En una plenaria previa al XIII Congreso de la CTC, Lázaro Peña se refirió a que en circunstancias de peligro los trabajadores habían demostrado estar dispuestos a todo, pero en la tarea diaria no siempre ocurría así, y agregó: “Lo mejor de la tropa abrió el camino, ya lo trazaron, ahora hay que tomar posiciones, hay que avanzar con toda la tropa, y hay que sumar a todos, movilizar a todos, ganar a todos, unir a todos para la acción necesaria”. He ahí lo que representa el proceso orgánico hacia el 22 Congreso.
Participar y aportar, ejercer ese derecho consagrado en la Constitución, es lo que se espera de cada uno de los encuentros que anteceden a la gran cita de las masas laboriosas con el fin de hallar soluciones al aún insuficiente desempeño de la economía nacional. Y son el escenario idóneo para analizar críticamente el papel de la organización sindical de representación y movilización y el imperativo de elevar su liderazgo.
Ahora se están efectuando las conferencias municipales, y un repaso de los reportes de prensa sobre ellas no revelan nada nuevo en el sentido de que lógicamente abordan los problemas que han agobiado a los territorios en los últimos tiempos.
La diferencia no está en qué se analiza sino en cómo se hace, porque no se trata de una convocatoria destinada a cumplir un cronograma, sino de la oportunidad de dar respuestas concretas a los problemas y ello solo se consigue si los asuntos se abordan con profundidad, conocimiento de causa y se acompañan de una reflexión propositiva sobre el camino a recorrer para resolverlo.
Urge, por ejemplo, buscar la fórmula para elevar la sindicalización de los no estatales, un tema recurrente en estas citas al igual que el enfrentamiento al delito con una vigilancia efectiva; dejar a un lado las quejas en torno a las distorsiones y las inconformidades en la distribución de utilidades y ajustarse a la metodología establecida; profundizar en las razones de las pérdidas de las empresas para hallar una salida. En fin, no dejar una dificultad sin respuesta.
Y no olvidar que el Congreso no son las sesiones finales, sino el gran debate que desde la base se produzca de un extremo a otro del país, que estimule la inteligencia colectiva y propicie el avance de toda la tropa, unida y consciente en favor del desarrollo.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo. Subdirector Editorial del Periódico Trabajadores desde el …