Cargando...La Empresa Eléctrica de Isla de la Juventud enfrenta actualmente una situación de riesgo en su capacidad de generación debido a fallas en varias de sus máquinas, según informó Norge García Marcos, director del área en la entidad.
Precisó el directivo que la demanda de energía alcanza casi los 24 megawatts (MW), cifra que coincide con la disponibilidad real, lo cual presupone un desafío significativo para cumplir su encargo social.
Desde inicios de julio, la generación se ha visto afectada drásticamente. La capacidad que era de 27.6 MW, descendió a causa de diversas fallas, algunas complejas. Expuso que la avería ocurrida en una máquina Hyundai provocó la pérdida de 1.44 MW, mientras que dos máquinas MTU han dejado de operar, sumando otros 2.88 MW dejados de producir.
Explicó que los problemas técnicos no se limitan solo a los generadores en sí, sino que también involucran componentes auxiliares como el acoplador (elemento de unión entre el generador y el motor) y el radiador de baja temperatura y en consecuencia la salida de servicio del equipo.
Mencionó que se están realizando esfuerzos para poner en funcionamiento una máquina con capacidad de 2.0 MW, asimismo se espera que con la reparación y puesta en marcha de otros tres equipos afectados se puedan recuperar hasta 7.0 MW adicionales. Aporte significativo a la disponibilidad total.
Sin embargo, el director también advirtió sobre las limitaciones de otras máquinas en funcionamiento, que, aunque tienen una capacidad instalada total superior a los 44 MW, están operando por debajo de su potencial máximo debido a atrasos en el mantenimiento.
A pesar de contar con suficiente capacidad instalada para satisfacer la demanda eléctrica, la situación requiere atención inmediata para evitar interrupciones en el servicio, enfatizó García Marcos.
Acotó que el personal técnico local —en cooperación con las brigadas de las empresas habaneras de mantenimiento a grupos electrónicos de fuel oil y de mantenimiento a centrales eléctricas— trabaja en las soluciones para restablecer la normalidad en la operación y garantizar un suministro eléctrico confiable a la población.
