Mientras en el United Center de Chicago los delegados a la Convención Nacional Demócrata aprobaban la plataforma partidista y a su nueva candidata a la presidencia, en las calles de la ciudad miles de personas expresaban su postura con respecto a los problemas de la nación. Allí también se habló de Cuba
Entre el 19 y el 22 de agosto la ciudad de Chicago, Illinois, en Estados Unidos, no solo recibió a los delegados a la Convención Nacional del Partido Demócrata; también llegaron miles de activistas para recordar que existen temas que importan a la nación y que el evento no los tuvo en cuenta.
Mientras los delegados al evento aprobaban la plataforma partidista y a Kamala Harris como nueva candidata a la presidencia, en las calles de la ciudad miles de personas expresaban su postura con respecto a neurálgicos problemas de la nación y del mundo. En ese contexto, también se habló de Cuba.
Los oradores oficiales al cónclave demócrata ignoraron, por ejemplo, lo que sucede en Palestina. Solo Kamala Harris habló de ello, y trató de quedar bien con Dios y con el Diablo. “Al igual que honramos la humanidad de los rehenes, debemos también centrarnos en la humanidad de los 40 mil palestinos asesinados en los bombardeos israelíes”, dijo y precisó: “Siempre defenderé el derecho de Israel a defenderse, y siempre garantizaré que tenga la capacidad de hacerlo”.
En cambio, en las calles aledañas a la sede del evento (United Center of Chicago), numerosos manifestantes exigían el fin del apoyo de EE. UU. a Israel. La manifestación más concurrida reunió a más de 7 mil 500 personas el mismo 19 de agosto con el reclamo de paz para Gaza.
Según reporte enviado a Trabajadores por el periodista estadounidense Mark Friedman, los participantes en la convención nacional People United to Save Humanity (PUSH) también levantaron sus voces en defensa de los inmigrantes y de los derechos reproductivos de las mujeres; por el fin de la presencia militar de EE. UU. en Asia, especialmente en Corea y Filipinas; así como por el derecho de sindicatos y organizaciones estudiantiles a la protesta.
Cuba en la Convención
Activistas de la Coalición Cuba, de Chicago, junto a otros de varias ciudades, repartieron volantes en los que se revelan datos precisos acerca de la hostilidad de la administración Biden contra Cuba. También distribuyeron impresos con información sobre las 243 sanciones impuestas por Trump que aún siguen vigentes; así como los avances logrados por las mujeres cubanas con el Código de las Familias aprobado en referendo efectuado en septiembre del 2022.
El internacionalismo que practican los cubanos y la postura del país con respecto a Palestina, expresada por el presidente Miguel Díaz-Canel en su discurso de octubre del 2023, fueron otros de los asuntos abordados ante la multitud por los activistas amigos de Cuba. Se demandó el fin del bloqueo y se recaudaron fondos para la campaña de Global Health Partners “Marcapasos para Cuba”, que ya ha enviado 330 equipos de un compromiso de 500.
Friedman narró que el 21 de agosto hubo un importante panel dedicado a Cuba en las oficinas del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU). Durante la jornada se denunció una vez más el bloqueo, así como la inclusión de la isla en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo (SSOT), del Departamento de Estado.
El también fundador del Comité Manos Fuera de Cuba de Los Ángeles, California, junto a la joven activista Brenda López, calificó de “muy exitosa” la reunión, a la cual asistieron, de manera presencial o virtual más de 120 personas.
Entre los oradores estuvo Carlos Lazo, quien viajó desde Seattle para compartir su experiencia como emigrado, veterano del ejército de EE. UU. y fundador del grupo solidario Puentes de Amor: “Poner fin al bloqueo es una cuestión de decencia humana, el bloqueo es indecente e inmoral, debe ser levantado, ese es nuestro sueño. Si eres una persona decente no puedes apoyar la inclusión de Cuba en el SSOT, ni el bloqueo que está matando de hambre a Cuba. Debemos dejar de lado nuestras diferencias y construir puentes de amor”, expresó.
Durante cuatro años la organización fundada por Lazo ha trabajado, en EE. UU. y en todo el mundo. para poner fin al bloqueo. Han gestionado ayuda médica y humanitaria, y han conseguido trasladar hasta hospitales cubanos insumos diversos, medicamentos contra el cáncer y leche en polvo, producto altamente deficitario en el país.
