Para la provincia de Guantánamo, la inauguración oficial de la sala de reproducción asistida constituye un avance remarcable en el campo de la salud, opción que no solo ofrece ayuda a parejas infértiles, sino que permitirá combatir el envejecimiento poblacional y aumentar la tasa de natalidad.
¿Pero cómo funciona tan importante logro en los servicios de salud en Cuba?
Todo inició en 2015, cuando la atención a la pareja infértil se convirtió en un programa nacional de salud, lo que no quiere decir que no hubo otros tratamientos anteriores, explica el Dr. Ángel Ramos Casamayor, director de la sala provincial de reproducción asistida.
Este programa incluye tres niveles, primero a escala de consultorio, que es donde se puede conocer a las parejas con problemas para concebir, las que se remiten a consulta municipal donde cierra el primer escalón de esta consulta; en ese estadío se debe resolver aproximadamente el 60 por ciento de los trastornos de fertilidad.
Cada municipio posee medios para realizar el espermatograma, ultrasonido y la atención ginecológica y psicológica, como parte del primer escalón del tratamiento a la pareja infértil.
El segundo nivel consiste en la atención a las parejas que no entran en ese porcentaje de éxito de la primera etapa. Comienza entonces la atención en el salón provincial, consulta que existe en cada provincia del país. El tercer nivel del tratamiento se establece en los centros de alta tecnología.
En los centros provinciales se realizan tratamientos intrauterinos, mientras en los de alta tecnología la fecundación se produce fuera del útero y luego ese embrión es introducido en el referido órgano.
En Cuba existen cuatro centros de este tipo: Holguín, atiende las provincias orientales y Camagüey; Cienfuegos para la zona central, y dos en La Habana para la región occidental.
“La sala de Guantánamo atiende mujeres mayores de 35 años, féminas con daños en las trompas; hombres con afecciones de la esperma, cuya causa no sea infecciosa. Solo ofrecemos el servicio de inseminación artificial”, explica el doctor Ramos Casamayor.
¿Qué pasa con las familias de otros municipios que deban atenderse en el segundo y tercer niveles?
Para las parejas que requieren una atención del segundo nivel, explica el doctor Ramos Casamayor, debe existir un transporte que les facilite el traslado al centro en el momento necesario para ser atendidos.
Los que son remitidas a un tercer nivel, que para Guantánamo sería en la provincia de Holguín, se le garantiza primeramente el turno, luego la transportación con un hospedaje que corre por cuenta de los pacientes.
El tabú de la reproducción asistida y el vientre solidario
La condición de infértil es asumida desde diferentes ópticas por los pacientes lo que requiere dentro del tratamiento de reproducción asistida, el apoyo terapéutico y psicológico. Es así que el proceso asistencial a la pareja con problemas para concebir, es acompañado por profesionales de salud mental, quienes contribuyen a la tranquilidad de la pareja, tanto en los procederes médicos como ante una noticia desafortunada.
Pero los servicios de reproducción asistida no se enfocan solo en las parejas heterosexuales, con el nuevo Código de las Familias, se ofrece también apoyo a las relaciones homosexuales mediante vientres de alquiler o algún otro tratamiento, en clara demostración de la nueva visión de la salud sobre la concepción en familias y el apoyo que necesitan.
Aún falta tecnología al centro provincial
El centro precisa de otros equipos como el sonar o reactivos para estudios hormonales, instrumentos de laboratorio que elevarían la calidad de la atención y están vetados por las medidas económicas y financieras que ejerce el gobierno de Estados Unidos contra Cuba y que impiden la adquisición de la tecnología indispensable para los tratamientos y consultas que se realizan en el centro. Empero, continúa la preparación de nuevos especialistas, jóvenes principalmente, lo que fortalece el trabajo de nuestros profesionales.
Independientemente de carencias y limitaciones, el programa de reproducción asistida avanza en Guantánamo, donde desde el 2015 se cuantifican 350 nacimientos, cifra que representa un logro para la salud en medio de un universo de envejecimiento poblacional que demanda aumento de la natalidad. ( Venceremos)