pasado sábado 25 de enero, la primera Feria Feliz del Año Nuevo Chino a la que se sumaron empresarios y residentes chinos en Cuba, así como cubanos estudiosos de algunas de las tradiciones milenarias y descendientes de aquellos primeros inmigrantes chinos que llegaron a la mayor de las Antillas y no olvidan el legado de sus ancestros.
El evento, realizado en el céntrico Paseo del Prado habanero, reunió a un numeroso público que disfrutó de la gala cultural que incluyó la Danza del león, ejecutada por miembros de la Escuela Cubana de Artes Marciales; un tema musical interpretado en mandarín por el coro de niños Yuanri; pasarela de trajes tradicionales modelados por alumnas del Instituto Confucio, de la Universidad de La Habana; la actuación de la joven violinista Laura Valdivia que, además de tocar el instrumento, cantó en idioma chino; y el Baile del dragón, ejecutado por miembros de la Escuela de Wushu.
La Feria del Templo del Año Chino, por su parte, incluyó elementos de la ceremonia del té; del vestuario, bordados y manualidades tradicionales; de la medicina natural china; de la enseñanza de la arquitectura y la caligrafía mandarín; así como algunas atracciones turísticas y culinarias del país asiático.
Entre los expositores de hubo representantes de la Asociación Nacional Min Chih Tang; del Instituto Confucio de la Universidad de La Habana; de la Asociación Cubana de Wushu; de la Oficina Air China en Cuba, de la Agencia de Turismo Alifante; de Tianbo International Travel; de los restaurantes Huang Hu, Beijing y Liang Zi; de la UP Barrio Chino; de la Federación Culinaria de Cuba y del hotel Gran Muthu Habana.
En el 2025 se cumplen 65 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Popular de China y Cuba: “Espero trabajar junto a ustedes [los cubanos] para profundizar la amistad y hermandad entre ambas naciones”, expresó el embajador Hua Xin en la apertura de la jornada. También deseó que los dos pueblos alcancen mayores niveles de desarrollo y cooperación en este, el Año de la Serpiente.