Trabajadores Palante

Guapos a mucha honra

Dicen que quien cumple medio siglo ya está madurito, y madurez significa la ple­nitud de la vida, si a eso le suman cuatro añitos más, que son los que cumplimos este 6 de junio, nadie puede negar que es­tamos en sazón, empeñados en agregar­les cada vez más condimentos a los man­jares que ofrecemos a nuestros lectores, sin falsa modestia porque nos esforzamos mucho.

Fue casi una aventura el nacimien­to de Trabajadores en una oficinita de la CTC pero sus creadores eran porfiados y no pararon hasta que ¡en un congreso sindical!, nos convertimos en un periódi­co de verdad.

Y nos fuimos ganando espacio gua­peando, para usar una expresión de Raúl Castro Ruz cuando nos puso de ejemplo de hacer sin tener con qué ante una per­sona que se quejaba de falta de recursos.

Tuvimos una década prodigiosa, la de los ochenta, que no tuvo nada que envi­diarle a la que nos llenó de buena músi­ca por los años 60, fue la etapa en que conquistamos la salida diaria en formato amplio y merecimos el elogio de Fidel. Y casi reventamos de orgullo cuando supi­mos que él aseguraba saber más del mun­do laboral y de los sindicatos por lo que publicábamos nosotros que por los infor­mes oficiales.

Después vino el período especial en que temimos desaparecer del mapa de la prensa nacional; sin embargo, cuando pensábamos que todo estaba perdido el Comandante en Jefe vino a ofrecernos su corazón: nos dio aliento y pidió que nos mantuviéramos juntos, y no le hemos fa­llado: seguimos guapeando.

Por suerte llegó Internet y fuimos de los primeros en subirnos a ese carro, por­que los que ruedan a menudo se encan­grejan y tenemos que empujarlos. Gana­mos por un lado y perdimos por otro, ya que la edición impresa se puso chiquitica y flaquita.

Pero continuamos siendo guapos, por­que sin una pizca de condiciones solo a fuerza de co…raje otra vez, nos lanzamos a transformar nuestra gestión editorial, para no quedarnos botados en la carrera por transformar la prensa. Y fuimos tan tenaces que alcanzamos un premio de in­novación. ¡Somos inventores natos!

Inventamos todos los días, con un co­lectivo pequeño en el que los viejos y los tembas son cancha, los corresponsales se la pasan jugándoles cabeza a los apagones y los pocos jóvenes del colectivo están fa­jados armando su propia historia profe­sional sin acoquinarse, como hicieron los fundadores.

¿Que cumplimos 54? ¡Parece mentira que hayamos llegado a esa edad! Y desde este 6 de junio empezamos ya a contar nuestros 55…. hasta los 120, ¿quién lo duda? Alez