¡Qué maravilla es ese Papá!

¡Qué maravilla es ese Papá!

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Parece imperceptible a los ojos del observador más diestro, te rodea y casi puedes decir que es común, y aun cuando la ley lo ampara, el escenario sigue siendo el mismo.

 

Diango David Gola Blanco. Foto: Betty Beatón

 

En Cuba solicitar una licencia de maternidad por un padre para dedicarse al cuidado del hijo o hija recién nacido continúa siendo una opción casi nula o no habitual para todos, sin embargo ejercer este derecho le permitió al santiaguero Diango David Gola Blanco crear un vínculo estrecho con su primogénito.

Soy un padre cuidador. Pedí la licencia para ayudar a mi esposa, estudiante de sexto año de la carrera de Medicina, quien tiene que continuar sus estudios. Ella me presentó esta oportunidad luego de haberse documentado bien. Muchos cuando conocen mi condición lo toman de manera jocosa. Así explicó Gola al conversar con el periódico Trabajadores.

Reconoce haber sido felicitado y apoyado en su centro de trabajo al tomar la decisión y aunque no todos tienen el valor de hacerlo ahora que vive esta experiencia comienza a entender y valorar más la labor de las madres en esta función de casi 24 horas, declaró este médico residente de segundo año de la especialidad de Geriatría del Hospital Dr. Ambrosio Grillo, en la provincia de Santiago de Cuba.

La tarea no es fácil. Casi no tienes tiempo para ti pues te dedicas de lleno a cuidar cada una de sus necesidades, la batalla empieza con el despuntar del alba y cesa a altas horas de la madrugada, pero es una fortuna para mí.

Agotado, pero no vencido. Navegar en Internet desde el teléfono ya no es una opción, en silencio, así ha de estar. Todo su mundo pasa a un segundo lugar para orbitar en torno al bebé.

Según el Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), en Cuba se registraron al cierre del año 2023 solo 10 padres con la licencia de paternidad. La situación está en números rojos frente a un país en el que hubo alrededor de 90 mil 374 nacimientos y con una mortalidad infantil de 7,1 % por cada mil nacidos vivos.

Pero, ¿qué pasa con los demás padres? ¿Acaso ellos no tienen la misma responsabilidad en la crianza, educación y protección del menor de edad? El hecho deja de ser simples números para convertirse en un problema de mentalidad en las personas.

 

Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

 

Una primera mirada desde la Unicef

La licencia parental, según un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), explica que esta brinda a los padres la oportunidad para cuidar y crear vínculos con su bebé, establecer rutinas para la alimentación del niño, además atender sus necesidades médicas; a la vez, proporciona a las madres que han pasado por el parto, tiempo para recuperarse físicamente.

Si bien esta realidad es un hecho, en otras naciones se mueven de manera distinta. Por ejemplo, Suecia que fue la pionera en estas cuestiones, en el año 1974 incluía a los padres en los 180 días otorgados a las madres luego del nacimiento. Los pasos han avanzado y llegan hoy a 480 días, tomando en cuenta además a los padres LGTBIQ+, a los que adoptan y a los solteros que convierten así la nación europea, como la más generosa del planeta con respecto al tema.

La lucha por la igualdad de género y por los derechos a una maternidad y paternidad responsables continúan y han impulsado grandes cambios. Datos del Banco Mundial refieren que 187 países otorgan algún tipo de permiso para padres que acaban de tener un hijo. En el año 2009 eran solo 77 naciones, y en el 2018, la cifra ascendió a 107.

No obstante, aún persisten dos de cada tres lactantes que viven en regiones donde el padre no tiene derecho a un solo día de licencia de paternidad remunerada, lamenta la Unicef. Y en otros, como España donde las leyes establecen como obligatorio el disfrute de la “prestación por nacimiento y cuidado del menor” durante las 6 primeras semanas o 10 en caso de que lo necesite.

 

 

Esto ha propiciado un alza de nacimiento por año en la región, ratificó la ministra de Asuntos Sociales y Salud de Finlandia, AinoKaisa Pekonen. Pero no todo es miel sobre hojuelas. De este lado, tenemos, por ejemplo, a Estados Unidos, uno de los cuatro países que no conceden licencia paternal o maternal a nivel nacional, aunque sí constan iniciativas estaduales.

En América Latina y el Caribe, según estudio realizado por ParlAmericas y la Oficina Multi país de ONU Mujeres-Caribe, 15 naciones tienen extendida la modalidad de licencia que, como en Cuba, permite a la madre ceder parte del tiempo de licencia al padre. Este derecho es muy pocas veces empleado. María Paula Reinbold, oficial de Educación y Primera Infancia de la Oficina Regional de Unicef, refiere que solo el 0,2 % de las parejas lo utiliza.

