En horas de la noche del viernes 13 de este mes y a la edad de 75 años falleció, en Las Tunas, la Heroína del Trabajo de la República de Cuba, Berta Luz Rodríguez López, pero con su desaparición física la fuerza de su ejemplo nos continuará iluminando desde otra dimensión, porque en vida forjó una trayectoria laboral y social que tiene huellas imborrables entre sus compañeros de labor, vecinos, familiares.
Esta mujer de voz pausada y de figura erguida desafió obstáculos con la más absoluta sencillez, humildad y modestia. Vivió para servir aferrada a una profesión que es para evangelios vivos y como devota martiana Berta Luz, nutrida de ese legado, instruyó y educó a las nuevas generaciones y coetáneos desde las aulas en Minas de Frío y como Metodóloga Integral de Deporte en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) Carlos Miguel Leyva González, en los campos en tiempos de alfabetización y desde el barrio, ya como respetable y admirada profe, activa dirigente sindical, federada, cederista…
Y con esos mismos valores –sencillez, humildad y modestia- subió a los más altos pedestales a recibir premios, distinciones y condecoraciones que enaltecieron su voluntad y entrega, su vocación de servir al prójimo, de construir, de luchar y de vencer.
Porque en su prolífera trayectoria laboral conquistó en 20 ocasiones la condición de Vanguardia Nacional, y se hizo merecedora, además, de la Orden Lázaro Peña de I Grado (2016) y de otros reconocimientos que premiaban su perenne decisión de estar dónde el deber la aclamaba y eso lo saben bien los campos cañeros de Bahía de Nipe y cafetaleros del oriente cubano, y otros escenarios de batallas cruciales en defensa de la Revolución.
El mismo día en que recibió el título honorífico de manos del Comandante José Ramón Machado Ventura, en los primeros días de mayo de 2019, le dijo al fallecido periodista Ramón Barrera Ferrás, corresponsal de este medio: “Yo nací un 29 de mayo, el mismo día que Lázaro Peña…, claro, en años diferentes”, y, esa coincidencia la asumió hasta su último aliento como un compromiso con el Capitán de la Clase Obrera Cubana, que es decir “con la Revolución, con la Patria y con el socialismo”, sostuvo con firmeza en encuentros posteriores.
“Siempre me gustó defender a los trabajadores, estar al lado de ellos, apoyarlos…, y esas fueron motivaciones durante 50 años (…)”, declaró en esa ocasión, y fiel a sus palabras durante esas cinco décadas desempeñó diferentes cargo en el Sindicato de los Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, y en el Comité Municipal de la CTC en la ciudad de Las Tunas.
Por esas y otras muchísimas razones, ni la muerte, ni el tiempo podrán sentenciar al olvido esta gran obra escrita con infinito amor y la luz de Berta, la Heroína, seguirá señalando senderos para transitar hasta la victoria final, por la que siempre luchó, a la que siempre aportó. Berta continuará empinándose en el espíritu de un pueblo para el que no hay imposibles.