Un vídeo desde el Hotel Nacional de Cuba resume sus esencias, una suerte de despedida a José Felipe Soto, el líder sindical ejemplo, “uno de nuestros más grandes hombres. Gastronómico de primer nivel, revolucionario, familiar y sobretodo buen amigo”.
Estamos de luto, dicen los entrevistados y en medio del dolor por su partida, la admiración tácita por Soto. “No te irás. Sabemos que vas a estar en estos rincones, en estas paredes, en estos jardines, en estos patios, en estas habitaciones”.
El nudo en la garganta le traba las palabras. Jorge Pupo es ahora el secretario general del buró sindical. De Soto recibió el batón, el legado vivo del dirigente que por 22 años ocupó un puesto desde donde trascendió como un sindicalista nato. “Tus enseñanzas nunca se olvidarán”, posteó junto con una foto donde aparecen juntos.
El cariño hacia Soto lo reiteran los varios comentarios de trabajadores que laboran o laboraron en el Hotel Nacional. “Te recordaremos siempre, al igual que a Antonio Martínez (fue un querido director del hotel)… Eterno descanso y gloria eterna para los grandes”, escribió
“Luchaba por sus trabajadores para que cobraran en tiempo, que la propina fuera siempre alta. En los trabajos voluntarios siempre era el primero. Que Dios lo tenga en la gloria”, Yolanda Sotolongo Suárez.
“A pesar de sus enfermedades, trabajó durante la pandemia al frente de una brigada que montó todos los mosaicos de las aceras de los jardines, y la fundición de La Barraca”, manifestó José Gabriel Otero, que además significó que Soto preocupó por todo, “desde la propina hasta la atención a los trabajadores enfermos, los jubilados ,y donaciones de juguetes para niños enfermos de cáncer”.
Maritza Soto, de la provincia de Matanzas, compartió con él en el Comité Nacional del Sindicato de Turismo: “Hemos perdido a un dirigentes sindical de talla mayor, un hombre incansable, respetuoso y dedicado por entero a sus trabajadores, digno representante del movimiento obrero en el Sindicato del Turismo”.
En la página del Facebook del Hotel Nacional de Cuba, quedará, alojado siempre, el homenaje eterno: “Descansa en paz querido amigo, tu entusiasmo, tu energía, tus palabras, tu estirpe revolucionario vivirán por siempre en nuestros corazones”.