En su reciente reunión, el Consejo de Ministros aprobó las políticas para la transformación digital, la agenda digital cubana y la estrategia para el desarrollo y uso de la inteligencia artificial en el país.
Sobre estos temas se dialogó este miércoles en la Mesa Redonda con Mayra Arevich Marín, ministra de Comunicaciones; Armando Rodríguez Batista, transformación digital, la agenda digital cubana y la estrategia para el desarrollo y uso de la inteligencia artificia ministra de Comunicaciones; Armando Rodríguez Batista, viceministro del CITMA; Jorge Legañoa Alonso, vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social, y Alain Lamadrid Vallina, director general de Información, Comunicación e Informatización del MES.
“La transformación digital no es un elemento disruptivo, sino que viene a consolidar la informatización de la sociedad que estamos potenciando desde hace años”, señaló la ministra de Comunicaciones Mayra Arevich Marín.
También se refirió a la importancia de que las políticas respondan a las necesidades fundamentales de la población, como uno de los preceptos esenciales del plan de desarrollo del país.
“El Ministerio de Comunicaciones cumple un papel rector en la política de transformación digital, aunque esta es transversal a otras esferas. Se impone un cambio cultural donde deben participar varios organismos y el propio pueblo”, afirmó Arevich Marín.
Desde el ministerio se coordinarán ocho ejes estratégicos que implican, entre otros, el aspecto normativo, la infraestructura, la innovación, la ciberseguridad, los contenidos digitales –acordes con nuestra cultura e identidad–, y la conectividad y el acceso, eje que se potencia desde el inicio de la informatización, con 7.8 millones de cubanos con servicio móvil actualmente.
“La política señala lo que debemos hacer y la agenda explica cómo lo haremos”, sostuvo la ministra.
De igual modo, comentó que esta agenda posee proyectos impulsores, como los portales de gobierno y los trámites y servicios en línea, que abogan por facilitar los procesos y la transparencia de la información.
También se refirió a otros proyectos incluidos en la agenda, como el desarrollo de la infraestructura del banco, la ciudadanía digital, la transformación integral de la actividad tributaria, la salud digital, el destino turístico inteligente, etc.
“La agenda digital es un documento vivo, que se desarrollará y actualizará según demande la práctica y la propia sociedad”, sostuvo la ministra.
Sobre la estrategia de la inteligencia artificial, explicó que no se puede separar de la política de transformación digital, pero, como su uso implica riesgos y beneficios, es necesario pensar desde temprano en los modos en que el país la desarrollará y aprovechará.
Una política inclusiva
De acuerdo a Armando Rodríguez Batista, Viceministro del CITMA, la transformación digital es el elemento más paradigmático para producir en el corto plazo el salto en innovación al que aspira Cuba.
“Es un tema muy complejo, aunque tenemos claro que es una de las tecnologías con mayor capacidad para implementar el sistema de gobierno basado en ciencia e innovación. De hecho, estos temas fueron en dos ocasiones al Consejo Nacional de Innovación, donde se discutieron asuntos sobre el financiamiento o la vinculación con la Industria 4.0”, aseguró.
Según Rodríguez Batista, esta política tiene un carácter nacional, pero no desconoce el rol del municipio como ente capaz de promover la transformación digital más cercana a sus necesidades. En tal sentido, también adquiere valor la importancia del componente social como parte indispensable para conseguir la verdadera transformación.
“La política tiene como misión la de preparar al país sobre las principales líneas de investigación en las que debemos trabajar, lo cual incide de manera directa en la obtención de resultados concretos. Igualmente labora en la incubación de personas, proyectos y centros capaces de tributar al logro de nuestros propósitos”, comentó.
El viceministro del CITMA reconoció que en la actualidad ha crecido de manera notable las instituciones vinculadas al uso de las nuevas tecnologías, mientras apuntó la existencia de dos programas nacionales asociados a estos temas, así como de varios con carácter sectorial y otros territoriales. Asuntos como la automática, la robótica, la inteligencia artificial y las telecomunicaciones cobran gran vitalidad.
“El Ministerio de las Comunicaciones ha jugado un rol clave, sobre todo desde su liderazgo, pero indiscutiblemente los mayores crecimientos los hemos visto en el sector de la salud. Así, por ejemplo, ya tenemos proyectos para utilizar la inteligencia artificial en el cálculo de los lentes a emplear tras operaciones de cataratas, o la creación de un sistema de información y tecnología para la enfermedad de Parkinson”, explicó.
Asimismo, puntualizó el rol decisivo que tienen universidades como la CUJAE, la UH o la UCLV, en el desarrollo y liderazgo de proyectos vinculados a la transformación digital.
“La política tiene la misión de promover un ecosistema que dinamice la innovación, mientras consolida un tejido de centros de investigación, ministerios y entidades alrededor de la transformación digital que le resulta muy beneficios al país. Hoy todo actor tiene la capacidad de hacer innovación y recibir beneficios, lo cual nos permite explotar además las reservas que tenemos”, dijo.
Las universidades como entidades impulsoras
Como parte de su intervención, Alain Lamadrid, director general de Información, Comunicación e Informatización del Ministerio de Educación Superior, explicó que el diseño de la política y la estrategia para la transformación digital y su implementación contó siempre con el apoyo de las casas de altos estudios.
