Por Mark Friedman (*)
Después de verse obligados a absolver a Omali Yeshitela (82 años), Jesse Nevel (78 años) y Penny Hess (34 años) del delito de ser “agentes del Gobierno ruso”, el jurado de un tribunal federal estadounidense los condenó por “conspiración para cometer un delito contra los Estados Unidos”, lo que equivaldría a culparlos por sus esfuerzos para liberar al pueblo africano.
Se trata de un juicio que ha tenido gran repercusión en los medios y que se le conoce como Los 3 de UHURU, pues Yeshitela es el fundador, en 1972, del Partido Socialista de los Pueblos Africanos (APSP, por sus siglas en inglés) y del Movimiento UHURU, a los cuales también pertenecen Nevel y Hess.
La fiscalía del Tribunal de Tampa, Florida ha dicho que los acusados son culpables de “planear sembrar discordia e inflamar las tensiones políticas estadounidenses a instancias de Rusia”, un cargo que conlleva una pena máxima de cinco años de prisión.
En la práctica legal de EE. UU., el cargo de conspiración representa una amenaza para cualquier luchador por los derechos civiles y humanos, pues la definición de ese delito a menudo se deja en manos de la creatividad de la fiscalía. Conspiración puede entenderse como la acusación que utiliza el Estado contra los movimientos políticos cuando no puede obtener una condena por ningún otro cargo, por eso debemos hacer sonar la alarma sobre el peligro que este juicio representa.
Este caso menoscaba el derecho humano a la libertad de expresión y al libre flujo de información; y o podría asentar un grave precedente legal dentro de los llamados “delitos de pensamiento”, pues ampararía la posibilidad de sancionar a todo aquel que exprese maneras de pensar no aprobadas por el gobierno de los Estados Unidos.
El juicio de Los 3 de UHURU “está demostrando ser uno de los casos más importantes de la Primera Enmienda en lo que va del siglo XXI”, afirmó la abogada defensora Jenipher Jones; mientras que Leonard Goodman, abogado de Hess, dijo al medio Tampa Bay Times, que los acusados fueron procesados para censurar sus opiniones prorrusas: “Este caso siempre ha sido sobre la libertad de expresión”, precisó el letrado.
El juicio también expone que Estados Unidos no respeta los derechos humanos y que viola, específicamente, los artículos 19 y 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, donde se protege el derecho a la libertad de expresión, opinión y asociación; al igual que el artículo 19 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Es significativo que un pequeño grupo panafricanista sea el primero en enfrentarse a este tipo de cargos legales y otras formas de represión abierta en EE. UU. por hablar abiertamente contra las políticas racistas e imperialistas del régimen estadounidense. Es una reminiscencia de la campaña del FBI y del gobierno estadounidense contra organizaciones que defendieron los derechos civiles de los afrodescendientes en la década de 1970, la cual tuvo como blanco a Malcolm X, ML King, los Panteras Negras y otras agrupaciones de corte socialista.
Cientos de personas se manifestaron el 31 de agosto en el lugar del juicio, en San Petersburgo, Florida. Decenas de simpatizantes llenaron la sala del tribunal en cada uno de las audiencias, y casi 200 personas y varias organizaciones apoyaron de diversas formas los esfuerzos de defensa.
La sentencia debe ser anunciada el 25 de noviembre y se prevé una apelación.
Una vez conocido el veredicto, Omali Yeshitela dijo que “Lo más importante es que no pudieron condenarnos por trabajar para nadie más que para personas negras, eso es lo más importante. Tuvieron que reconocer que no estábamos trabajando para los rusos y yo estoy dispuesto a que me acusen y me declaren culpable de trabajar para personas negras (…). No tengo miedo, ¡lo he hecho tantas veces! No puedes hacer lo que yo hago y tener miedo de ir a la cárcel. No quiero ir a la cárcel, por supuesto, tendré 83 años en unos días y, obviamente, no quiero pasar el resto de mi vida en la cárcel”.
Los líderes del Partido Socialista de los Pueblos Africanos han sido firmes en su reclamo de poner fin al bloqueo estadounidense a Cuba y de retirar a la isla de la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo. Varios de sus militantes participan activamente en las actividades del Comité Hands off Cuba, de Los Ángeles y algunos han viajado a la nación caribeña como parte de la delegación de activistas laborales y juveniles atendida por la CTC durante la celebración del Primero de Mayo del 2024.
Declaración oficial de Omali Yeshitela, en nombre de Los 3 de UHURU
El 12 de septiembre de 2024, un jurado del tribunal federal de Tampa, Florida, repudió el cargo más grave de incriminación del gobierno de los EE. UU. contra Los 3 de UHURU al declararme a mí, junto con Penny Hess y Jesse Nevel, NO CULPABLES de ser agentes del gobierno ruso.
Los fiscales desataron una andanada de mentiras y distorsiones de la ley, junto con instrucciones deliberadamente confusas para el jurado, para engañarlo y que emitiera un veredicto incoherente, condenándonos por el cargo menor de «conspiración para cometer un delito contra los Estados Unidos», que tenemos la intención de apelar y confiamos en que ganaremos. Pero lo que es más importante, el veredicto de «no culpable» del jurado sobre el cargo de «agentes rusos» significa que los jurados estuvieron de acuerdo con la legitimidad de nuestros esfuerzos para defender la liberación de África y el pueblo africano.
Felicitamos al jurado por su capacidad de ver a través del intento del gobierno de los Estados Unidos de criminalizar las críticas del Movimiento de Liberación Africana sobre el trato que el gobierno de los Estados Unidos da a los africanos en los Estados Unidos.
(*) Mark Friedman es veterano, maestro, ambientalista y periodista. Está afiliado al sindicato Asociación Internacional de Maquinistas, de Los Ángeles, California, y es uno de los coordinadores del Comité Hands off Cuba