Definió como lo más importante la necesidad de velar porque se cumplan los planes y que las entidades exportadoras aseguren la prestación de ese servicio para emplear las divisas captadas en la compra de implementos agrícolas, tractores, piezas de repuesto, equipos de laboratorio y el fortalecimiento de las plantas de beneficio.
Este año, apuntó, se estima sembrar más de 100 mil hectáreas de arroz, lo que representa solo el 38 por ciento del potencial que existe en el país y demuestra que de aprovecharse mejor el agua, la infraestructura, la tierra, los secaderos y la molinería, se pudieran superar las 300 mil toneladas de ese cereal.
Por lo tanto, señaló, que en la producción de ese alimento tan necesario para el pueblo se requieren mayores esfuerzos, y elogió los avances que muestra la provincia de Camagüey, tanto en la zona norte como sur, para alcanzar unas 42 mil hectáreas de arroz y reducir, así, los grandes volúmenes que actualmente se importan.
Sin embargo, al dialogar con productores de la Unidad Básica de Producción Cooperativa (UBPC) Rodolfo Ramírez Esquivel, reflexionó que como persona jurídica la UBPC no tiene límites en el uso de la tierra, por lo que recomendó la cría de vacunos en esa área donde existen fuentes de alimentos animal a partir del arroz que se produce, la biomasa, el barbecho, las reservas de agua, entre otras condiciones.
Destacó, que Camagüey, en particular, tiene en el Centro de Ingeniería Genética una fortaleza para asegurar la salud animal a través del desarrollo de productos dirigidos a la esfera agropecuaria, entre ellos la vacuna Gavac, un inmunógeno contra la garrapata del ganado bovino.
Asimismo precisó que Cuba avanza en la fabricación de bioproductos para combatir plagas y enfermedades, así como en la producción de plaguicidas y bioestimulantes de gran utilidad en los cultivos del arroz.
Durante su visita a la provincia insistió en la importancia de mejorar la contratación de los productores agropecuarios, de manera que permita tener una mayor claridad sobre las siembras y las cosechas, para controlar eficientemente los destinos de las producciones, evitar los desvíos y que los vendedores decidan los elevados precios que afectan a la población.