No le temen al peligro. Lo conocen y muy bien. Saben los riesgos que implica su labor. Asumen la misión que le corresponde con disciplina, rigor, serenidad, precaución, acciones que bien pueden quedar resumidas en una sola: responsabilidad en todo el significado de la palabra.
Es usual verlos con sus cinturones de seguridad, guantes, cascos, botas… y “armados” con pinzas, llaves y otras herramientas que exige el trabajo a realizar.
Saben cuán vital es el esfuerzo que acometen. Y no solamente tras el paso de huracanes u otros eventos meteorológicos, situación que de por si siempre ha colocado muy en alto el esfuerzo de los linieros para restablecer la luz que llega a los hogares en cualquier sitio del país afectado por el embate de los vientos que derriban cables, postes y torres de alta tensión.
Ante tal contingencia impuesta por la naturaleza, las brigadas de todas las provincias integran un valioso ejército de solidaridad donde resulte necesaria su activa presencia.
Hay que sumar, además, que ellos junto a técnicos e ingenieros también hacen posible que la energía viaje a través de las redes s para restablecer el latido de la vida cotidiana en la producción y en los servicios.
Ellos son los trabajadores de la electricidad. Siempre dispuestos a enfrentar y vencer desafíos.
Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.
Admirable la unidad y el sentido de pertenencia..Felicidades