Según dijo, aquí existe una relación en dos sentidos: cómo participan las universidades en el proceso de investigación asociada a la transformación digital y cómo se insertan los investigadores en este sistema. Del otro lado, reconoció el rol esencial que tiene la coordinación con instituciones de la educación general.
“No existe transformación digital sin transformación cultural, lo cual implica no solo la existencia de políticas vinculadas a la inteligencia artificial, por ejemplo, sino además un acompañamiento en la formación y generación de capacidades para aplicarla”, comentó.
“Nada surge de cero y el trabajo de instituciones y organismos formadores sientan las bases para que podamos hablar de una política y una agenda para la transformación digital. Aquí el tercer perfeccionamiento de la educación desde su concepción incluyó la incorporación de las nuevas tecnologías en el proceso de formación”.
El funcionario explicó cómo un área como la informática tiene dos miradas esenciales: una muy ligada desde edades tempranas a las herramientas básicas y otra que tiene que ver con la generación de capacidades en la programación, lo cual tributa al pensamiento lógico y al desarrollo computacional.
“Ya en la educación superior tenemos carreras como la ingeniería informática, las ciencias de la computación o la automática y las telecomunicaciones que adoptan desde los planes de estudios estas premisas. Se trata de una estrategia que recorre todo el proceso de formación y en la que los nuevos planes de estudio incluyen también los intereses territoriales y las novedades que aparecen en el camino”.
Finalmente, Alain Lamadrid valoró como esencial el trabajo en la transformación digital aun en el nivel de postgrado, mientras reafirmó el valor de las competencias digitales tanto a nivel de la sociedad como hasta los directivos. “Es fundamental generar competencias digitales en quienes deben tomar decisiones. Esto hay que abordarlo con intencionalidad y para ello debemos crear mecanismos, modelos y marcos de acción e investigación.
El director general de Información, Comunicación e Informatización del Ministerio de Educación Superior, afirmó que se ha consolidado una alianza entre el Ministerio de Comunicación, las instituciones de educación superior y Etecsa para trabajar en el fortalecimiento de capacidades.
“No podemos pensar en transformar y generar competencias si no contamos con infraestructura de telecomunicaciones y procesamiento”, señaló.
Donde no exista la posibilidad de crecer en infraestructura, dijo, habrá que buscar opciones y trabajar con políticas, estrategias y acciones.
Según Lamadrid Vallina, es fundamental el acceso a las infraestructuras, los servicios y recursos digitales.
Mencionó proyectos que se están desarrollando en universidades cubanas, como la UH, la UCI y la Cujae, en función de las competencias digitales.
Afirmó que no solo los espacios de formación son clave para generar competencias y avanzar en la transformación digital desde la educación.
“Hay que generar otros espacios. En eso es fundamental que se articulen diferentes actores”, aseveró.
Lamadrid Vallina destacó la cooperación internacional: “Como, a través de proyectos y alianzas internacionales, podemos acceder a infraestructura y a know how”.
Comunicación social y transformación digital
El vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social, Jorge Legañoa Alonso, afirmó que “transformación digital sin educación, sin innovación ni comunicación, es una política puramente tecnológica, y no responde a una sociedad como la nuestra”.
Explicó que no tiene sentido hablar de transformación digital e innovación si no hay contenido. “Es el contenido lo que las personas están intercambiando y publicando. En este siglo tenemos la característica de que los ciudadanos son prosumidores: consumen y producen contenidos digitales”.
Legañoa Alonso dijo que cada vez se da más conectividad a los ciudadanos y que más de ocho millones de cubanos están conectados a internet, “pero la pregunta es ¿qué contenidos está consumiendo y generando?”.
De acuerdo con el directivo, en lo que se genera todavía hay un sesgo ético en lo que se debe seguir trabajando.
“Pero cómo generar contenido si no es con educación para la comunicación, para la transformación digital desde la ciencia y la innovación”, dijo.
Uno de los principales retos que tiene nuestro país, aseguró, es la generación de contenido. “Porque vamos a lograr que ese ciudadano genere contenido más ético, con más valor, si lo preparamos y educamos, si le damos competencias digitales para que el celular no solo sea un instrumento, sino un aliado”.
Calificó a Picta, Apklis y ToDus como logros.
La IA en la Política de Transformación Digital
La ministra de Comunicaciones, Mayra Arevich Marín, reconoció el papel de los organismos de la Administración Central del Estado, la academia y la sociedad civil en el desarrollo de la Política de Transformación Digital.
Puntualizó que la inteligencia artificial está identificada dentro de la política. “Como el resto del mundo, necesitamos saber cómo va a ser nuestro desarrollo, es un tema del que se habla mucho”.
Informó que el Ministerio, rector de la Estrategia de Inteligencia Artificial, se va a auxiliar de un consejo.
“Vamos a probar cada uno de los algoritmos que estamos desarrollando”, dijo la ministra.
Explicó que la IA tiene muchos riesgos éticos en los que “no podemos caer y estamos teniendo en cuenta lo que internacionalmente se adecua a nuestros principios, al modelo socialista”.
Arevich Marín mencionó el reto de poner a la juventud en el centro de la estrategia.
“Esos jóvenes son los que van a hacer realidad la transformación digital, la agenda y la estrategia de inteligencia artificial”.