Cargando...Un uniformado levanta su bastón y golpea fuertemente la espalda de un joven en París, mientras otros empujan y maltratan a una adolescente en Texas. Sucedió el Día de los Trabajadores.
Las víctimas no eran terroristas. El primero un obrero, la segunda una estudiante universitaria. Ambos y cientos de sus compañeros condenaban la terrible situación económica existente y los peligros que amenazan la paz mundial.
El parisino reclamaba salarios más justos, el derecho al trabajo, como siempre, pero añadía consignas en contra de la guerra y condenaba a los que la promueven.
La estadounidense, de familia acomodada, exigía el fin de la masacre que lleva adelante Israel y condenaba el apoyo incondicional de su gobierno al victimario. Unos y otros fueron maltratados por las fuerzas del desorden.
Mientras, ese mismo día, un joven ucraniano gritaba “no pueden llevarme, mi hijo está solo en casa”, cuando militares lo obligaban a ir para que cumpliera con el “deber sagrado” de participar en la guerra de Zelenski y la OTAN.
Todo se entremezcla y se entiende según donde usted vive. A los europeos les enseñan, cada día, el peligro de invasión rusa que destruirá todos sus bienes. A lo norteamericanos, la amenaza de una China que atenta contra su economía.
A unos y otros les cuesta poder entender lo que realmente sucede, dada la fuerza de la propaganda. Sí tienen claro que, mientras sean ucranianos y rusos los que mueran, sus jóvenes estarán libres de no padecer tan terrible experiencia.
Por suerte el mundo no es Europa, Estados Unidos y Canadá, protagonistas y responsables, como OTAN, de una situación que conducirá, inevitablemente, a la guerra.
El mundo es mucho más y aunque buena parte lucha por sobrevivir y se enfrenta a los avatares de una economía mundial en crisis, la otra muestra su poder económico, militar y científico, que cuestiona e intenta acabar con un sistema injusto que debe ser cambiado.
Los trabajadores de la mayoría del planeta, junto a estudiantes y familiares salieron para exigir sus demandas, igual que siempre, pero esta vez diferente, porque demuestran que están en contra de mantener un mundo cada vez más desigual.
La amenaza a la paz se incrementa. Estado Unidos quiere convertir el conflicto en Ucrania en algo permanente para hacerle daño a Rusia. A China la cuestionan y amenazan por demostrar que puede acabar con su monopolio mundial.
Entre tanto surgen personajillos en América Latina y otras regiones que se alinean a las fuerzas del mal, pero condenados por la historia a desaparecer ante el repudio popular.
Aumentan las víctimas palestinas, el mundo contempla el genocidio y no pasa nada. Este 1ro de Mayo no solo se exigió las demandas de siempre, sino mucho más.
