Cargando...La adaptación del entorno urbano y sus habitantes para la reducción de riesgos en el municipio de La Habana Vieja fue hoy el tema central de un encuentro realizado entre diferentes actores que integran el proyecto Resiliencia Urbana.
Durante la reunión, los especialistas del gobierno local, del Instituto Nacional de Ordenamiento Territorial y Urbanismo (INOTU), del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad, del Cuerpo de Bomberos de Cuba y de la Cruz Roja, entre otros, expusieron sobre las principales problemáticas del territorio y las estrategias implementadas para palearlas en la medida de lo posible.
Por esa línea, se realizó un análisis del estado de deterioro en la vivienda, cuestión de gran complejidad en ese municipio, y se hizo especial énfasis en este apartado en los consejos populares de Jesús María, San Isidro y Tallapiedra, donde se concentran las acciones demostrativas de la iniciativa en La Habana Vieja.
Entre las acciones realizadas al respecto destacó la informatización de los trámites de vivienda, la labor educativa-preventiva en escuelas y por medio de la distribución de guía a familiares para evitar derrumbes y preparar a la población sobre qué hacer ante esas situaciones y los aseguramientos para las acciones de rescate y salvamento con la preparación de vías para facilitar el acceso de rescatistas a sitios de siniestros.
Tras el espacio, los representantes del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Unión Europea (UE) realizaron un recorrido por el terreno donde se detuvieron en la Estación de Autoservicios Digitales de Obispo y en el Parque de Jesús María.
En el segundo lugar, niñas y niños de la Escuela Primaria Quintín Banderas de la localidad, vinculados al Círculo de Interés Prevenir para Salvar, desarrollaron una demostración en la que se evidenció la preparación de los infantes para actuar ante diferentes escenarios como derrumbes, incendios y la atención a lesionados.
Alexis Costa Silva, intendente del Consejo de la Administración del Gobierno de La Habana Vieja, explicó que los esfuerzos se dirigen en función de fortalecer las capacidades de las instituciones que tienen que dar respuesta al tema de la resiliencia urbana, elevar la percepción de riesgo de la población e identificar potencialidades a desarrollar.
Ejemplificó que en Jesús María se terminó el estudio de las 99 manzanas que lo componen y de acuerdo al proyecto se seleccionaron ocho donde se evaluarán formas de rehabilitar un grupo de viviendas y construir otras atendiendo a las peculiaridades del lugar.
Precisó que gracias a este enfoque, para el próximo mes de junio se estaría presentando la Estrategia de Atención Local de la Vivienda, donde se contemplarían los fenómenos que se pudieran estar produciendo hasta 2030, y para diciembre del 2024 se tendrían los indicadores requeridos para la evaluación permanente de riesgo, dos herramientas que en su valoración resultarán imprecindibles para cuanto queda por hacer a partir de ese punto.
Resiliencia Urbana es una idea implementada por el gobierno de La Habana, con el apoyo del PNUD y la Dirección General de Operaciones de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la UE, con el acompañamiento metodológico del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil.
El proyecto impacta en alrededor de 16 instituciones, a nivel nacional, provincial y municipal, encargadas de intervenir en la mejora y recuperación del fondo habitacional, con alta concentración de precariedad en las áreas centrales de La Habana, Centro Habana, 10 de Octubre y Habana Vieja, con un momento de prueba piloto en este último.
