Dicen que los años no pasan por gusto y es verdad. Su mirada ya no es la misma de antes. En sus ojos cansados, tristes por momentos, se proyecta el paso de los años. Los abuelos, compañeros inseparables de travesuras, llevan marcadas en su piel las huellas del tiempo y su andar lento la imagen de toda una vida de trabajos y protección.
Ellos, padres por partida doble, siempre están ahí para todos. Guerreros incansables que no cesan su labor y aún en la vejez continúan dando amor: primero a los hijos y luego a los nietos. La experiencia y sabiduría acumulada permiten que puedan reconocer cada uno de los problemas y dolores en la familia, y cuando ya crecen con los años los nietos, siguen viéndolos como los pequeños que alguna vez fueron.
Ahora su fuerza ya no es la misma, y entonces comienzan los achaques propios de la edad. Todo cambia, el papel se invierte, pasan de ser los protectores a ser los protegidos de la casa y la sociedad. El cuidado y bienestar de ellos, es una tarea que incluye a todos.
En Cuba, el Estado garantiza los cuidados y atenciones de salud ajustada a las necesidades del adulto mayor, para lograr que tengan un envejecimiento activo y saludable. Un ejemplo de ello, es la creación de los hogares de ancianos, una institución que los acoge de manera temporal o permanente y prevee servicios de hospedaje, alimentación, recreación y cuidado integral.
El Hogar de ancianos «Lazo de la Vega» ubicado en el capitalino municipio de La Lisa, junto al «Chung Wah» en San Miguel, fueron los lugares escogidos por actores del sector privado dedicados a la labor de cuidados para celebrar actividades en saludo al Día Internacional de los Abuelos.
Niurka Cartaya Almirzar, especialista en medicina general integral y directora del Hogar del Adulto Mayor José Manuel Lazo de la Vega, precisó que tiene hoy 57 abuelitos a los cuales se les brinda las atenciones que requieren y han logrado cubrir todas las necesidades de aquellos que actualmente no tienen quien los apoye. «Son felices y nosotros trabajamos para eso, priorizamos una alimentación adecuada y actividades diarias».
Resaltó, además que «la iniciativa por parte de los actores privados es muy provechosa pues permite que nosotros podamos aprender de ellos y viceversa. En el hogar estamos interrelacionados con otras organizaciones como la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y el gobierno. Apoyamos a todos, aunque tenemos algunos que todavía no se incertan a la sociedad, otros que fueron deambulantes, o los que ya son -como de la casa- y han vivido durante mucho tiempo aquí. Están bien y ellos con esta actividad se pusieron contentos al ver todo el amor desinteresado que somos capaces de dar».
Ejercicios de terapia ocupacional, masajes, bailoterapia, servicios de peinados afro, música y poesía se convirtió en la protagonista de este momento tan especial. Alegría desbordante en la mirada de aquellos a los que la vida ha visto pasar y hoy son ellos los que están en esa posición. El encuentro unió a ambas partes, así como creó las bases para el intercambio de vivencias y una retroalimentación colectiva.
Héroes sin capa que visitaron ambos centros como iniciativa propia para alegrar la vida de nuestros abuelos. Agencias, emprendimientos, proyectos y trabajadores por cuenta propia unidos en un mismo objetivo, entre ellos: la agencia Abuelita Querida, D’ HALL Cuidados, Regalando Amor, Cuidado 60, Cuidarte con Amor, FDEZ & CURBECO, Lym Social, así como otros emprendimientos dedicados al peinado AGA SRL, y la limpieza y jardinería como ServiGenLi SURL.
Por un envejecimiento saludable
Entre las actividades realizadas estuvo la terapia ocupacional dedicada al uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego para incrementar la independencia funcional, aumentar el desarrollo y prevenir la incapacidad.
Dicho tratamiento mejora la movilidad, autonomía y funcionalidad de los pacientes. Ella incluye varias actividades que realizan los abuelos, por ejemplo: manualidades, juegos de mesa, la pintura, la lectura y otros ejercicios relacionados con la salud como los respiratorios, ejercicios para fortalecer sus articulares, y para ayudar a la movilidad.
Con esta terapia, los ancianos pudieron demostrar sus habilidades de conocimiento, de canto, de poesía y hasta de dibujo; todo desde un ambiente saludable y sano para ellos.
El trabajo de un cuidador
Como cuidadora independiente, Marlen Vázquez conoce todos los riesgos y retos que debe traspasar para proporcionar al anciano una vejez saludable, tranquila y feliz.
Amor mucho amor es la fórmula. Siempre busco interactuar con ellos de esta manera. Si no tenemos amor para dar no podemos cuidar a un abuelo. Con ellos disfruto compartir momentos importantes y los vinculo en actividades como: la siembra de plantas, dibujar, hacer ejercicios que fortalezcan su sistema cognitivo, entre otras.
La labor de un cuidador no es fácil. Todo cuidado es poco cuando se trata de brindar bienestar para ellos. Su actuar refleja la experiencia que a ella le ha dado ser graduada como enfermera general especialista en cirugía endoscópica de mínimo acceso.
«El tiempo que tengo como cuidadora no lo puedo definir en números», insiste, prefiero seguir ayudando a todo aquel que me necesite. Trabajé muchos años en el sector de la salud y ahora laboro como cuidadora independiente, o sea trabajadora por cuenta propia dedicada al cuidado del adulto mayor», declaró la entrevistada.
Vivimos en una sociedad envejecida, por eso garantizar el cuidado de la salud de los ancianos, un ambiente saludable y un tratamiento adecuado a sus necesidades es la misión de varios. Esta exitosa alternativa combina la relevancia de estos servicios de cuidados con ideas como estas nacidas del corazón.
«Tengo varias experiencias inolvidables», rememora la entrevistada. Mis inicios los hice en la agencia Tatamanía, la primera agencia de cuidados a domicilio de personas adultas mayores, enfermas y en situación de discapacidad. De ahí pasé por varias agencias hasta hoy que soy cuidadora independiente, pero eso me enseñó que cuando se trabaja en el cuidado del adulto mayor hay que aprender a trabajar en equipo, y esa era la manera: trabajo para hacerlos felices».
Personas como ella contribuyen con sus servicios a mejorar la calidad de vida de las personas. No hay margen para errores. Este trabajo invisible, por momentos, pero de un importante valor proporciona salud, bienestar, amor y la satisfacción de las necesidades de aquellos que ya la vida no les permite hacerlo por sí solos.
No obstante, deben surgir nuevas iniciativas como esta que traspasen más allá, no solo por parte del sector privado sino del sector estatal. Falta mucho por hacer, debemos lograr una mayor inclusión en los proyectos y hogares dedicados al cuidado de los adultos mayores. No podemos olvidarnos de ellos, pues ellos son el pasado y el presente que debemos de proteger.
Aplausos para ellos, ojalá sigan sumándose más actores económico para seguir aumentando la calidad de Vida a aquellos que nos impulsaron en la vida