Un estudio para determinar los impactos del cambio climático en niños y adolescentes desarrolló este sábado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), en comunidades del litoral sur de Cuba.
Los asentamientos poblacionales La Coloma, en Pinar del Rio y Júcaro, en Ciego de Ávila, son los escogidos para la investigación por constituir lugares con un alto grado de peligro y vulnerabilidad ante la ocurrencia de fenómenos atmosféricos extremos.
Ambas comunidades están insertadas en el proyecto internacional Mi Costa, encaminado a promover la implementación de soluciones naturales y la creación de capacidades para enfrentar complicados escenarios climáticos.
Durante un recorrido por el sur avileño, la especialista de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) en la Isla, Dariadna Barrios, precisó el interés de conocer el nivel de exposición y la sensibilidad ante los cambios del clima en niños y adolescentes.
Agregó que el estudio es vital para organizar y reforzar la actuación de organismos internacionales y nacionales comprometidos con la protección de la infancia.
Tomando como referencia la experiencia del poblado pinareño, en Júcaro durante el trabajo de campo aplicaron técnicas y métodos investigativos, como entrevistas grupales e intercambio con educadores, estudiantes, trabajadores sociales, representantes del gobierno, líderes comunitarios y gestores locales de diferentes organismos.
Además visitaron un grupo de viviendas próximas al litoral en los barrios vulnerables La Puya y Palmarito, donde aplicaron cuestionarios a las familias, cuyos resultados aportarán a la evaluación de los medios de vida y al fortalecimiento del proceso de creación de capacidades del proyecto en edades tempranas.
Durante la pesquisa el equipo de Flacso-Cuba destacó el apoyo de la Brigada de Monitoreo Comunitario constituida en Júcaro por el Proyecto Mi Costa y expresó su satisfacción por la experiencia en esa comunidad, pues todos los días no tienen la oportunidad de hacer trabajo de campo.
Elogiaron el progreso y la coherencia con que se implementa dicha iniciativa que cada vez se adentra más en la comunidad como garantía para el cumplimiento de sus objetivos.
El proyecto Mi Costa, financiado por el Fondo Verde del Clima y el gobierno cubano, pretende la rehabilitación del ecosistema y la creación de capacidades para la adaptación al cambio climático, en un poblado amenazado por el aumento del nivel del mar y las probabilidades de ocurrencia de eventos hidrometeorológicos extremos.