Por cinco años consecutivos Sancti Spíritus ha mantenido resultados de lujo en uno de los principales indicadores de progreso en el bienestar infantil, consolidado este 2024, cuando la provincia registró una tasa de mortalidad en menores de un año de 3.6 por cada mil nacidos vivos, la más baja de Cuba.
A juicio del doctor Francisco García González, al frente del Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) en la Dirección General de Salud, la primera y necesaria lectura de esta cifra se traduce en mantener la intersectorialidad, constatable en intervenciones en los municipios en escenarios claves como Consejos Populares, Grupos Temporales de Trabajo del Gobierno, comunidades vulnerables, policlínicos y hospitales donde se realizan partos.
Influyen, igualmente, el control de las embarazadas a través de los programas informatizados y el seguimiento de estas por la Red de Genética Médica y la existencia de hogares maternos en todos los municipios, lo cual evita que las pacientes con riesgo no necesariamente tengan que ingresar en la capital provincial y estén más cerca de sus familias, refirió García González.
Según añadió el especialista, en el 2024 en el territorio ocurrieron 2 490 nacimientos, alrededor de 629 menos en comparación con el año anterior, y se reportan nueve fallecidos debido a diferentes causas, entre estas las afecciones perinatales, fundamentalmente las asociadas a nacimientos pretérminos; el crecimiento intrauterino retardado y las malformaciones congénitas.
“Siempre que tengamos un fallecido es lamentable, y tenemos que estar insatisfechos. Ello obliga a mantener una estrecha relación entre la atención primaria y secundaria para minimizar los riesgos, porque el escenario social resulta complicado, si se tienen en cuenta las circunstancias económicas actuales del país y sus incidencias marcadas en el sector de la Salud”, reflexionó el también especialista en segundo grado en Ginecología.
“Hoy enfrentamos dificultades con el recurso humano y hay carencias de insumos, medicamentos; pero, a pesar de toda esa situación, Sancti Spíritus se ha distinguido por darle prioridad a la atención materno infantil en aras de minimizar los riesgos y las consecuencias finales”, acotó.
“Aunque no somos de las provincias con más déficit de recursos humanos —argumentó García González—, hoy los mayores problemas están en la especialidad de Ginecobstetricia. Por ello, hemos recabado la ayuda de la Atención Primaria con especialistas en Medicina General Integral certificados, que prestan atención médica en hogares maternos y en la Maternidad Provincial. También hemos equilibrado los equipos de guardia con profesores de mayor experiencia con otros de menor, para lograr un resultado mucho mejor”.
Al comentar los resultados del PAMI durante el 2024, la doctora Mirta Santos León, subdirectora de Asistencia Médica de la Dirección General de Salud, destacó el trabajo realizado por los profesionales de la Atención Primaria, contexto donde se realizan más del 90 por ciento de las acciones de dicho programa.
Asimismo, Santos León ponderó la supervivencia de más del 98 por ciento de los niños graves y críticos atendidos en el servicio de Neonatología del Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos y en la Unidad de Cuidados Intensivos del Pediátrico José Martí Pérez.
La subdirectora de Asistencia Médica hizo alusión, además, a la disminución del índice de bajo peso al nacer (niños por debajo de 1 500 gramos), de 7.7 al cierre de 2023 a 5.9 en el año recién concluido, indicador por debajo de la media nacional.
(Tomado del periódico Escambray)