Matanzas.— No habrá soberanía alimentaria sin el cabal entendimiento de la responsabilidad colectiva en un asunto estratégico para un país gastador de enorme suma de dinero para importar renglones que sustentan la canasta familiar normada.
¿Cómo aliviar desde lo local tal carga al Estado? Un camino está en la influencia sindical para que cada cual asuma su parte en la contratación, siembra, control, vigilancia del destino final de lo cosechado y de los precios acordados, opinó Yosleidys Noriega Baró, delegada por la Agricultura a la Conferencia Municipal en Perico dentro del proceso orgánico al 22 Congreso de CTC.
En este sentido mucho deciden los directivos y personal de la Empresa Agroindustrial afectada por déficit de combustible, pero en constante búsqueda de iniciativas para acercar los resultados a sus verdaderas potencialidades, explicó su director Osvaldo Rodríguez.
A ello ha contribuido el desempeño de los 19 colectivos laborales, quienes ahora “sí la gente pelea por cumplir, porque donde no se forme, no se cobra”, y la mayor muestra de ello está en que distribuyen utilidades y subieron el salario con el Decreto 87.
En un territorio incumplidor de dos de sus 10 producciones físicas, con algún atraso en la siembra de primavera y urgido de elevar y diversificar más sus módulos pecuarios, se necesita, abogaron varias voces, exigir a las administraciones la solicitud de tierra para crear autoabastecimientos, variantes que, entre otros beneficios, mejora la oferta en comedores obreros, alternativa de la que hoy solo sacan provecho 10 de las 63 entidades.
“Gracias a nuestro cultivo de plátano, vendemos a los trabajadores y también lo incorporamos a los diferentes platos”, ilustró Enrique Betancourt, al frente del sindicato en el hogar de ancianos, en el que, además, combaten enfermedades con 14 plantas medicinales.
Si un centro lleva la avanzada en la producción de alimentos es la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, no solo con asesoramiento, sino al mismo tiempo dando el ejemplo con el fomento de la papa agroecológica, extendida casi a todo el país, y “ya estamos listos para sembrar 10 hectáreas de arroz”, anunció el secretario general del buró sindical Jorge Reino Molina.
Si producir es vital, lo es también preservar, sobre todo en Perico, marcado por el hurto y sacrificio de ganado y el robo en bodegas, lo que habla de fallos en la guardia obrera, opinó Osmar Ramírez, secretario general de la CTC en la provincia de Matanzas. “Pronto comenzará un proceso contra el delito en los 13 municipios. Se trata de eliminar condiciones que lo favorecen y salvar al hombre”, expresó.
Ninguna tarea será exitosa si dejamos de funcionar, alertó Neala Santana Betancourt, jefa del Departamento de Organización en la CTC. “Nos toca convencer, comprometer y prever para que haya resultados, algo solo posible desde lo orgánico, y capacitando a los nuevos dirigentes”, acentuó.
Luego de reconocer la labor de Lineidys Borges, la secretaria general saliente, se dio a conocer la elección de la joven Arelys Sarmiento Dueñas, quien guiará los destinos del nuevo Comité Municipal de la CTC en Perico, “en el cual confiamos para seguir desarrollando el territorio”, aseguró Carlos Clemente, primer secretario del Partido.