La grave situación con el combustible ha afectado la labor de los 54 trabajadores de la Base de Transporte de la Empresa Thaba, pero a su vez los ha obligado a inventar, persuadidos por la necesidad de llevar o traer materias primas y trasladar la producción terminada de una entidad emblemática del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil).
Previamente Jaquelín Baños Torres, secretaria general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Industrias, nos había sugerido ese colectivo en tan significativa fecha para el sector. “Ganaron la sede por el Día del Trabajador de la Industria Ligera; conversen con ellos”, nos dijo.
No son productores, pero la Base, aunque pequeña, decide en los resultados que pueden mostrar Thaba y algunas otras empresas del Grupo. Con cargas menores a ocho toneladas —las mayores las “mueve” Encomil—, sus equipos recorren carreteras de todo el país, de taller en taller y por almacenes mayoristas ubicados en lugares alejados, fundamentalmente de la agricultura y salud pública.
Por ejemplo, entre sus prioridades hoy está la entrega a los almacenes de salud pública de los guantes de látex fabricados en Las Tunas y que en un momento se importaron. “Tenemos que distribuir guantes domésticos, para multiusos, de exámenes médicos, y otros que aunque no son esterilizados sirven para estomatología, ensayos y otras funciones de primera necesidad y que no se pueden importar.
“Incluso en ocasiones sus equipos dislocados por todo el país trasladan determinadas producciones hasta las mismas tiendas, puerta a puerta, como ellos llaman, pues también tienen encargos del Mincin, cadenas de tiendas y el turismo, lo
que se sumó al por qué el colectivo de la Base de Transporte de Thaba resultó sede del acto nacional, según Miguel Parra Fernández, su director.
“Somos una UEB con enlace nacional, es decir, atendemos metodológicamente todo el transporte de la Empresa Thaba, incluidos los mantenimientos, combustibles y otros servicios. Desde esta Base decidimos cada mañana, y según la disponibilidad, qué se va a transportar nacionalmente en los 93 equipos para dar cumplimiento a los empeños y prioridades de la empresa.
“La mayor parte del parque automotor era de la marca Mercedes Benz, pero ya todo cambió y se tornan más complejos los mantenimientos y especificidades de gasto de combustibles y otros insumos. Por ello hemos tenido que emigrar a otros gestores de la economía, entre ellos cuentapropistas y mipymes.
“Además de esta Base central, tenemos otras pequeñas piqueras en Las Tunas, Cienfuegos, Ciego de Ávila y Pinar del Río. Nosotros llevamos productos terminados a los almacenes centrales de esos territorios y ellos redistribuyen. Este año volvimos a ser auditados y logramos mantener la certificación del Sistema de Gestión Integrado de Medio Ambiente y Calidad”, asegura.
Ahí radica uno de los mayores resortes de la unidad, pues aunque no mueven las cargas de hace 3 o 4 años, las flaquezas económicas del país multiplican sus obligaciones, mucho más en los días finales de cada mes, o en momentos como los actuales en que trasladan a varias provincias los guantes que se utilizan en la zafra azucarera.
De ahí la frase que matiza las palabras del director de la UEB de transporte cuando indagamos acerca de qué hacen para evitar el despilfarro, el robo de combustibles, en fin, el descontrol: “Mientras menos tenemos, más control hay que tener. Si no fuera así, muy poco alcanzarían los 3 mil litros de diésel que para todo el país recibimos en febrero”, puntualiza.
Epílogo
Aunque hoy es menor la presencia de las producciones de Thaba en el mercado nacional, a no dudarlo, mucho destaque tienen sus transportistas en los resultados de la entidad, destacada entre las de Gempil en el año 2023 y que aspira, por esos logros, a ondear próximamente la bandera de Vanguardia Nacional.