Cargando...La carrera de Yaseen Pérez es como un traje confeccionado con frases, cuya lectura revela la sana ambición de superación de muchos seres humanos. Este entrenador cubano ha sabido anclar su mejor magisterio fuera de nuestro país.
Evade las habladurías, prefiere enfocarse en su labor. Que hablen los resultados. Si usted nunca escuchó sobre él le recomiendo que investigue sobre Marileidy Paulino, la corredora dominicana, que conquistó el oro de los 400 metros en el Mundial de Budapest en el 2023.
“Para un preparador participar en unos Juegos Olímpicos es el mayor escalón profesional posible. Poner a un alumno tuyo a ese nivel sin duda es un premio al trabajo serio y constante”, asevera siguiendo de cerca el entrenamiento de su discípula más renombrada.
“Uno debe tener un poco de todo lo necesario para formar y guiar a sus atletas.
“El proceso educativo y de formación es fundamental, debe existir seriedad y no repetir los errores que en el pasado pueden haberte costado.
“En lo personal aprendo cada día. Me guío por las experiencias de otros grandes especialistas. Sus conocimientos los vinculo con los míos y junto a la práctica constante creo que mejoro un poco más cada jornada”.
Yaseen carga en su mochila personal algunos de los mejores argumentos de la escuela cubana de atletismo. Mucho le han aportado en lo profesional y pedagógico. Eso lo enlaza a la crianza y enseñanza de sus padres.
“Siempre he respetado a las personas mayores. Sus experiencias de vida ayudan”, afirma pasando la mirada sobre varios equipos del gimnasio donde nos encontramos.
“Sus consejos para salir adelante en medio de problemas es superimportante para mí. Me queda mucho por aprender, abunda. Creo que estoy todavía en pañales en mi profesión. Constantemente consulto ideas con colegas, fisioterapeutas y médicos. Vivo para aprender. Este camino es de constante estudio e instrucción. Incluso me nutro con las ideas de mis alumnos. Juntos trabajamos por lo mismo. Ser mejores”.
