Cargando...“El mayor legado de este Congreso, dijo Ulises Guilarte de Nacimiento, Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC), debe ser el de la movilización para alcanzar los objetivos del país, de la Revolución”, y sin entonación de consigna dejó plantado el papel superior de la organización para el próximo periodo de trabajo en la Conferencia Provincial de Guantánamo, con sesión plenaria este martes.
Los 150 delegados a la Conferencia, que forma parte del proceso por el Congreso 22, se apegaron a responder las preguntas fundamentales “lanzadas” temprano desde la presidencia por Juana Eglis Fernández Louit, quien fuera ratificada horas más tarde como la Secretaria General de la CTC en la provincia, al frente de un secretariado liderado por mujeres a las que tocará la responsabilidad de organizar el Acto Nacional por el Aniversario 86 de esa organización.
¿Qué puede hacer el sindicato para que se cumplan los objetivos del Gobierno y del Partido? La pregunta es, vale decirlo, síntesis de los debates en todo el proceso congresista, y el norte definitivo en medio de tiempos difíciles; y como tal fue respondida por una docena de los delegados en representación de nuestros 15 sindicatos, en reunión presidida además por Yoel Pérez García, primer secretario del Partido en la provincia.
Hablaron secretarios de secciones, buroes y sindicatos enteros sobre la base de un informe que -lo reconocía Guilarte de Nacimiento- fue tan crítico como lo merecía el periodo, signado en la más oriental por el incumplimiento de la mayoría de las producciones físicas, el incumplimiento de las utilidades en una treintena de entidades y un proceso inflacionario galopante que incide en la economía toda, aunque con particular saña en el bolsillo de los trabajadores.
Tuvo la palabra, también, la diferencia que marca el compromiso y la búsqueda de alternativas, y que cuando es en positivo se convierte en números, producción, avance.
Leudis Hernández Díaz, secretario del buró sindical de la Empresa de Rehabilitación de Redes Hidráulicas, del Sindicato de los Trabajadores de la Construcción y de Recursos Hidráulicos, contó del esfuerzo, de los salarios de hasta 20 mil pesos que estimulan, de la eficiencia -término que prefiere, como alternativa al ahorro- con que sortean carencias, que existen, porque sin combustible no hay forma de mover los equipos para el movimiento de tierra, y sin piezas de repuesto incluso lo nuevo tiene días contados.
Se hizo escuchar Yamilé Heredia Acuña, de la Empresa Filial Pesquera de Baracoa, quien al frente de su colectivo se sobreponen a las dificultades y con ese ánimo, durante el pasado año, ingresaron más de 217 millones de pesos, de los cuales 213 fueron gracias a la captura de la angula, el principal de los rubros exportables de Guantánamo, y ahora mismo con precios en alza en el mercado internacional.
Casi se despide la sindicalista, cuando volvió a la carga, esta vez como anirista, autora de un “invento” que logró integrar las funciones de un manómetro con un flujómetro, con el objetivo de controlar las condiciones de exportación del alevín de la anguila, que debe llegar a su destino con buena vitalidad.
Hablaron los representantes de otros sectores claves. Los azucareros que casi comienzan a moler, los agricultores que crecieron en las contrataciones y ahora mismo -mientras los delegados escuchan, dialogan- están movilizados en El Salvador y Yateras para recuperar hasta el último grano de café, los de la Universidad de Ciencias Médicas, los constructores, los salineros, los de la educación, que abrieron el debate con un acuerdo para que cese el fuego genocida de Israel contra Palestina y otras naciones del Medio Oriente, los de Muebles Imperio, que restituyeron, con trabajo de días sin noches, los mobiliarios que el río malogró cuando el huracán Oscar…
Todos, reflexionó Guilarte de Nacimiento, también miembro del Buró Político, pueden hacer más a partir de toda la autonomía que da el país, del papel más activo de los sindicatos a la hora de decidir los planes, hacia dónde va el dinero y cómo; una participación que además debe redundar en más control, en cumplimiento de planes, de producciones sobre todo alimenticias, porque es el principal gasto que hace el país, junto al del combustible.