Sin embargo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) insiste en la necesidad de ampliar las modalidades de licencias retribuidas e incluir permisos no transferibles y obligatorios con la esperanza de incentivar el papel de los padres. La realidad muestra que, no obstante el avance en la retórica de las regulaciones, las madres siguen ocupando el primer lugar entre las opciones familiares para cuidar al bebé.

 

¿Qué ocurre entonces en Cuba?

 

El concepto de la licencia de maternidad se plantea como el período (es decir días hábiles, remunerado o no remunerado), que se otorga a las mujeres embarazadas y que han dado a luz. El fin es que puedan recuperarse física y emocionalmente, así como cuidar del recién nacido e identificarse con él, según el Inass. Esta licencia es un derecho que ofrece el Estado cubano que garantiza, no solo para las trabajadoras de cualquiera de los sectores laborales, sino a todos los familiares que acompañan en el cuidado de las niñas y niños hasta los 15 meses de vida.

“La extensión del plazo para el disfrute de la licencia posnatal fortalece y favorece el acompañamiento de los miembros de la familia en el proceso de crecimiento de los niños y las niñas”, plantea Daniela Tellería Otero, Máster en Atención Educativa para la Diversidad.

El Decreto-ley 56 De la maternidad de la trabajadora y la responsabilidad de las familias busca transformar la realidad social ahora desde una visión más actualizada y de cara a los tiempos que corren. Ya el cuidado del menor de edad no cae solamente en los hombros de la madre, sino que cualquier otro familiar (padre, abuelos, tíos, hermanos) puede acogerse a la norma.

Virginia Marlen García Reyes, directora general del Inass, enfatizó que esta legislación respeta y protege el concepto genérico de familias puesto en vigor a partir del propio Código de las Familias que amplía los sujetos a proteger en el campo de la maternidad.

 

Virginia Marlen García Reyes, directora general del Inass Foto: Yamila Causse Despaigne

 

“La máxima dirección del país aprobó estas funciones para atender y estimular la fecundidad y la natalidad. Por eso implantó una serie de medidas como es el Decreto-ley 56 y aunque ha tenido sus modificaciones respeta la corresponsabilidad familiar”, corrobora.

Actualmente para muchos resulta sorprendente ver a un padre que se dedique al cuidado del bebé para que la madre trabaje. Tales situaciones se ven arraigadas en la mente de algunos que piensan que “esta tarea es solo de mujeres”.

Estos meses con Dylan David, mi hijo, me han permitido darle todo el cariño y atención. Cada día es aprender algo nuevo. El juego de las casitas que en algún momento viví de niño, hoy es cosa grande y empiezas a defenderte como puedes.

Cada día son menos los padres que se unen a esta función. Todavía hay brechas por cerrar. Pero, si bien son la minoría, es bueno destacar que existen padres que apuestan por dedicarse a la crianza y cuidado del menor de edad.

Siempre está en mis brazos. No le gusta estar en la cuna. Algunos dicen que eso es mamitis, pero yo pienso que es un punto psicológico que lo ayudará en el día de mañana a no ser tímido y ser más independiente. Esta es mi manera de decirle que siempre tendrá el apoyo de sus padres.

Su rostro se transforma. El amor más puro desde los ojos de un padre que ha decidido estar en esta etapa tan significativa de la vida del menor de edad. El miedo está presente, es su primera experiencia, pero la confianza y devoción lo guían en este camino.

Foto: Alejandro Acosta Hechavarría

 

Más cartas sobre la mesa

“Esta normativa no es netamente para mujeres, los padres pueden solicitarla y de tal modo participar directamente en esta etapa que representa la llegada del bebé, lo cual sería un paso muy importante en tal sentido. Además, cualquier otro familiar, como la abuela o el abuelo siempre que estén en condiciones y capacidad pudieran solicitarla”, declara Daniela Tellería.

Aunque, “estamos en una sociedad muy patriarcal, con costumbres arraigadas y transmitidas de generación en generación, y a veces el padre, que incluso tiene un menor salario y se podría encargar del cuidado del niño para que la madre se dedique a la producción de su labor, no lo hace”, explica la directora general del Inass.

Muchos se burlaron de mí por esto que estoy haciendo, pero cuando veo a mi hijo se me olvida todo. La licencia me la aprobaron, pero de los 12 meses solo 11 porque soy residente de Medicina, y si no son su­cientes serán hasta los que hagan falta, hasta que él se pueda valer por sí mismo.

Nos queda claro. “Tanto es así que en el año 2022 se acogieron 16 hombres nada más al pago de la prestación social, o sea, al cuidado del menor de edad, y ahora al cierre del 2023 solamente 10, y es la zona oriental del país en donde se concentran las mayores cifras con cinco padres en Granma y cuatro en Santiago de Cuba; y el otro es en el Municipio Especial de Isla de la Juventud. Hubo un descenso considerable”, señala la directora.

