A pesar de las múltiples adversidades —sobre todo de índole instructivo y promocional— que ha tenido que enfrentar en su desarrollo artístico, Izuky Pérez Hernández (Banes, Holguín, 12 de septiembre de1982), ha logrado abrirse paso en el variopinto universo del arte de la fotografía, para situarse entre las figuras más reconocidas en Cuba dentro de este género de las artes visuales, ejercicio en el que su quehacer ha trascendido fundamentalmente en el paisaje urbano y el desnudo.
Para conocer sobre su impronta en esta expresión tan popular que posee seguidores, amateurs y profesionales, en todo el mundo, dialogamos con este creador, quien afirma que “con los años vas creándote un camino y un prestigio. Las personas empiezan a verte como un referente en la materia y confían plenamente en tus conocimientos y en tu postura como profesional y cada vez encuentras más individuos que quieren guardar un recuerdo de tu obra.
“La mayoría de mis modelos han sido jóvenes que básicamente he fotografiado por intercambios, porque desean tener un recuerdo de su cuerpo, y no por el pago de su labor. Este desempeño debiera verse como un trabajo como otro cualquiera, similar a los existentes en las escuelas de arte, donde hay figurantes que posan durante varias horas para que los alumnos puedan hacer sus dibujos, los cuales realizan del natural. Así debiera ser en fotografía. Si a las personas les gustan el desnudo y el arte, no veo ningún problema en que cada vez existan más sujetos, hombres y mujeres, que lo practiquen”
Con respecto al papel de la crítica sobre el arte de la fotografía Izuky no considera que este ejercicio “esté bien o esté mal, porque en temas de arte hay que tener en cuenta que cualquier tipo de creación artística no es para entenderla, sino para sentirla y entonces es muy complicado dar un criterio, es decir afirmar que algo está bien o mal desde tu propio punto de vista, porque no estarías respetando el de la otra persona. Si una obra le gusta a alguien, eso está bien, y si no le gusta, también debe de respetarse su punto de vista”.
Sobre el desnudo fotográfico dijo que “de las cosas que he podido ver en Cuba, muchas no van de acuerdo con mis cánones de belleza y con la forma en que a mí me gusta mostrar el cuerpo desnudo. Pienso que se ha generalizado una tendencia a hacer este tipo de imágenes cargadas de símbolos y mensajes que se alejan un poco del concepto de desnudo y se adentran en una especie de laberinto visual donde el cuerpo queda en un segundo plano.
“Esos mensajes que quieren transmitir —añadió— crean disparidad con el cuerpo, lo cual no está en concordancia con lo que yo quiero representar en la fotografía de desnudo. Hay mucha información visual en la mayoría de las fotos que hacen algunos colegas, y yo creo que el cuerpo no necesita eso, pues es suficiente tal como es, con sus con sus accidentes, su belleza, sus cicatrices, sus pliegos, y con todos los atributos naturales que posee. Solamente pintándolo con luz y haciendo de él una obra fantástica, es suficiente para mí. No necesito sobrecargarlo con mensajes que distorsionan la idea que quiero transmitir…”.
Al referirse a las huellas existentes en el desnudo artístico en Cuba, aseveró: “si tuviera que escoger, seleccionaría las magníficas fotos hechas, aunque un poco conservadoras, pero propias de su tiempo, por Joaquín Bles Marcé (Santiago de Cuba, 5 de septiembre de 1886-La Habana, 7 de abril de 1974), pionero de este género en nuestro país, quien lo llevó a un nivel superior si se tiene en cuenta la forma en que se hacía la fotografía de desnudo en su época.
“Otro gran exponente de la fotografía de desnudos que me gustaría mencionar es a German Puig Paredes (Sagua la Grande, 25 de febrero de 1928-Barcelona, 25 de enero de 1921), bastante desconocido en Cuba, pero un grande de la fotografía de desnudo, principalmente masculino. Su obra es muy completa y tiene matices interesantes desde el punto de vista erótico, a través de la cual trasmitía la fuerza, virilidad e intensidad expresiva de los cuerpos.
“También un poco desconocidas son las fotos de desnudo que en su tiempo hizo Korda (Alberto Díaz Gutiérrez; La Habana, 14 de septiembre de 1928-París, 25 de mayo de 2001). Las fotos más conocidas de él son sobre la épica de la Revolución, cuyas imágenes del Che Guevara y Fidel Castro inspiraron a generaciones de jóvenes a lo largo de los años sesenta y setenta y su fotografía más famosa es, sin duda, el retrato del Che tomado el 5 de marzo de 1960 titulado El Guerrillero Heroico, que se ha convertido en la imagen más reproducida en la historia de la fotografía. Pero Korda fue un artista importante, integral, que también dejó huellas en la fotografía sobre modas y las de desnudo erótico artístico”.
Izuky señaló que “si tuviera que mencionar alguna figura más contemporánea, me gustaría referirme a algunas de las obras de Marta María Pérez Bravo (La Habana, 24 de julio de 1959), son trabajos que me gustan, a pesar de tener cierta carga de elementos aditivos al cuerpo, me resultan interesantes y por eso quiero mencionarlas”.
—Usted, básicamente, posee una formación autodidacta. ¿Cómo ha logrado romper barreras y trascender con su obra dentro del complejo universo de la fotografía artística?
—Cuando yo empecé en este oficio hace ya casi veinte años, en Cuba no existían escuelas de fotografía. En ese momento había mayor interés por la fotografía digital, que es con la que yo empiezo a incursionar en este tema luego de graduarme de técnico medio superior en electricidad industrial y después de estudiar hasta tercer año en una escuela pedagógica en las especialidades de matemática y computación, pero no me gradué, y dejé esos estudios y empecé en el mundo de la fotografía.
