Ya competimos en París 2024. Para los cubanos el deporte es un arte arduo, una disciplina casi pura y viril. Tanto lo es, que asumimos las batallas de nuestros deportistas como propias. Capaces de asumir el reto de turno como enfrentamos nuestra cotidianeidad, a pecho descubierto. Retando rivales afilados y con una idea desnuda y poderosa: llegar lo más lejos posible…
Ya las flechas del arquero Hugo Franco abrieron el camino. El 31 de julio retará en fase definitiva al mexicano Bruno Martínez. Ojalá la mayoría de sus saetas den en el centro de la diana.
En el tenis de mesa la dupla de Daniela Fonseca y Moisés Campos cayó ante los suecos Kristian Karlson y Christina Kallberg. Jugaron bien y con pasión, pero no les alcanzó ante rivales más curtidos. Aplausos muchachos. En ese propio deporte Andy Pereira cedió en cuatro sets este domingo ante un rival archiconocido, el brasileño Hugo Calderano.
Los puños de Erislandy Álvarez (60 kg) revelan su hambre de gloria y empezó derrotando por RSC al papú neoguineano John Umas. No corrió igual suerte nuestro doble campeón olímpico, Julio César La Cruz (92 kg), quien cedió ante el azarí de origen cubano Loren Berto Alfonso. Fue un duro golpe, más toca seguir y confiar en nuestros púgiles.
En el remo Reidy Cardona logró avanzar a los cuartos de final de la modalidad de single, objetivo que no alcanzó en la misma modalidad Yariulvis Cobas, última en su heat eliminatorio.
Tampoco Laina Pérez no pudo ampliar su sueño competitivo al concluir en el puesto 39 en la pistola de aire a 10 metros…
En los próximos días un grupo de figuras nos invitarán a soñar. Sus linajes permiten aseverar que lo mejor está por llegar. Este es solo el comienzo del camino.