Palco #12: Una agónica ejecución y la camiseta de Cristiano Ronaldo

Los checos no van a olvidar el miércoles 26 de junio en un buen tiempo. Se cayeron a patadas con los turcos, jugaron más de 70 minutos con uno de menos y fueron a matar o morir por sobrevivir en la Euro.

Quedaban seis minutos y la sensación de que era posible, aunque los riesgos en defensa eran enormes, multiplicados por la expulsión de Barák. Souček había anotado un gol tan desordenado como la ofensiva del equipo para contrarrestar el tanto de Çalhanoğlu.

Sin embargo, no les alcanzaba porque a Roberto Martínez se le ocurrió que Portugal saliera con un once alternativo frente a Georgia y al minuto dos Kvaratskhelia aprovechó un error y tiró por tierra las esperanzas checas. Ahora solo les servía ganar.

La ansiedad creció cuando se enteraron de que Georgia había antotado otra vez. Se enteraron al mismo tiempo que Willy Sagnol, que no se atrevió a mirar la ejecución de Mikautadze desde el punto de penal y se puso de espaldas. Sintió los gritos del público y quizás del propio Mikautadze, líder de esta Euro con 3 dianas, un líder que juega en la segunda de Francia. Veintidós remates hizo Portugal, cinco fueron entre los tres palos y los cinco atajados por Mamardashvili, que nada pudo hacer cuando Cristiano Ronaldo pateó una botella de agua tras ser sustituido. ¿Qué probabilidades había de esto?

¿Qué probabilidades había de que en seis minutos 10 checos remontaran el partido y cambiaran la historia? Pocas, pero bajar los brazos era peor que no intentarlo.

A golpe de voluntad lanzaban tímidos intentos de ataque que los turcos deseaban convertir en contragolpe. Un par de veces la desaliñada defensa checa sobrevivió y tuvo aliento para empujar, ir hacia adelante y protestar la decisiones del árbitro, que mostró 16 tarjetas amarillas y una roja.

La piernas ya no daban. Cargaban el peso de una expulsión, un gol anulado, la mala jugada de Martínez con Portugal y el paso indetenible de los segundos. Para sellar las desgracias, los turcos tuvieron la decencia de finalizar una contra. Fue Cenk Tosun el encargado de dar el tiro de gracia y volar la cabeza de unos checos que aún después de muertos fueron capaces de dar algunos pasos. Mientras, Kvaratskhelia conseguía la camiseta de Cristiano Ronaldo.

Así quedan los cruces de octavos de final