Otro de los oradores, José López, del Centro Cultural Puertorriqueño, sostuvo que la reacción de algunos contra Nicaragua, Cuba y Venezuela no puede entenderse sin tomar en cuenta la Doctrina Monroe, promulgada en 1823: “Aquí estamos 201 años después, reflexionó, Cuba puso fin a su estatus colonial y los EE. UU. los ha castigado desde entonces. Puerto Rico, en cambio, aún es visto como propiedad de los EE. UU. Como puertorriqueños solo tenemos 2 derechos, el de morir en cualquiera de las guerras en las que EE.UU. se ha implicado desde el 1917, y el de venir al continente donde ahora viven 5,6 millones de puertorriqueños”.
La imagen de Murid Abuhkater, un estudiante palestino de la Escuela Latinoamericana de Medicina, en Cuba, llegó a la audiencia a través de un video: “Durante seis años he tenido la oportunidad de estudiar aquí, junto a jóvenes de otros 94 países. Somos testigos de la escasez de medicinas como resultado del bloqueo estadounidense”, atestiguó.
El concejal de Chicago, Byron López, aseguró que “es urgente poner fin al bloqueo, tenemos que organizarnos (…). Escuchamos algunos cambios anunciados por la Convención Nacional Demócrata, pero nada dice la plataforma partidista sobre Cuba”.
Miembros de la organización Building Relations with Cuban Labor comentaron acerca de la delegación que viajó a la isla en el 2024 para asistir a las actividades del Primero de Mayo. Anunciaron que ya se preparan para el 2025. Entre ellos se encontraba Joe Richert, secretario financiero del sindicato SEIU Local 73, de Chicago.
“Cada parte de la existencia de Cuba se ve afectada por el bloqueo, no tienen acceso a productos básicas para sustentar la vida. Cosas que damos por sentado todos los días como papel higiénico, kétchup o salsa tabasco, un marcapasos, la electricidad o los medicamentos, son de suministro limitado allá. ¡Y solo están a 90 millas de uno de los países más ricos del mundo! El movimiento laboral estadounidense debe unirse para ayudar a nuestros hermanos y hermanas en Cuba y levantar el bloqueo”, reclamó Richert.
La nueva representante del sindicato de trabajadores Teamsters-Amazon, Local 1, Justine Medina, intervino en el evento. Recordó que su agrupación tiene 5 mil 500 afiliados en el almacén de Amazon, JFK8, en Staten Island, que fueron el primer sindicato nacional que ha expresado públicamente su apoyo incondicional a Cuba y que han participado en reuniones en Nueva York con el presidente cubano Miguel Díaz-Canel. Confirmó además que ya preparan una delegación de jóvenes sindicalistas para los festejos que habitualmente organiza la mayor de las Antillas por el Primero de Mayo.
Cody Urban, por su parte, entregó un mensaje solidario en nombre del capítulo estadounidense de la Liga Internacional de Luchas de los Pueblos, coalición de 400 organizaciones que recientemente celebró su convención en Malasia, a la cual asistieron representantes de 40 naciones y donde fue aprobada una resolución que exige eliminar a Cuba del SSOT.
Miembros de la Red de Liderazgo Religioso, de Chicago, reconocieron que han trabajado “con los líderes cubanos desde 1976, cuando enviamos una delegación a Cuba. Redoblaremos nuestros esfuerzos para sacar al país del SSOT. Nuestra organización trabajará codo a codo con todos ustedes sin importar los obstáculos”, apuntaron.
Linda Loew saludó al auditorio en nombre del Comité de Chicago por el Derecho al Aborto. También estuvieron representantes de Socialistas Demócratas de América y de otras organizaciones que expresaron su admiración y compromiso con la nación caribeña.
Durante los días de la convención, 75 personas se mostraron interesadas en unirse a los comités de solidaridad con Cuba y a las delegaciones que visitarán el país próximamente, concluyó Friedman. Además, se recaudaron casi mil dólares como aporte solidario a la campaña Pacemakers for Cuba, de Global Health Partners; así como por la venta de libros y artículos de la campaña ¡Cuba Sí, Bloqueo No!
El evento recibió además el respaldo de la congresista Barbara Lee, quien envió una declaración donde reconoce que la administración de Joe Biden solo ha realizado “cambios simbólicos en una política que continúa aislando y castigando al pueblo de Cuba. Después de seis décadas de fracaso, ya es hora de que Estados Unidos intente algo diferente”.