Por Jorge Petinaud Martínez, Corresponsal jefe en Bolivia
El Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba-La Paz y la embajada de la ínsula caribeña honraron este jueves, en esa sede diplomática al veterano luchador revolucionario boliviano Efraín Quicáñez (Negro José), autor del libro Pan Comido.
En esa obra, Quicáñez (94 años de edad) relata los detalles de la operación de rescate en 1968 de los sobrevivientes cubanos y bolivianos de la guerrilla del comandante Ernesto Guevara (Che).
Al dar la bienvenida en la embajada a quien por encomienda del Partido Comunista de Bolivia (PCB) encabezó el cumplimiento de esa misión, la encargada de negocios de Cuba, Yohanelis Gutiérrez, resaltó la abnegada vida revolucionaria del conocido luchador Negro José.
Junto a ella se encontraba la presidenta del Movimiento Boliviano de Solidaridad con Cuba-La Paz, Alidson Gómez, quien resaltó el ejemplo que constituye la trayectoria de Quicáñez para las nuevas generaciones.
Dotado de una memoria privilegiada, en entrevista concedida a Prensa Latina, Quicáñez recordó que en una reunión del Comité Central del PCB cuya Comisión de Organización él integraba, le informaron que los sobrevivientes estaban en La Paz y que era necesario sacarlos del país.
“Eso es pan comido”, comentó él, y eso motivó que a inicios de 1968 le encomendaran esa misión.
Por ese motivo, Quicáñez se convirtió en el guía principal a través de Oruro hasta llegar a Chile en una accidentada operación en que condujo a los cubanos Harry Villegas (Pombo), Leonardo Tamayo (Urbano) y Dariel Alarcón (Benigno).
El grupo lo integraban también los guerrilleros bolivianos Guido Peredo (Inti), David Adriázola (Darío), Julio Méndez (Ñato), así como el también militante del PCB Estanislao Vilca, quien prestó su apoyo en esa tarea.
Negro José evocó en la entrevista concedida a esta agencia de noticias que resultó largo y penoso el periplo por varias ciudades bolivianas, el cruce de ríos crecidos y el ocultamiento en varias cuevas.
Finalmente, lograron llegar a pie hasta el norte de Chile en febrero de 1968, donde gracias a la movilización del entonces senador Salvador Allende y otros líderes de izquierda pudieron entregarse a las autoridades en condiciones de seguridad.
De Chile, fueron expulsados por el Gobierno de Eduardo Frei y realizaron un periplo por varios territorios de Asia, Oceanía y Europa hasta llegar a Cuba, donde fueron recibidos en el Aeropuerto Internacional José Martí por el líder de la Revolución, Fidel Castro.
“Me tocó bajar primero del avión, y fue grande la sorpresa al ser acogido personalmente por el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien me dio la mano y me abrazó, hecho que colmó con creces toda mi vida revolucionaria” expresó Quicáñez.
“Por eso agradezco tanto el reconocimiento y el encuentro este jueves con los funcionarios de la embajada cubana, continuadores de aquella generación de luchadores que junto a Fidel conquistaron el triunfo del 1 de enero de 1959″, concluyó el veterano.
Quicáñez vivió 10 años la isla del Caribe, trabajó en las transmisiones en quechua de Radio Habana Cuba, participó en las zafras azucareras del pueblo cubano e integró las microbrigadas constructoras de obras sociales.