El Embajador Ernesto Soberón Guzmán, Representante Permanente de Cuba ante las Naciones Unidas, resultó electo vicepresidente del Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino.
“Recibimos esta responsabilidad como un compromiso para seguir luchando desde nuestra labor en el Comité y en las Naciones Unidas en pro de un genuino proceso de paz en esa región del mundo”, expresó tras la elección, este miércoles, el Embajador Yuri Gala López, Encargado de Negocios a.i. de la Misión Permanente de Cuba.
Según reseña la Cancillería de Cuba en su sitio web, el diplomático reiteró el más enérgico rechazo de su país al uso de la fuerza desproporcionada e indiscriminada por parte de Israel contra civiles palestinos en el territorio ocupado, particularmente la Franja de Gaza, en flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional Humanitario.
Asimismo, llamó a detener los bombardeos indiscriminados contra la población en Gaza y el desplazamiento forzoso de los palestinos de la tierra que por derecho propio les pertenece.
“Debe cesar la impunidad con que actúa el gobierno de Israel, que solo puede explicarse por su confianza en que no tendrá que rendir cuentas por sus actos”, añadió.
Consideró como inaceptable que el Consejo de Seguridad continúe sin hacer cumplir sus propias resoluciones para poner fin a los crímenes de Israel de los que Estados Unidos ha sido cómplice al obstruir y usar el veto de manera reiterada para impedir la acción de este órgano multilateral, socavando la paz, la seguridad y la estabilidad regionales.
Sobre la decisión del Gobierno de Cuba de intervenir en el procedimiento contencioso iniciado por Sudáfrica contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, el Embajador argumentó que La Habana hará uso de su derecho a presentar, como Tercer Estado, su interpretación de las normas de la Convención que Israel ha violado flagrantemente con sus acciones en el territorio palestino ilegalmente ocupado de la Franja de Gaza.
“El genocidio, el Apartheid, el desplazamiento forzado y los castigos colectivos, no pueden tener cabida en el mundo actual, ni pueden ser tolerados por la comunidad internacional”, concluyó.