Por las venas del tabaco (+video)

Por sus venas corre la herencia del padre, que le legó una vega de olor inconfundible y hojas suaves como terciopelo. Maikel Osorio Reyes no es aún un consagrado; hace tres años asumió la responsabilidad de la finca y la lleva al ritmo del viejo.

Pero, ¿quién en San Juan y Martínez pudiera anotarse entre los desconocedores del tabaco? Serían muy pocos porque allí, en la Meca, a la mayoría le enseñan desde pequeños los secretos de un cultivo fino, trabajoso y de detalles.

Maikel es otro joven que se suma a la producción tabacalera por la tradición de sus antecesores. Cuando era un adolescente, regresaba de la escuela por las tardes y se incorporaba a las labores de la finca, con lo cual fue sumando saberes y mañas, sin proponérselo, para asumir las riendas de la finca Hoyos de Monterrey.

Algunos de los fotorreporteros que llegaron esta mañana a la finca, como parte de los acreditados para el Festival del Habano, se desesperaban porque el dueño no estaba, “no aparece”, me dijeron; a lo que respondí con la seguridad de los guajiros: tranquilo que él está cerca, oyéndote quizás.

Y apareció el joven fornido, curtido por el sol y el trabajo duro. Entre sus recuerdos, los destrozos del último huracán: acabó con la infraestructura y perjudicó la siguiente cosecha. “Solo pudimos sembrar la mitad de la vega, porque faltaba una de las dos casas de cura; una la reconstruimos, la otra salió para esta cosecha, dijo con cierta timidez al enfrentarse a tantas y disímiles preguntas.

En la vega de Maikel Osorio se siembran, en tiempos normales, 220 mil posturas, que al decir de los entendidos cubren un área de seis y media hectáreas. Para la recuperación de las casas y del resto de las instalaciones recibió de muy buena gana la ayuda de los amigos, de la empresa y la cooperativa, que fueron decisivos, sobre todo por el financiamiento y los recursos que llegan por la vía estatal.

En la actual campaña —es visible la salud de la vega por la altura de las plantas y la coloración verde intensa de las hojas— logró sembrar la totalidad del área y tienen garantizadas las condiciones para el ensartado y la cura, procesos inviolables y precisos para lograr la mayor calidad del producto final.

Dar los golpes a tiempo, como dicen los vegueros, exige hombres adiestrados; con Maikel laboral alrededor de 27, quienes realizan variedad de faenas, desde la preparación de las tierras hasta la cosecha para alcanzar rendimientos de alrededor de 1,6 toneladas por hectárea.

Próximo al muchachón, estaba Luis Cruz Valdés, director agrícola de la empresa de tabaco Hermanos Saiz, de San Juan y Martínez, en Pinar del Río, quien explicó que la actual campaña se desarrolla de manera satisfactoria.

Un total de mil 907 productores sembraron tabaco y el rendimiento planificado es de 1,5 t/ha, “esperamos que sea superior a la anterior”.

Aunque lamentó que “No hemos podido sembrar toda el área disponible porque la capacidad de curación no está completa, por los destrozos del huracán, en la que viene sí podremos plantar las 3 mil 170 ha, que dan producción para cubrir la capacidad de la cura”.

Los vegueros de la Meca tienen el compromiso de entregar a la preindustria alrededor de 3 mil 614 toneladas de tabaco, que llenarían las casas de curación que están listas.

Trabajadores conoció que desde la Ciénaga de Zapata llegaron alrededor de 500 mil cujes, parte de los que necesitan los vegueros para ensartar las hojas recolectadas en la actual cosecha; el resto se extrae de los bosques del Cabo de San Antonio, Villa Clara, Cienfuegos y en áreas de la propia entidad sanjuanera.

“Nuestra fortaleza es la herencia” y bajo esa prédica se hace el tabaco en la Meca, el que luego aplacará los gustos de los expertos fumadores, muchos de los que estaban allí este martes, para no perderse la primicia, y despertar junto al aroma del excelente maridaje que hacen el café y el tabaco.

Según entendidos de Habanos S.A. este es “Un recorrido que no deja indiferente y que permite conocer el oficio de vegueros, respirando el aroma del auténtico tabaco premium cubano en sus diferentes etapas de elaboración.

“Una visita única para conocer de primera mano el origen de los Habanos, a través del primer paso de su elaboración, el cultivo de las hojas. Los Habanos solo se confeccionan a partir del tabaco en rama procedente de determinadas regiones del país y seleccionadas por la calidad de la tierra y el clima.

“Estas plantaciones se caracterizan por estar en un terreno muy fértil que confiere un toque especial a las aromáticas hojas, lo que junto a su cuidada producción da como resultado hojas de la mejor calidad como parte de su Denominación de Origen”.