¿Cuáles son los principales factores que ocasionan cifras tan bajas aun cuando numerosas familias tienen la necesidad de aprovechar este derecho?

“Dentro de la misma política de la dinámica demográfica y todas esas leyes que toma el país a favor de lograr una mayor intencionalidad para incrementar la natalidad y la fecundidad. Un factor que ha incidido muchísimo es la migración de jóvenes en edad fértil y la tasa de remplazo la garantiza la mujer cuando pare hembras”, expone Virginia.

“Las condiciones económicas también influyen en la disminución de la cantidad de mujeres acogidas a la licencia y mucho menos los padres. Las provincias con menor cantidad de madres acogidas a la prestación social son Cienfuegos (899) y el Municipio Especial con 245 mujeres. Por otra parte, es Santiago de Cuba la provincia con mayor cantidad de mujeres en estas condiciones con 3 mil 390; seguido de cerca por La Habana con 3 mil 263, Holguín con 3 mil 187 y Las Tunas con 3 mil 63”.

 

Paternidad responsable: una vista especializada

“Tener desde el principio una interacción positiva y significativa con la madre y el padre contribuye a dar forma al crecimiento y desarrollo del cerebro de los niños para toda su vida, lo que favorece que sean más saludables y más felices, y aumenta su capacidad de aprender. Es nuestra responsabilidad facilitar que (padres y madres) puedan cumplir con esta tarea”, dijo Henrietta H. Fore, directora ejecutiva de Unicef.

La psicóloga Roxanne Castellanos Cabrera, Doctora en Ciencias Psicológicas y Profesora Titular de la Universidad de La Habana, lo corrobora. Al respecto, explica que “aun cuando hemos avanzado en términos de protección a la infancia y en una sociedad que busca una corresponsabilidad realmente equitativa y compartida de roles de cuidados de los niños, lo cierto es que desde el punto de vista biológico ellos necesitan mucho de su mamá por la cuestión de la lactancia”.

Para mí el afecto y cariño que me tiene es lo mejor. Me entiende, me conoce y me escucha… siempre está apegado a mí y eso a la familia los enamora, el vínculo que tenemos él y yo.

Por su parte, la socióloga Niuva Ávila Vargas, Profesora Titular de la Universidad de La Habana y especialista en temas de familia, reconoce que tanto la madre como el padre son responsables del cuidado y crianza de los hijos y ambos tienen una función importante en su formación. El proceso de crianza es complejo y requiere tiempo y recursos de diferentes tipos.

 

Niuva Ávila Vargas, Profesora titular de la Universidad de la Habana. Foto: Cortresía de la entrevistada

 

Vivimos en una sociedad con una baja cultura de la paternidad, señaló la especialista, “no solo está ausente en los padres, sino también en las madres, en las familias y ausente en la sociedad. Lo que hace que muchos hombres no lo vean como necesario o como un derecho acogerse a esta licencia”.

A decir de otras limitantes acotó que hay empleadores que no respetan este derecho a la licencia de paternidad, lo que desalienta a los padres a tomarla. Y otros son burlados por compañeros al asumir que no eran respetados en la casa, o como se dice en el argot popular le cogían la baja. Además, “muchos padres no toman la licencia porque se sienten menospreciados en casa. Las mujeres a menudo asumen la responsabilidad principal de la crianza de los hijos debido a esta percepción”, destacó.

Foto: José Raúl Rodríguez Robleda

 

Trabajar, educar y brindar amor

Hace tiempo me imaginaba tener un hijo y ser así cariñoso, porque yo siempre he sido así. Nací un día 14 de febrero, entonces creo que por eso puede ser. Soy acuariano. A veces la gente te evalúan mal, piensan que no vas a poder. Entonces no ven lo que en realidad lleva uno por dentro.

La falta de cultura jurídica y las costumbres arrastradas nos llevan a condiciones como estas donde cada día descienden los casos de padres que se acogen a este Decreto-ley.

La historia de Diango Gola no es la única, como él hay otros padres que dieron el paso y se lanzaron al ruedo, sin preparación, pero con la confianza y todo el amor que un padre puede ofrecer.

El problema involucra otras aristas, y es la puerta para que surjan nuevas interrogantes; el punto clave es que existe la posibilidad, pero no la disposición para aceptar esta ayuda a las familias. Cabe interpretar por ustedes mismos ¿por qué tú, padre, no quieres sumarte? El trabajo es inmenso pero la cosecha, esa la vas a disfrutar por toda la vida.

Y se marcha a jugar con él. Y ríe, ríe mucho como si todo lo que le diga le pareciera gracioso. Eso es música, la más linda canción que me enamora día a día y me hace dichoso

 

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