Cargando...Nos toca hoy corregir distorsiones y reimpulsar la economía, así lo anuncian noticias y reportajes periodísticos. Quizás para algunos sea más de lo mismo, pero lo cierto es que, transformar lo mal hecho y llegar a la necesaria prosperidad es una urgencia nacional. Y no cosa de unos pocos.
Por eso en los colectivos laborales se discuten las disposiciones establecidas para ese propósito.
Aunque bastante de lo normado se concreta en lo macro, lo justo sería que, en cada centro laboral, allí en el calor de las discusiones, se determinaran planes y rutas a seguir. Son muchas las causas que nos han traído hasta aquí, pero se puede empezar por corregir lo que individualmente está mal.
No es descabellado iniciar por allí, por lo interno, buscar alternativas y entonces, luego, ambicionar el gran cambio. Pues, aunque la situación económica internacional y el bloqueo del Gobierno de los Estados Unidos arrecian, existen errores propios que se pueden erradicar para que se aplique, adecuadamente, lo que está escrito.
En Camagüey se labora para enfrentar las trabas internas que nos retrasa en el empeño de incrementar las exportaciones y la diversificación de bienes y servicios. En ese sentido se enfocan los esfuerzos en recuperar, por ejemplo, las producciones azucareras.
Sin embargo, estas en el último quinquenio no se han cumplido y aunque la carencia de insumos, de productos fitosanitarios y otros elementos han afectado, también cuestiones organizativas laceran el proceso.
De igual manera se labora en el impulso del cinturón verde de la ciudad para aumentar producciones, en el incremento de las áreas de siembra como las dedicadas al cultivo de arroz y cítricos y otros frutales que se proyectan, hasta el año 2025, en el municipio de Sierra de Cubitas.
Pero tampoco es tan sencilla la transformación.
Primero hay que alcanzar el necesario autoabastecimiento, la sustitución de importaciones, la disminución de la inflación y el incremento de la captación de divisas, por enumerar algunos propósitos.
Y para lograrlo cada cual, desde su puesto laboral, puede contribuir en el aumento de los bienes y servicios, apoyar el cumplimiento de los planes y apelar a esa inventiva que siempre nos ha permitido salir a flote. Ser prósperos es tarea de unos y de todos.