En el arte de la fotografía tengo una formación completamente autodidacta. Fueron muchas horas de estudio, planificación, dosificación de la información para poder ir llenando esas lagunas, porque cuando eres autodidacta no sabes por dónde vas, o sea no sabes el orden en que tienes que ir estudiando las asignaturas porque no hay un plan de clases, ni una metodología a seguir y tienes que llevarte por tu instinto y por tu deseos de aprender y cada día crecerte más en esa especialidad e ir saciando esa sed de conocimientos y, junto con la experimentación, vas haciendo un camino y conformando tu esencia como profesional.
No es una tarea fácil, porque en mis inicios al internet era difícil de acceder y no existían libros para poder estudiar y tuve que hacerlo sin planes de clases, sin dosificaciones, sin nada de eso, y sin tener personas que supieran más que tú, porque la mayoría de quienes se dedicaban a la fotografía en el tiempo que yo empecé venían de la fotografía analógica, que si bien es cierto que hay cuestiones técnicas que se complementan a la hora de concebir las fotos, la fotografía digital lleva un procesamiento que es la sustitución del cuarto oscuro, es una parte diferente a la que hay que dedicarle mucho tiempo y mucho estudio
Yo creo que lo más importante es el deseo de superación. Cuando tú tienes una meta, tu ser necesita crecer y hacerte grande y demostrarle al mundo de que sí puedes y de que tienes la capacidad de hacer cosas increíbles, que las personas te admiren, porque dejas una huella en la sociedad, eso es suficiente para poder tomarlo como bandera y hacerlo tu misión en la vida.
Izuky afirma que se formó en la fotografía digital. “Empecé mi carrera con esta técnica en el año 2006, cuando estaba aflorando. Entonces existían muy pocos equipos y escasos conocimientos sobre edición y revelado, eran procesos muy nuevos y pocas personas sabían del tema, incluso había muy poca literatura en español, casi toda la información que había estaba en inglés, lo cual fue una gran barrera que tuve que sortear.
“La fotografía analógica —dijo— la llevo como un hobby, como una pasión que le gusta a mucha gente. Las fotografías analógicas son como los discos de acetato que tienen un sabor interesante y esa magia del negativo, de no poder ver la fotografía hasta que no se hace el revelado en el cuarto oscuro, la disfruto desde el punto de vista de entretenimiento más que más que cualquier otra cosa
“Como yo empecé en la fotografía junto con las redes sociales y junto con el internet en Cuba, me di cuenta que en el mundo no pasaba eso, que la gente más que todo disfrutaba al expresar lo que iba descubriendo y las formas en que iban haciendo las cosas, y así lo empecé a implementar prácticamente enseguida que comencé a trabajar en la fotografía. Entonces no había acceso a internet en Cuba y grabé unos CD y se los regalaba a los maestros y a las personas susceptibles al arte que yo conocía, para que valoraran las galerías de fotos que hacía, porque no había otra manera de distribuir la información. Así mucha gente me empezó a conocer y a conocer mi trabajo
“Después con el tiempo, cuando se fue regularizando el acceso a internet, creé algunos grupos de fotógrafos en WhatsApp y Telegram, donde estos compartían sus conocimientos sobre fotografía y de tal modo se creó un ambiente diverso entre muchas personas que piensan distinto y de alguna manera esto también fue un modo de agrupar a quienes nunca antes habían estado en un lugar común
“Esto también ha servido —puntualizó— de estímulo para muchos jóvenes que les gusta la fotografía y a veces tienen temores de enfrentarse a un mundo muy complejo y a veces costoso y difícil de acceder. Ha sido como un faro en muchos casos. Varias personas me han escrito y me lo han comentado, que sí le ha resultado como fuente de inspiración, ante todo porque yo me he trazado un camino desde cero, el cual comencé con una pequeña cámara compacta y una computadora y muchos deseos de hacer.
—¿Se siente satisfecho con su trabajo en la fotografía artística?
—En cierta medida sí, estoy contento por las cosas que he podido alcanzar con el fruto de mi esfuerzo y eso es algo muy reconfortante, como lo es también obtener logros que sin ayuda de nadie han costado mucho. Es un aliciente y una inyección de vida para poder continuar y seguir forjando el camino que empecé y ha ido fructificando a lo largo de estas dos décadas
Al término de nuestro encuentro Izuky aseveró que “no me gustaría terminar esta entrevista sin antes agradecer a todas las personas que han confiado en mí y en mi trabajo desde el inicio cuando apostaron por mi talento, sin imaginar si mi obra iba a trascender. Gracias también a los críticos, a los escritores y periodistas que han puesto su granito de arena en hacer una descripción y reconocer mi obra fotográfica.
Excelente.
Deberían de llevar a la exposición a los trabajadores de la Aduana en el Aereopuerto,principalmente los de edad mediana y los que están al jubilarse,para que acaben de entender qué cosa es el desnudo (puede ser erótico o no ) y diferenciarlo de la pornografía.
Porque algunas veces que los que vivimos en Europa llevamos revistas PLaysboy,( que no tienen nada de porno)para nuestros sobrinos o primos, tenemos problemas gravísimos para entrarlas, no las dejan , nos las quitan (no tienen ningun contenido político,ni porno) y nos levantan un acta,incluso las fotogra´fian y les dicen a los otros empleados : ¡ ESto es pornografía !.
Sii algunos de ellos viajasen a Europa, pueden distinguir perfectamente qué es pornografía y qué es desnudo.
Por lo que felicito a Izuky Pèrez (espero que no lo censuren, porque sería doble moral) por su trabajo.
Gracias por este artículo.
Un cubano que vive en Alemania y que nunca ha roto ,ni romperá los lazos con su Patria y que está orgulloso de que tengamos una cOnstitución , tan abierta y tan tolerante.